La comisión ambiental del Municipio G propone un ciclo de formación para el reconocimiento de la biodiversidad en el territorio y en ese marco se inscriben la charla, el sendero y la degustación con eje en los hongos que se llevarán a cabo este fin de semana. El articulador de estas actividades es Alejandro Sequeira, que lleva publicados una guía y un recetario de hongos, con más de una edición y un premio Bartolomé Hidalgo por su trabajo de divulgación, seleccionado además para presentarse en la Feria del Libro de Buenos Aires.
En esa línea va esta iniciativa, que implicará dos jornadas: la primera será una clase teórica este viernes, y al día siguiente, un paseo con eventual recolección que se realizará con apoyo de técnicos del Parque Lecocq. “En los últimos años ha aumentado el interés por conocer más acerca de los hongos silvestres, ya sea porque siguen siendo organismos poco conocidos y misteriosos, o porque son muy estéticos y muchas personas disfrutan de dibujarlos o sacarles fotos, y también porque hay interés en aprender a reconocer las especies comestibles”, admite Sequeira. Este micosendero (de micología, ciencia que estudia los hongos) fue pensado para el Lecocq, porque el parque presenta una vegetación variada y abundante, y como los hongos dependen del tipo de sustrato donde crecen y muchos se desarrollan asociados a un árbol, en un predio de pocos metros cuadrados es posible encontrar varias especies, ya que allí hay pinos, eucaliptos, monte nativo... Será la primera experiencia de su tipo en el país, y por eso mismo está dirigida a educadores; más adelante habrá dos más, una para todo público y otra que apunte a productores.
“Hay mucho entusiasmo y probablemente el piloto sirva para instaurar salidas de contemplación de la naturaleza, actividad que combina entretenimiento consciente y aprendizaje”, cuenta Sequeira, quien, a instancias del Centro Universitario de la Región Este, a fines de mayo dará una charla similar en Rocha, donde se va a organizar un paseo de reconocimiento de especies por los montes de La Paloma.
Por lo pronto, en el Lecocq la intención será motivar a la gente para que se vincule con el entorno, incluso se organizarán pautas para niños. Tras la caminata, marcharán a Casa Grande, una cabaña de madera dentro del Lecocq, donde un equipo de cocina integrado por el guardaparques Gonzalo Larrobla, la cocinera japonesa Satomi Muriyama y Sequeira armarán una degustación de especies silvestres, y llevarán algunas preparaciones previas,como una sopa de calabaza con leche de coco y jengibre con hongos, probablemente algún escabeche, salteados o conservas.
“Hay que aprender a mirar, como el que camina por la ciudad y nunca miró las cúpulas, porque los hongos sólo se ven cuando fructifican y algunas fructificaciones son efímeras, de algunas horas, pero hay hongos luminiscentes, hongos que se utilizan en cocina como sustitutos de ajíes, hay gente que está investigando cómo hacer telas con hongos duras como cueros, o que está estudiando su valor nutricional”, apunta Sequeira.
Viernes 27 | Clase teórica de 18.00 a 19.30 en Centro Cívico Metropolitano (Garzón 2122 y Colman, delante de la terminal Colón). Sábado 28 | Micosendero, cocina y degustación de 10.00 a 15.00 en el parque Lecocq (Av. Parque Lecocq y Luis Batlle Berres). Inscripciones hasta el miércoles de 10.00 a 15.00 al 1950 8363 (cupos limitados, se sortearán entre los anotados).