Ingresá

Ilustración: Ramiro Alonso

Restricciones y prioridades en la Rendición de Cuentas

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Una vez que se aprueba el Presupuesto Nacional, en el primer año de un período de gobierno, sólo al Poder Ejecutivo le corresponde proponer, en sucesivos proyectos de Rendición de Cuentas, modificaciones “al monto global de gastos, inversiones y sueldos o recursos” y “efectuar creaciones, supresiones y modificaciones de programas”. Al tratar estos proyectos, el Parlamento no puede aumentar el total de los desembolsos estatales: como en el proverbial problema de la frazada corta, si quiere aumentar una asignación debe reducir otra.

Estas disposiciones, establecidas en los artículos 214 y 215 de la Constitución, se basan en la presunción de que los legisladores son más receptivos a las demandas sociales, y no dejan en sus manos la iniciativa de aumentar el gasto público (ni los impuestos para financiarlo) por temor a que actúen en forma irresponsable, injusta o inconveniente.

Es una premisa discutible que reservarle al Ejecutivo esa iniciativa determine siempre mejores resultados para el país, pero así son las normas, y tienen consecuencias muy importantes.

Cuando el presidente de la República y el equipo económico definieron prioridades para el incremento de recursos en el proyecto de Rendición de Cuentas a consideración del Poder Legislativo, decidieron no asignarle a la Universidad de la República (Udelar) los aumentos que solicitó para afrontar numerosas necesidades. Por el contrario, ese proyecto le quita recursos a la Udelar al eliminar en forma gradual el adicional del Fondo de Solidaridad establecido en 2001, sin prever una compensación con otro origen. El resultado será que deje de recibir unos 15 millones de dólares anuales, que viene destinando en su mayor parte a infraestructura educativa y descentralización.

Esta decisión del Ejecutivo, al igual que la de no asignar ningún incremento a instituciones cruciales para el desarrollo de la ciencia, ha generado un considerable malestar, agravado por el recuerdo reciente de cuánto contribuyó el elenco científico uruguayo a las políticas públicas requeridas por la emergencia sanitaria.

Varios parlamentarios oficialistas han expresado su deseo de contrarrestar por lo menos las pérdidas de la Udelar y, como dijo a la diaria el diputado nacionalista Álvaro Hunter, presidente de la Comisión de Presupuestos integrada con Hacienda de su cámara, reasignar “algún dinero para la ciencia”. El problema es que, como se explicó al comienzo, tienen que reducir los recursos previstos en el proyecto para otras áreas, y aún no han logrado ponerse de acuerdo sobre esto, y el tiempo se les termina.

Aunque las comparaciones son odiosas, cabe mencionar que los diputados de la coalición de gobierno sí acordaron de dónde sacarán dinero para cumplir con la promesa de un aumento salarial adicional a la Policía, realizada cuando se produjo una movilización de la Unión de Sindicatos Policiales el 14 de julio. El reclamo policial tiene razones legítimas, como el de la Udelar y muchos otros que se están planteando en el debate sobre la Rendición de Cuentas, pero la frazada corta se mueve en función de las prioridades de los gobernantes y la capacidad de presión de los gobernados.

Hasta mañana.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura