La nueva moda inversora de los multimillonarios parecen ser los viajes espaciales, y en los últimos días se sumó un nuevo actor a esta carrera. Se trata de Bill Gates, el fundador de Microsoft.
A través de su organización de inversiones Breakthrough Energy, creada en 2015, el magnate estadounidense encabezó la ronda de financiación de una startup que pretende desarrollar cohetes reutilizables, llamada Stoke Space.
Según informó Space News el 15 de diciembre, el proyecto logró recaudar 65 millones de dólares, la mayoría de ellos provenientes de la organización de Gates, pero también de otros grupos de inversión como Spark Capital, Point72, Toyota Ventures, Alameda Research y Global Founders Capital.
La ronda de financiamiento será utilizada para completar el prototipo de un vehículo de lanzamiento y realizar las primeras pruebas de vuelo, que están previstas para fines de 2022.
Andy Lapsa, cofundador y director ejecutivo de Stoke Space, dijo en rueda de prensa que el proyecto busca innovar con el escudo térmico y los escudos de la nave al evitar la utilización azulejos de cerámica, que se quiebran fácilmente. “Si no se nos hubiese ocurrido algo que creyésemos que fuese ejecutable, probablemente no hubiésemos comenzado la compañía”, indicó en declaraciones recogidas por Hipertextual.
De este modo, Gates se suma a una lista conformada por otros millonarios que buscan generar un rédito futuro de una carrera que permita, a los civiles que puedan pagarlo, realizar viajes al espacio. Está lista es encabezada por el fundador de Amazon, Jeff Bezos, con su compañía Blue Origin (que ya hizo algunos viajes este año), el propietario de Virgin, Richard Branson, con Virgin Galactic, y el fundador de Tesla, Elon Musk, con SpaceX.
Justamente SpaceX, la empresa que lleva más tiempo intentando desarrollar el mercado aeroespacial, ha tenido serias complicaciones con el desarrollo del motor Raptor de sus cohetes, al punto de que a fines de noviembre Musk dijo que la compañía está en riesgo de quiebra por este motivo.
Sobre el motor de las naves de Stoke Space, Lapsa dijo que será capaz de trabajar tanto a baja altitud como en el vacío y que no se parecerá a los actuales, aunque no brindó más detalles.