Desde el jueves, en Chile se abrirá una nueva competencia para las jóvenes promesas del continente. Se jugará el histórico campeonato Juventud de América, en su edición 29, más conocido como Torneo Sudamericano sub 20.
El torneo se juega en dos grupos de cinco países, donde todos los integrantes de cada serie se enfrentarán entre sí. Los tres mejores de cada lado avanzarán al hexagonal final, en el que también jugarán todos contra todos. Los cuatro primeros estarán clasificados para el Mundial de la categoría, que se jugará en mayo en Polonia. Los tres primeros también estarán participando en los Juegos Panamericanos, que se celebrarán en agosto en Lima. Desde esta edición no habrá clasificación para los Juegos Olímpicos, ya que el próximo año volverá a jugarse el torneo preolímpico, que será en Colombia y podrán jugar futbolistas de hasta 23 años de edad. Estará otorgando dos plazas directas y un lugar en repechaje para los Juegos Olímpicos de Tokio del mismo año.
El Sudamericano de Chile irá desde el jueves hasta el 10 de febrero y tendrá un total de 35 partidos. Se disputará en tres escenarios: en el estadio El Teniente de Rancagua, en el Fiscal de Talca y en La Granja de Curicó, todos estadios muy cercanos entre sí y ubicados en el centro del país. En la historia de los Sudamericanos, Brasil ha sido el más ganador, con 11 campeonatos, seguido por Uruguay, con ocho, Argentina, con cinco, Colombia, con tres, y Paraguay, con uno.
Esquema
El grupo A está integrado por Chile, Colombia, Brasil, Bolivia y Venezuela. El jueves la actividad comenzará con el encuentro entre venezolanos y colombianos, a las 17.10, y seguirá con el juego de los locales con Bolivia, a las 19.30. Ambos se jugarán en Rancagua. Uno de los fuertes en este grupo es Brasil, como siempre, aunque no se clasificó al último Mundial de la categoría. El equipo es dirigido por Carlos Amadeu y tiene entre sus promesas al delantero de Goes Rodrygo Silva, un joven de 18 años perteneciente a Real Madrid que juega cedido en Santos. Sin dudas, la gran ausencia en el plantel es la de Vinícius Júnior, a quien los merengues no cedieron para la competencia, algo que también pasó con otros jugadores que están en el exterior y que el entrenador pretendía tener. Otro de los fuertes en este grupo es Chile, que buscará levantar su primer título en esta competencia. El mediocampista Marcelo Allende, futbolista de Necaxa, es una de las principales armas que tiene el entrenador Héctor Robles.
El grupo B está integrado por Uruguay, como cabeza de serie por ser el último campeón, Argentina, Ecuador, Perú y Paraguay. La actividad comenzará el viernes a las 17.10, en Talca, con el partido entre ecuatorianos y paraguayos, y a segunda hora, 19.30, irá Uruguay con Perú. Sin dudas, la celeste es uno de los fuertes del torneo, pero en este grupo también está Argentina, dirigida por Fernando Batista. Los albicelestes tienen algunos jugadores que ya han tenido minutos en Primera División, como Julián Álvarez, de River Plate, y Adolfo Gaich, de San Lorenzo.
Gorriones de color celeste
Uruguay irá al torneo con algo que no le ocurre desde hace 36 años: tendrá que defender el título, algo a lo que los jugadores y el propio entrenador, Fabián Coito, le quitan trascendencia; aseveran que cada equipo escribe su propia historia. En diálogo con Garra, Coito aseguró que los objetivos planteados son pasar al hexagonal final, luego pensar en clasificarse al Mundial y, según las circunstancias, ver si se puede pelear por un título. Fueron 17 meses de trabajo pensando en esta competencia, algo que se valora como positivo, sobre todo por la evolución de los chiquilines.
“El período de trabajo es largo, pero no definitivo a la hora de determinar el perfil del equipo. Se define en este período. Este es un equipo muy dinámico, agresivo, intenso, que intenta generar circuitos. Nos toca defender un título, pero en ningún momento comparé a los chiquilines ni intenté generar una referencia. Apuntamos mucho a la experiencia de qué cosas son importantes. Nunca consideramos que el objetivo es el final, es el principio”, aseguró Coito. Además, considera que el equipo tiene la posibilidad de repetir el título logrado hace dos años si se prepara bien: “Si nos distraemos con pensar o gastar tiempo en imaginar el final de esta película, nos va a sorprender el principio sin saber cómo resolverlo. Yo intento que ellos se sientan cómodos con un juego y se preocupen por llevarlo adelante. Siempre hay espacio para imaginar lo mejor. Jugar al fútbol es su pasión, y eso nos da la posibilidad de soñar con cosas buenas. No podemos distraernos tanto en eso sin darle interés y espacio a lo que realmente importa”.
La de Uruguay es la selección con más jugadores jugando en el exterior: nueve de los 23 que están en otro país. El único futbolista que no fue cedido es Ronald Araújo, del Barcelona B de España. En este tiempo de trabajo, el cuerpo técnico no los tuvo a todos, pero igualmente consideran que su llegada es positiva, por el aporte internacional que brindan al resto de los compañeros que juegan acá. “Hoy tenemos la misión de armar un equipo para competir, pero la idea es formar futbolistas y potenciarlos con la formación que tienen en sus clubes. También intentar proveer a la selección nacional de posibilidades. Hay futbolistas que ya están en Primera que tienen criterio de cuándo salir a marcar, de cuándo jugarla, y tienen mucha movilidad. Frente a cada selección veremos cómo imponer los conceptos”, comentó Coito.
Uruguay tiene varios puntos altos. Por ejemplo en el arco, donde dos de los tres arqueros vienen del exterior. En la defensa está Bruno Méndez, capitán, que ya debutó con la selección mayor, antes de hacerlo oficialmente en su categoría. También están Sebastián Cáceres y Ezequiel Busquets, ambos titulares en Primera. En la mitad de la cancha hay jugadores muy similares al planteo actual que tiene la selección mayor, jugadores intensos, de recuperación y de muy buen pie. Han destacado en estos partidos amistosos Rodrigo Zalazar, Martín Barrios y Juan Manuel Sanabria. También aparece Juan Manuel Boselli, con presencia en Defensor Sporting y la experiencia de haber disputado el Mundial sub 20 pasado. En ataque, hay armas ofensivas con buenos minutos en Primera División, como Darwin Núñez y Emiliano Gómez. La gran apuesta quizá sea la de Nicolás Chapa Schiappacasse, futbolista de Atlético de Madrid, hoy cedido a Rayo Majadahonda, quien ya jugó el último Sudamericano y el Mundial. En diálogo con Garra, el Chapa comentó que se siente más maduro y sigue siendo el jugador explosivo y rápido que era, pero que ha agregado más asociación en su juego. “Tenemos mucha expectativa porque hicimos una gran preparación. Al salir chico del país, veo el fútbol diferente, más como va a ser la competencia. Intento asociarme de una forma más directa con mis compañeros y acoplarme. Ahora juego tirado más a la izquierda, me queda más cómodo, y se abren espacios y lugares. La experiencia de ya haber jugado un Sudamericano es una posibilidad de saber lo que es. Hoy me piden que presione, que robe el balón rápido y que tenga velocidad para definir, lo que pide el fútbol de ahora”.
La lista del plantel celeste
Franco Israel (Juventus, Italia)
Bruno Méndez (Wanderers)
Sebastián Cáceres (Liverpool)
Ezequiel Busquets (Peñarol)
Martín Barrios (Racing)
Maximiliano Araújo (Wanderers)
Emiliano Gómez (Defensor Sporting)
Rodrigo Zalazar (Atlético Malagueño, España)
Facundo Batista (Chiasso, Suiza)
Nicolás Schiappacasse (Rayo Majadahonda, España)
Pablo García (Nacional)
Renzo Rodríguez (Independiente, Argentina)
Emiliano Ancheta (Danubio)
Erik de los Santos (Peñarol)
Edgar Elizalde (Pescara, Italia)
Nicolás Acevedo (Liverpool)
Agustín Dávila (Real Sociedad, España)
Juan Manuel Sanabria (Atlético de Madrid, España)
Darwin Núñez (Peñarol)
Juan Manuel Boselli (Defensor)
Thomás Chacón (Danubio)
Mathías Laborda (Nacional)
Mauro Silveira (Wanderers)