El serbio Novak Djokovic se quedó con el Abierto de Estados Unidos luego de ganarle la final al argentino Juan Martín del Potro por 6-3, 7-6 (4) y 6-3 en un total de tres horas y 15 minutos de juego. El primer set empezó con mucho estudio y respeto por ambos lados. No hubo oportunidades de quiebre hasta el séptimo game, que parecía controlado por Del Potro y se encontraba 40-0 cuando el serbio pisó el acelerador, sumó dos tiros ganadores y puso presión sobre el argentino, consiguiendo así su primera oportunidad de quiebre que no desperdició, para luego sacar con ventaja de 5-3 y cerrar el primer parcial en su favor 6-3, en 42 minutos.
En un fantástico segundo set, en el que el serbio salió con todo para intentar desmoronar anímicamente a Del Potro, y tras un juego de saque impecable, volvió a atacar el servicio del tandilense y esta vez obtuvo lo que buscaba, pero Del Potro reaccionó y recuperó el saque rápidamente, luego de dos oportunidades. Tras ambos quiebres y recuperos, el set se definió en tie break por 7-6 (4) en favor de Djokovic.
El desgaste físico y mental estaba hecho y Del Potro no pudo sostener su saque; una vez más el serbio volvió a quebrarle, esta vez sin darle chance de recuperación, para terminar cerrando el set y el partido en su favor por 6-3.
Para Djokovic esta victoria significa bastante más que su Grand Slam número 14 y la vuelta a la tercera posición del ranking ATP: con este título el balcánico iguala en la tercera posición a Pete Sampras, solamente detrás de Roger Federer (20) y de Rafael Nadal (17) como máximos ganadores de Grand Slams en la historia.
El sábado se definió el torneo en la rama femenina, con victoria de la japonesa Naomi Osaka, tenista de 20 años que venció a la histórica Serena Williams en dos sets, 6-2 y 6-4.