¡Bella Vista, nomá! Explotó el grito desde las entrañas de los hinchas, los viejos, las jóvenes, los niños. Hoy, 20 años después, la tribuna visitante del Parque Osvaldo Roberto alojó a los papales que fueron a ver una nueva consagración en un campeonato de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). Como en el Campeonato Uruguayo de la B en 1968, como en el Uruguayo de la A en 1990, como en la Liguilla de 1998. Otra vez el club del Terrible José Nasazzi, el eterno capitán, el inventor de la vuelta olímpica, volvía a gritar campeón. Pero mucha agua pasó debajo del puente.
El equipo de Erardo Cócaro, que había sido el mejor del año –se quedó con el Torneo Apertura y la Tabla Anual– pero no podía ganarle a Colón, logró el triunfo en la tarde señalada. Fue 2-1, con goles de Diego Cordero y Juan Sandín; para Colón descontó el riverense Pablo Lemos, con un maravilloso gol de chilena al ángulo.
Un antes y un después
2017 quedará en el recuerdo de Bella Vista porque, con mucho esfuerzo, pudo volver después de pasar momentos de crisis y quedar desafiliado de la AUF. Cuatro años pasaron, y el papal empezó a jugar en la Segunda B Nacional, la vieja C, sin aspiraciones de subir pero con un plantel formado casi exclusivamente por chiquilines de la casa. No ascendieron; no buscaban eso. El objetivo era encender la llama, y un año después lograron volver, porque “los campeones nunca mueren”.
Vayamos al partido. Dominio total de Bella Vista en el primer tiempo. Cordero abrió el marcador a los 26 minutos y Sandín estiró la cuenta a los 36. 2-0 antes del final del primer tiempo, buena diferencia para encaminarse al título. Ese control que tuvo el papal en la primera etapa no fue tal: Colón salió a quemar las naves, presionó a su rival y prácticamente no lo dejó pensar. Del mal primer tiempo que habían jugado dos de sus figuras, Fabián Dorado y Pablo Lemos, a la segunda etapa con insistencia y jugadas de peligro en el área había un abismo. Es que no había mañana. Lemos, que es un gran jugador, bandido, mañoso, metió una chilena de alta calidad para el descuento. Después, lo que pasa siempre: el que está perdiendo se manda al ataque, el que tiene la ventaja se repliega y juega con el reloj. Eso pasó, el tiempo se acabó y, a pesar de que Colón metió a todos sus jugadores –incluido el golero Esteban Correa– en el área para el último tiro libre, Bella Vista defendió con alma y vida, y gritó campeón, otra vez.
“La idea es arrancar desde abajo; Bella Vista cumple los 100 años en 2020 y queremos que entonces el club esté jugando en la A”, decía el ex presidente del club Juan Paulo Núñez en estas mismas páginas, hace poco más de dos años. No sabemos qué pasará de aquí en más, ¿pero por qué no soñar en grande?