Los turistas gastaron más dinero en 2017 que el año pasado y permanecen más tiempo en el país. La balanza entre lo que gasta la ciudadanía fuera del país y lo que dejan los extranjeros es favorable para Uruguay. El año pasado el turismo dejó ingresos por 1.800 millones de dólares y generó trabajo para 110.000 personas. El Ministerio de Turismo entiende que la demanda se sigue “desestacionalizando” y que la temporada empieza antes. También que Uruguay es más competitivo ahora que cuando el dólar era más bajo. El subsecretario de Turismo, Benjamin Liberoff, se entusiasma con las perspectiva: cruceros, congresos, recitales, turismo enológico, paseos en tren y más planes de cambios para que la Ciudad Vieja sea más amigable.
A 20 días del cierre el año. ¿Qué resalta de 2017?
Tiene números mayores que 2016. Los visitantes, por ejemplo, van a estar por arriba de los turistas que en años anteriores. Cerrado octubre, ya estaban por encima de 2016. Desde el punto de vista del dinero también, se gastó más.
¿Y cuál fue el saldo entre lo que gastan los uruguayos afuera y lo que gastan los extranjeros en Uruguay?
La balanza del turismo también será de las más favorables de la historia. Lo que dejan los turistas, menos lo que los uruguayos gastan afuera, va a ser de las relaciones más altas. Y esto va a ratificar que el turismo, como actividad económica del país, es la más importante. Ojalá que el complejo agroindustrial siga creciendo, pero hoy el turismo hace trabajar a más de 110.000 personas vinculadas al tema.
El año pasado se estimó que el turismo representó el 7,6 del PIB ¿En 2017 aumentó esa relación?
El 7,6 es por la cuenta satélite del turismo. O sea, no sólo lo que deja el turismo, sino que mide lo que el turismo interno implica para la economía del país. Es una estructura para analizar el impacto económico del turismo donde pesan factores como el turismo interno.
Cuando asumió el Frente Amplio uno de los objetivos programáticos fue estirar la temporada, que haya más turistas y durante todo el año. ¿Cuál es su evaluación de ese objetivo?
En Uruguay por primera vez se pensó que había que tener una política de mediano y largo aliento, por eso se hizo el Plan de Turismo Sostenible 2020. No es la receta mágica y no es agua bendita. Pero es una forma.
El turismo de reunión y cruceros le da de comer a mucha gente, y no sólo durante la temporada, en Colonia la temporada baja es de lunes a viernes, pero es alta los fines de semana, todo el año. Las termas se “desestacionalizaron”. La gente habla del Corredor de los Pájaros Pintados, algo que no existía y que es una propuesta turística para aprovechar todo el año. El Uruguay nunca aprovechó turísticamente los ríos.
¿Qué otras cosas cambiaron?
Si miramos la gastronomía: hoy tenemos propuestas enogastronómicas, olivares que se complementan con otras ofertas. Hay un primer trimestre del año en el que predomina el turismo mucho más, pero el cuarto trimestre crece. Por ejemplo, el fin de semana pasado cruzaron 16.000 personas por Río Negro, 16.000 personas es un cruce en día de verano. Hace poco hubo otro fin de semana largo en Brasil y Argentina, y el este se llenó. Si ya estamos hablando del cuarto y tercer trimestre son seis meses. No todos son iguales, hay picos en la temporada como en todo el mundo. Pero también es cierto que durante el segundo y el tercer trimestre del año no es tan profunda la ensenada como era antes en Uruguay. La semana pasada tuvimos 5.000 participantes en un congreso de sociólogos [ALAS]. También el congreso de la Federación Ecuestre Internacional. El año que viene, en julio, está la Federación Internacional de Automovilismo, y hay además una feria internacional de movilidad. El segundo semestre del año que viene se va a inaugurar el Antel Arena; en marzo de 2018 vamos a tener a Phil Collins y en noviembre, a Roger Waters. Debemos ver de qué manera nos preparamos para traer turistas del exterior como pasó con los Rolling Stones o Paul McCartney. Hay cosas nuevas, que no teníamos. Como los ómnibus que vienen a ver partidos de fútbol a Montevideo.
¿Uruguay es caro?
¿Para quién?
Para la clase media latinoamericana o europea. El tipo de cambio no está jugando a favor.
La provocación es válida. Para el bolsillo nuestro hay cosas que son caras. Ahora bien... si la tarjeta de crédito hace 25% de descuento y además le devuelvo el IVA está comprando la comida al 50%.
No es lo que ocurre con todas las tarjetas ni todos los turistas. Las tarjetas a veces hacen promociones.
Estoy hablando de lo gastronómico y además se devuelve el IVA, también en la hotelería. Hoy Uruguay es más competitivo que cuando el dólar estaba a 19 pesos.
Los puertos de Montevideo y Punta del Este recibieron unos 320 mil cruceristas en la temporada pasada. ¿Cuántos bajaron del crucero efectivamente?
Bajan entre 35% y 45%. Son unos 140.000 los que efectivamente bajan, y los que compran en Montevideo son 50.000.
¿Y qué paseos hacen?
El bus turístico es un factor importante para los cruceristas. Montevideo es el único puerto de Sud América donde pueden hacer bodega. En Chile o Argentina tienen que ir por otro medio porque no les da el tiempo para ir y volver al muelle. Acá están a cuarenta minutos del puerto en las bodegas. Hubo años que el tour más vendido en Montevideo era el paseo en tren a Colón en tren de vapor y luego iban a alguna de las bodegas.
Ciudad Vieja es el mayor punto de interés turístico del Uruguay a lo largo del año... ¿Por qué? ¿Y cómo la mejoraría?
Durante la temporada el mayor centro turístico está en las playas al este. Pero a lo largo del año, Montevideo recibe más visitantes. Me gustaría seguir el proceso de reconversión. Los ómnibus tendrían que ser eléctricos y circulares a la Ciudad Vieja. La peatonal Sarandí demostró que se puede caminar unas cuadras y no se muere nadie, que ningún negocio deja de funcionar. Las cámaras ayudaron para que la convivencia fuera más fácil. Hay que seguir trabajando en la iluminación. Me gustaría una Ciudad Vieja con flores, balcones con malvones. Me gustaría que los días patrimoniales hubiera bailes como en algunas ciudades de Portugal; que se hiciera la Noche de las Velas; que conjuntos de cuerdas y coros de carnaval estuvieran en la noche de los museos, que hubiera un día del patrimonio de forma permanente. Me gustaría que existieran espacios para jugar partidas de ajedrez, para intercambio filatélico y numismático, un festival de coros, iluminación escenográfica. Si es por gustarme...
Los comerciantes en el entorno del mercado del Puerto se quejan de que los cruceristas no gastan. ¿Qué consejo les daría?
El crucerista aprovecha y compra más si el entorno está cuidado. Si hay una actitud amistosa, un manejo de idioma correcto y de servicios. A nadie le gusta trabajar el 24 de diciembre a la noche en el sanatorio, pero tiene que haber alguien para atender.
¿Hay carencias para ofrecer mejores servicios a los turistas?
¿Cuánto discutimos para tener el bus turístico? Se decía que no había condiciones ni mercado. Ahí está el bus. Es una innovación para aprovechar mejor el turismo. Es difícil pensar que si un crucerista baja a las 8.30 un domingo tenga que saber que en Uruguay la gente descansa. O que efectivamente un crucerista no puede ir al baño de un bar porque es sólo para los clientes o que efectivamente se piense que los cruceristas están simplemente para dejar dinero. Ese tipo de cosas hay que tenerlas en cuenta.
Algunos comerciantes de Ciudad Vieja dicen que faltan baños para atender el aluvión de cruceristas. ¿Faltan baños?
Hay suficientes baños con servicios públicos que podrían resolver la situación. Creo que pasa más por tener una actitud amistosa para con los turistas. Cuando decimos: “Un turista, un amigo”, es en serio, no sólo por dinero.