Pasó en la Bundesliga, en Alemania. El Borussia Mönchengladbach, como local –sin público, como es habitual en tiempos de covid-19–, le ganó 4-1 a Union Berlin. Dos goles fueron convertidos por Marcus Thuram, el delantero número 10. El francés nació en Italia cuando su padre, Lilian –campeón del mundo con Les Bleus en 1998–, jugaba en Parma. El gol es la anécdota, el festejo de Marcus Thuram será inmortal.
El grito silencioso de Thuram contra el racismo se dio días después de la conmoción que se generó en Minneapolis, Estados Unidos, por el asesinato de George Floyd, un hombre negro de 46 años, a manos de un policía blanco. El racismo arraigado en la sociedad estadounidense acaparó las portadas de los diarios, y las manifestaciones también se dieron en clave deportiva. “No explanation needed” (“No se necesitan explicaciones”), publicó el club alemán en su cuenta de Twitter. La foto de Thuram con una rodilla en el piso, en honor a George Floyd y en contra del racismo, le aporta la fuerza necesaria a la leyenda.
“¿Por qué hay racismo en nuestra sociedad, por qué hay sexismo, por qué hay homofobia? Porque la gente no entiende que a veces lo que pensamos está vinculado al pasado, y en el pasado hubo jerarquías instaladas”, le dijo Lilian Thuram al periodista argentino Ezequiel Fernández Moores en la serie documental Fútbol pasión (previamente conducida por Eduardo Galeano). Thuram –jugador de Parma, Barcelona, Juventus y Monaco, y luego presidente de la Fundación Lilian Thuram (Educación contra el Racismo)– nació en Guadalupe, llegó a París a los nueve años y vivió de cerca el racismo. Para su hijo eligió el nombre Marcus en honor a Marcus Garvey, periodista y predicador jamaiquino, fundador de la Asociación Universal para la Mejora del Hombre Negro.
El gesto de la rodilla contra el piso fue popularizado en 2016 por el quarterback Colin Kaepernick, jugador de fútbol americano de la NFL. Antes de cada juego, mientras sonaba el himno, Kaepernick –nombrado hombre del año 2017 por la revista GQ– se arrodilló para denunciar la violencia policial contra la comunidad afroamericana en Estados Unidos y en apoyo al movimiento Black Lives Matter.
A Marcus Thuram se sumaron otros futbolistas, también este domingo. El inglés Jadon Sancho y el hispano-marroquí Achraf Hakimi, ambos del Borussia Dortmund, festejaron sus respectivos goles mostrando una remera con la leyenda “Justice for George Floyd”. Y el yanqui del Schalke 04 Weston McKennie lució un brazalete con el mensaje “Justice for George”. Kylian Mbappé también pidió justicia por Floyd y Michael Jordan emitió un comunicado: “Mi corazón está con la familia de George Floyd”.