Tras haber sido seleccionadas en la convocatoria de los Fondos Concursables para la Cultura del Ministerio de Educación y Cultura realizada en 2020, la artista textil Pamela Allala y la psicóloga Valentina Muñoz el año pasado realizaron 18 talleres que apuntaron a desarrollar un camino “de sanación de memorias” de los habitantes de esa ciudad vinculados a la desaparecida industria textil.
En esas instancias participaron ocho mujeres y dos varones que atravesaron un proceso arteterapéutico, donde se conjugaron recuerdos sobre la fenecida etapa textil de esa localidad y las tareas de bordado. Las obras desarrolladas en esos talleres se presentarán en una exposición que se realizará en la biblioteca Rodó de esa localidad entre el viernes 23 -con ceremonia de inauguración a las 19.00- y el 16 de octubre.
En diálogo con la diaria, Allala dijo que la exposición se realiza tras “un proceso muy intenso de trabajo”, que “resultó maravilloso y de crecimiento en diferentes dimensiones”. A través de esos talleres se promovió “la recuperación de las memorias, y surgió el amor hacia el trabajo y a la familia que generaron con sus compañeros de trabajo”.
Allala dijo que “a nivel personal” esos talleres le permitieron conocer “historias que no viví en mi cuerpo pero que habían sido trasladadas a través de la herencia de mi familia materna, que fue toda textil”.
“Siento gran admiración hacia las personas que conocí en este proyecto, y pude comprender mi raíz, entrar en una historia que antes veía más de afuera”, agregó, y concluyó que el objetivo del proyecto fue “oxigenar la raíz y levantar la memoria con personas que a veces nos habíamos olvidado de nombrar”, muchas de las cuales aparecerán reflejadas en las obras expuestas.
Arteterapia
Allala es lacazina, hija y nieta de trabajadoras textiles, mientras que Muñoz es chilena, de Concepción, una ciudad “también dominada por las industrias, aunque creo que no han tenido tanta incidencia como en Juan Lacaze”, según aclaró a la diaria.
Ambas mujeres, que se conocieron hace unos años en el desierto de Atacama, aseguran que las clausuras de las actividades que desarrollan ciertas industrias dañan algo más que los bolsillos de sus trabajadores una vez que cierran sus puertas. Aseguran que eso ocurrió en Juan Lacaze, sobre todo tras el cierre de Campomar y Soulas, primero, en 1993, y de las restantes experiencias que le sucedieron: Agolan y la Cooperativa Textil Puerto Sauce.
Por eso, ellas propusieron llevar adelante “un proceso arteterapéutico mediante el acto de bordar como herramienta principal”. “En los talleres abordamos el recuerdo de nuestras memorias individuales y colectivas de la vida obrera textil, el cierre de la fábrica y sus consecuencias”, dijeron. Y agregaron: “Comprendemos que la memoria es constructora de futuro, y que no existe tal memoria si no realizamos un sano proceso de duelo”.
La exposición
Obras: “Niñez obrera, territorio fértil”, “Confianza herida”, “El rejunte”; además se presenta “Urdimbre transgeneracional”, una pieza participativa con el grupo de exobreros y familiares. Además, habrá una videoproyección de imágenes antiguas y contemporáneas de Juan Lacaze, y una pared a intervenir por los espectadores de la muestra.
Participantes: Mirian Arduim, Sadi Ceschiat, Ema Guilloux, José Mediza, Elsa Sáez, Blanca Rodríguez, Yoseline Curbelo, Pedro Larrama, Teresa Félix, Raquel Dufau.
Colaboraciones externas: Mónica Allala, Mónica Velazco.