Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Van 14 meses de emergencia sanitaria, y la covid-19 está fuera de control: ayer se informó sobre 3.805 nuevos diagnósticos y 27.216 casos activos. Las cantidades reales son mayores, porque la incapacidad de rastrear contactos previos de cada caso nuevo determina que no se detecten muchos asintomáticos. Lo indudable es que ayer había 536 personas con la enfermedad en cuidados intensivos, que 76,9% de las camas de CTI estaban ocupadas y que se produjeron 66 muertes.
Han sido, además, 14 meses de pérdida de empleos y de ingresos para muchísimas personas, en gran medida por consecuencias directas de la pandemia, pero también por la política económica del gobierno. Cuando la pandemia quede atrás, los indicadores sociales tardarán mucho más que los sanitarios en mejorar y, por supuesto, no es inevitable que mejoren.
El año pasado perdieron poder de compra los salarios en el sector público, y lo mismo sucedió en gran parte del sector privado. La cantidad de personas en seguro de paro aumentó en abril, llegando a un total de 75.973, y de cada diez trabajadores que dejaron de percibir ese subsidio el mes pasado, cuatro no fueron reincorporados sino despedidos. Hay 100.000 personas en la pobreza, que incluyen a 35.000 niñas y niños.
El PIT-CNT demanda desde el año pasado medidas más potentes para paliar los efectos de la crisis; el Poder Ejecutivo sostiene que hace todo lo que está a su alcance, pero esto resulta poco convincente si tenemos en cuenta que, en esta materia, Uruguay es superado por muchos países de la región cuyas situaciones económicas son mucho peores.
La decisión fue adoptada ayer por la Mesa Representativa, y el presidente de la central, Fernando Pereira, dijo a la diaria que la causa de la decisión es “la falta de políticas sociales [...] que cubran a la totalidad de los damnificados por la pandemia”.
Pereira sostuvo que en otras circunstancias el reclamo se podría haber expresado mediante marchas y otras movilizaciones, pero que el PIT-CNT tiene en cuenta la necesidad de no contribuir a la ya descontrolada propagación de la covid-19, y que desde este punto de vista el paro general es la medida más conveniente.
También explicó que la cuestión de la desigualdad se incluyó porque “es fácil ver en los datos estadísticos que no a todo el mundo le está yendo mal”, y que algunos sectores han aumentado su actividad y sus ganancias.
El presidente Luis Lacalle Pou y su equipo económico consideran, como es sabido, que a esos sectores no hay que imponerles contribuciones adicionales para financiar políticas sanitarias y sociales, porque su lucro contribuye de por sí a que el país salga adelante. Por el momento, las inversiones no indican nada parecido, y el destino de las ganancias puede tener que ver con que los depósitos bancarios de uruguayos en el exterior hayan aumentado, según apuntó Pereira, unos 4.000 millones de dólares.
Hasta el lunes.