Qué bomba. Un campeonato divino de River Plate que terminó primero en la serie A tras la vuelta de Jorge Fossati al club. Los darseneros empataron tres partidos y ganaron cuatro en esta mitad del año, lo que los colocó como los mejores del grupo más complicado del Intermedio. Desplegando un fútbol no tan vistoso, pero muy efectivo, con orden y disciplina, los del Prado congeniaron un buen juego que les da un premio muy celebrado.
Tarde especial, de fiesta. El viejo River Plate está de nuevo en el run run de la conversa y la chance de pelear por un torneo oficial es latente. Afuera Jorge Fossati, el histórico, que con la voz ronca amarra la barca darsenera. Adentro la rojiblanca típica, con el 11 inicial que se paró con un 3-5-2, pero que también mutó al 5-3-2 cuando lo necesitó. Arriba el jovencito Matías Arezo hizo de las suyas, mientras lo junaban de cerca Sergio Felipe y Martín Amuz, casi que con marca personal.
Enfrente el Danubio Fútbol Club, el que año a año manda pibes formados en su cantera, que llegan de gurisitos queriendo formarse en la universidad del fútbol para ser uno de los tantos que brilló. Marcelo Méndez, tranquilo, ordenó desde afuera el 3-4-3 que alineó para levantar cabeza en el Intermedio. Un primer tiempo que se fue con mucho estudio, táctica, con poco fútbol y dinamismo. Un centro de Emiliano Ancheta y un tremendo cabezazo de Facundo Labandeira, que se cruzó pasando cerca del palo, fue lo más picante en los primeros 45´.
El complemento pillo, como Arezo. De arranque fue Diego Vicente por derecha y mandó un centro duro, de esos que cuestan cabecear. El pibe de 16 años fue como el más guapo de todos y metió un cabezazo a quemar que se metió arriba, incontrolable. Golón y a cobrar. River Plate siguió siendo intenso, cuidó líneas y fue poniendo nervioso a Danubio. Emiliano Ghan se regaló y cometió dos faltas de amarilla en pocos minutos y dejó a su equipo con uno menos. Méndez mandó al Rata Martiñones y a Maravilla Grosmüller, dos históricos, buscando la claridad necesaria y el empuje que su equipo necesitaba.
Danubio fue con más ímpetu que juego y River Plate le cerró muy bien los espacios en el fondo. Jorge Fossati madó a Leites y a Ospitaleche y logró acomodar muy bien su mediocampo para no pasar zozobras en el final. Viendo que los danubianos no estaban finos, la dársena aprovechó guardado en el fondo y pudo liquidar el partido, pero no. Se quedó con el 1-0 hasta el final, que lo dejó victorioso y con una final en su cuenta. Volvió el viejo River.
Detalles
Cancha: Estadio María Mincheff de Lazaroff. Árbitros: Daniel Fedorczuk, Martín Soppi y Matías Rodríguez.
Danubio (0): Federico Cristóforo; Martín Amuz, Sergio Felipe, Nicolás Pantaleone; Emiliano Ancheta, Emilliano Ghan, Maximiliano Rodríguez, Matías Faber (53´ Briam Acosta); Facundo Labandeira (66´ Carlos Grosmüller), Santiago Paiva (66´ Diego Martiñones) y Juan Manuel Gutiérrez. Entrenador: Marcelo Méndez. Sup.: Joaquín Silva, Brian Ferrarés, Patricio Gregorio y Santiago Medereos.
River Plate (1): Gastón Olveira; Diego Vicente (58´ Facundo Vigo), Gonzalo Viera, Agustín Ale, Joaquín Fernández, Joaquín Piquerez; Sebastián Píriz, Maximiliano Calzada (81´ Adrián Leites), Nicolás Rodríguez; Luis Urruti y Matías Arezo (89´ Facundo Ospitaleche). Entrenador: Jorge Fossati. Sup.: Francisco Tinaglini, Claudio Herrera, Matías Alonso y Juan Manuel Olivera.
Goles: 46´ Matías Arezo (RP).
Expulsado: 62´ Emiliano Ghan (D).