Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Causa alarma lo que surge de la investigación que dio a conocer ayer la diaria a partir de intercambios de mensajes entre Alejandro Astesiano, autoridades policiales y el secretario del presidente Luis Alberto Lacalle Pou, Nicolás Martínez. Los audios del exjefe de seguridad del presidente dejan claro que se valió del aparato estatal para vigilar a Marcelo Abdala, presidente del PIT-CNT, y que Martínez tuvo conocimiento de esto.
Otras investigaciones que publicamos indicaban, entre otras muchas cosas, que Astesiano ofreció a un empresario agropecuario los servicios de vigilancia de la Policía, que recibió solicitudes de la empresa Vertical Skies para recabar información perjudicial sobre los senadores Mario Bergara y Charles Carrera –cabezas de las denuncias por irregularidades en la concesión del puerto de Montevideo– y que dirigió una operación de espionaje a la expareja del presidente Lorena Ponce de León.
Esta nueva investigación lo muestra “en acción”: por iniciativa propia, Astesiano utiliza contactos con efectivos e infraestructura policial para obtener información sobre una persona que acaba de tener un accidente y a la que percibe como un enemigo político, y le sugiere al secretario del presidente de la República que utilice esa información.
Esto ocurrió hace un año, el 4 de febrero de 2022. Desde entonces, no sólo no parece haberse tomado ninguna medida al respecto por parte de Presidencia, sino que, más bien, se ha tratado de minimizar las responsabilidades del exjefe de seguridad de Lacalle, detenido el 25 de setiembre de 2022 para ser investigado por un delito que ahora parece algo muy menor. Minimizaron las funciones de Astesiano, entre otros, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, el prosecretario de Presidencia, Rodrigo Ferrés, y el director del Servicio de Inteligencia Estratégica del Estado, Álvaro Garcé, cuando concurrieron al Parlamento al ser convocados para dar explicaciones sobre la llegada de Astesiano a un puesto tan delicado, como recuerda el comunicado del Partido Comunista.
Los legisladores oficialistas se encuentran con dificultades para tratar de interpretar lo que surge de la investigación que divulgamos ayer; cuanto más cercanos al núcleo gobernante, más trabajosas parecen sus palabras. Queda claro que es Presidencia la que debe dar explicaciones. la diaria intentó, sin éxito hasta el cierre de esta edición, comunicarse con Martínez y con el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado. Ojalá que las aclaraciones lleguen, que sean veraces y que transmitan tranquilidad.
Hasta mañana.