Cultura Ingresá
Cultura

Foto: Ernesto Ryan (archivo).

Primer Festival Internacional de Murgas Solistas

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Este domingo, en Ensayo Abierto.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

La murga es un género que admite formas múltiples, pero hasta el momento todas esas formas suponían la existencia de grupos de personas cantando. La experiencia de Murga Independiente, en Montevideo, y de Murga La Ermitaña, en Buenos Aires, desafían esa definición.

“Era un chiste y quedó”, dicen por separado sobre la experiencia tanto Leonardo Martínez, de Murga Independiente, como Antonella Scalia, de La Ermitaña. En el primero de los casos, la experiencia surge en conjunto con Ignacio Salgado, en una búsqueda de jugar con los límites del humor en el marco del 16º Encuentro de Murga Joven, en 2013. Diez años después, Murga Independiente volvió a presentarse como la decana del encuentro, clasificando a la segunda ronda en el Teatro de Verano.

La experiencia de Murga Independiente, si bien involucra a un único murguista, es colectiva. Hay en escena un grupo de guardaespaldas que cumplen diversas funciones, una batería tocando en off y un dueño de la murga (Salgado), que dialoga con el murguista (Martínez). En el caso de La Ermitaña la experiencia es completamente solista, si bien en sus comunicaciones la murga escribe en primera persona del plural. Antonella Scalia, Pachina, es murguista en la ciudad de Buenos Aires y representa en La Ermitaña los diversos roles de la murga, en un espectáculo unipersonal que busca jugar con los límites del absurdo y el humor.

También fue un chiste el origen del festival. Cuando ambas murgas entraron en contacto, jugaron con la idea de armar el Primer Festival Internacional de Murgas Solistas. La primera fecha fue el domingo pasado en el Taller de Arte Popular, en Buenos Aires, y este domingo tiene lugar la segunda en Montevideo. Ambas murgas presentarán su espectáculo completo a las 19.30 en Ensayo Abierto (Piedras 599), con entrada a la gorra.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa la cultura?
None
Suscribite
¿Te interesa la cultura?
Recibí la newsletter de Cultura en tu email todos los viernes
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura