A las 12.00 se empieza a jugar la Copa del Mundo. Cuatro años pasaron desde el último Mundial de Brasil, y hoy volveremos a sentarnos frente a la tele o la radio –o en la cancha, quienes hayan viajado– para vivir el torneo que nos apasiona a todos y por el que las selecciones compiten casi tres años antes de disputar esa fase final de la FIFA. El local Rusia será el encargado de inaugurar el campeonato enfrentando a Arabia Saudita en el estadio Luzhniki de Moscú, en un partido que corresponde al grupo A, que también integran Uruguay y Egipto, que debutarán mañana a las 9.00 en Ekaterimburgo, con arbitraje confirmado: el encargado de pitar será el holandés Björn Kuipers, que estará en su segundo Mundial. En 2014 Kuipers ya dirigió a Uruguay cuando la selección quedó eliminada en los octavos de final al perder con Colombia en Maracaná. El de este mediodía uruguayo –la tarde rusa– será el único partido del día. Mañana, además de celestes y egipcios, jugarán, por el grupo B, Marruecos e Irán, a las 12.00 en San Petersburgo, y Portugal y España, a las 15.00 en Sochi. Que empiece a girar la pelota.
El orden Mundial
La cabeza y el pensamiento de todos está en lo que arranca hoy, pero ya tenemos novedades de lo que será el Mundial de 2026, en ocho años. Ayer se confirmó que será el primero organizado por tres países: Estados Unidos (por segunda vez), México (por tercera vez) y Canadá (por primera vez). Además, será el primer Mundial en el que participarán 48 selecciones, otro de los cambios que introdujo la FIFA el año pasado. La votación, que se llevó a cabo en el congreso de la FIFA, en Moscú, aceptó la candidatura de los tres países norteamericanos, bajo la consigna “United 2026 - Unidos como uno”, y descartó la de Marruecos, el otro participante en la contienda. Yanquis, canadienses y mexicanos recibieron 134 votos, mientras que los marroquíes, 65. Estados Unidos tendrá 25 sedes; Canadá, cuatro, y México, tres (Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey). El reparto de partidos, como las sedes, es desigual. Los estadounidenses podrán ver en su territorio 60 encuentros, mientras que canadienses y mexicanos albergarán sólo diez partidos cada uno.