Buenos días. Les comentamos algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Tras el tercer día de operativos en el marco de la declaración de alerta roja por frío para personas en situación de calle, “se cumplió con el paquete de medidas que se habían anunciado”, según el director del Sistema Nacional de Emergencias, Leandro Palomeque. Más de 1300 personas fueron trasladadas a refugios dependientes del Ministerio de Desarrollo Social, y la idea es ir evaluando diariamente la pertinencia de la medida, dado que está previsto un desmejoramiento del clima hacia el fin de semana. Además de asegurar el resguardo, la alimentación y la higiene de las personas trasladadas, las autoridades han implementado un servicio de asistencia sanitaria y de vacunación, así como de expedición de la cédula para aquellos que no la tienen.
La emergencia detonada por varias muertes de personas en esta situación hizo que las respuestas, tantas veces descoordinadas e insuficientes, se unificaran y tuvieran resultado.
Pero cuando pase la emergencia, cuando pasen estos gélidos días de invierno y ya nadie esté en riesgo de muerte por esa causa, ¿qué va a pasar?
Muchas de las personas en situación de calle padecen problemas de salud mental y de adicciones, y algunas de ambas a la vez. El martes, las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP) presentaron en la comisión bicameral de seguimiento de la salud mental los primeros lineamientos de la agenda nacional en la materia para este período, a casi diez años de la aprobación de la ley de salud mental que, entre otras cosas, establece el cierre de los centros de internación psiquiátrica prolongada, medida que “no podrá exceder temporalmente el año 2025”. Se está lejos de cumplir estos plazos, pero hay un plan. Si bien la salud mental no es un problema exclusivo de las personas en situación de calle, una mejora en la atención seguro ayudará a reducir su número.
Por otro lado, tomando en cuenta otra variable, una cantidad importante de quienes están en situación de calle son liberados, que tras dejar el sistema penitenciario, no pudieron, por distintas razones —algunas vinculadas con la salud mental y las adicciones—, retornar al lugar donde vivían antes de ser condenados.
Ayer el presidente Yamandú Orsi y autoridades del Poder Ejecutivo participaron de un seminario internacional sobre la creación de un Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Orsi cree que es “el camino correcto”, en el marco de un “consenso político”. Los partidos de la Coalición Republicana también plantearon esta idea en su compromiso de campaña. El prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz, aseguró que “hay un proyecto para crear el Instituto Nacional de Rehabilitación como un servicio descentralizado y todo lo que tiene que ver con el servicio a la abogacía del Estado”.
Pero la atención adecuada a la salud mental y la implementación de un Ministerio de Justicia, dos cosas que parecen imprescindibles para generar políticas a largo plazo que reduzcan significativamente la población en calle, necesitan de recursos.
Hoy se reunirá por tercera vez el Consejo de Ministros en esta administración y, además de tratar los lineamientos para la próxima ronda de los Consejos de Salarios, habrá espacio para establecer “las líneas básicas del presupuesto”, en las que figurarían la creación del Ministerio de Justicia. Si bien muchos ministerios no han resuelto dónde estarán sus prioridades, seguramente el MSP pondrá varias fichas en la agenda de salud mental.
Hasta mañana.