Sorpresa o no, la situación es bien sencilla: Nacional está a un partido de meterse en las finales de la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB). Para eso, hoy a las 21.15, tiene la primera oportunidad para hacerlo. No será fácil: enfrente tiene a Aguada, el mejor equipo en todo el torneo. En una serie que es al mejor de cinco partidos, el aguatero está contra las cuerdas. Tras el resultado de la semana pasada y el match point a favor de los tricolores, las chances del aguatero pasan por ganar hoy y forzar el quinto encuentro.
Más allá de lo hecho en el año, la realidad la marca la cancha. En el rectángulo de juego, con menos rotación de plantel, Nacional ha sabido ejecutar mejor sus planes, incluso, como en el último partido, sobreponiéndose a la baja de Nicolás Delgado –fuera de toda competencia tras romperse los ligamentos cruzados–. Los de Gonzalo Fernández son prácticos y efectivos. Tienen como figura excluyente a Anthony Danridge, pero encuentran cómo suplir su juego cuando es bien marcado. Mirando atrás, los tricolores tiene el plus de marcar como perros de caza, lo que explica mucho de lo hecho en los dos partidos que ganaran.
Aguada ha demostrado cierta irregularidad en las semifinales. En el segundo juego mostró lo mejor de sí, no sólo por ganar holgadamente, sino también porque los sistemas ofensivos y defensivos funcionaron como mecanismos de relojería. Sin embargo, cuando entra en el no-juego –si se puede llamar así al descontrol de cuando Nacional cierra sus caminos–, en Aguada prevalecen los esfuerzos individuales sobre los colectivos y su básquetbol ni fluye ni rinde.
Mañana no habrá actividad. Por el 1º de mayo, la semifinal restante se atrasará un día. Defensor Sporting y Malvín jugarán el miércoles. Acá el que lleva la delantera 2-1 es el playero, tras el emocionante encuentro con dos alargues de la semana pasada. Su situación es igual que la de Nacional: gana y va directo a las finales de la LUB. Sporting, por su parte, debe ganar dos partidos seguidos para dar vuelta las cosas.