Deporte Ingresá
Deporte

Edson Puch, de Universidad Católica de Chile, y Gonzalo Viera de River Plate, en el estadio Alfredo Víctor Viera.

Foto: Matilde Campodónico, pool, AFP

River Plate perdió 2-1 con Universidad Católica de Chile por la Sudamericana

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Un mal resultado cosechó River Plate en Montevideo al perder 2-1 con Universidad Católica por los octavos de final de la Sudamericana. Ahora, en la revancha que se jugará la próxima semana en Santiago, los darseneros deberán hacer por lo menos dos goles, y ganar, para clasificar.

Lo peor que podría haber pasado fue lo que pasó: arrancar perdiendo de local, sabiendo que los rivales, sea como sea, ya tienen depósito de gol de visitante, y encima desajustando táctica y emocionalmente la línea de juego pensada y propuesta en la teoría, que seguramente pasaba por tener la pelota, sin apuro, con convicción y con buena seguridad defensiva. Nada de eso se dio. Diego Buonanotte habilitó a Fernando Zampedri de tiro libre; el delantero entró a espaldas de la defensa, que no atinó a darse cuenta de por dónde venía la cosa, y tocó contra el caño izquierdo de Gastón Olveira, que nada pudo hacer. Iban solo nueve minutos.

Se ponía espesa la cosa: un poderoso equipo chileno, que juega como lo enseña su escuela, con mucha posesión, y encima dirigido por el argentino Ariel Holan, que también piensa los juegos en esa línea. Desde el 1-0 y por una veintena de minutos, River lo sufrió, por ausencia de posibilidades de combinación y por nervios de postura ante el partido. Una veintena de minutos perdiendo, sin respuesta, y en el abismo de recibir otro gol como local. Al rato, el buen posicionamiento de Sebastián Píriz, que se empezó a adueñar de la zona central, y entonces se tomaron riesgos permitidos. Así los de Jorge Fossati, con Matías Arezo buscando alguna que le pudiese quedar, arrimaron al arco de Matías Dituro.

Recién en el cierre de la primera parte, cuando ya se jugaban los descuentos, el artiguense Píriz conecto de manera excelente un córner mandado por Nicolás Rodríguez y puso el empate. Aún en el primer tiempo, Arezo ‒¡que cumplió los 18!‒ podría haber puesto el 2–1, pero Dituro metió una pierna maravillosa para evitar el gol.

En la segunda parte, todo parecía más tranquilo, más calmo y con una posición expectante de River, para llevar la definición a San Carlos de Apoquindo de la mejor manera posible. En eso estábamos cuando una mano inocente de Facundo Bonifazzi pasó por el VAR y cobraron penal, que Luciano Aued cambió por gol para poner nuevamente a los chilenos arriba. Faltaba mucho, pero el partido terminó ahí para los darseneros, que la semana que viene irán por una hazañosa clasificación.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa el deporte?
Suscribite y recibí en tu email la newsletter de deporte.
Suscribite
¿Te interesa el deporte?
Recibí la newsletter de deporte en tu email todos los domingos.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura