“Hace dos meses atrás, por esta cuestión del coronavirus, tomamos la decisión de parar las copas Libertadores y Sudamericana, y también de cerrar las oficinas y cuidar de cada una de las vidas y la salud de los que trabajan acá”. Eso decía, hace casi un mes, Alejandro Domínguez, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). En ese mismo comunicado agregó que el compromiso es uno solo “hacer que lo antes posible podamos poner la Copa Conmebol Libertadores y la Copa Conmebol Sudamericana a jugarse de vuelta. Estamos trabajando fuertemente, en conjunto con todos los países, porque nuestra única obsesión es que la pelota siga rodando con el orden de prioridades”. Con la realidad que aún se padece en el continente, las declaraciones de Domínguez son (como poco) exageradas.
Más allá del deseo del presidente de la Conmebol, en primera instancia quienes deben resolver son las asociaciones de cada país. El mapeo es distinto en cada lugar: si bien en Uruguay se están dando los pasos para volver, Argentina y Brasil -los dos países que más equipos tienen en las copas internacionales-, continúan golpeados fuertemente por la coronavirus. Jugar al fútbol en el continente es, más allá de los compromisos económicos que puedan existir, una obsesión, como bien lo dijo el propio Domínguez.
Como las obsesiones son testarudas, la Conmebol continúa dando pasos. Ahora hizo público el Protocolo de Recomendaciones Médicas para Entrenamientos, Viajes y Competiciones, y el Manual Operativo de Llegadas y Salidas en aeropuertos. En ambos documentos se explicitan las medidas de prevención para la reactivación del fútbol.
Entre las medidas que deberán cumplir los equipos en cuestión, se destacan:
Futbolistas, cuerpo técnico y demás miembros de la delegación se deberán hacer tests de covid-19 con antelación necesaria para que los resultados se encuentren disponibles al menos 24 hs antes de iniciar el viaje.
Para entrar en otro país la delegación en cuestión deberá presentar el registros de pruebas y sus resultados a la autoridad sanitaria del país al que llega.
Dentro de las 12 horas siguientes a la llegada, la Conmebol hará más tests a los jugadores arribados.
En los entrenamientos, los médicos tomarán la temperatura.
Distancia y uso de tapabocas será obligatorio en todos los espacios públicos, incluso dentro de los hoteles.
Deberán acudir al entrenamiento con el uniforme correspondiente, y al culminar, volverán a su casa con la misma ropa, sin ducharse.
Se dispondrá el aprovisionamiento de agua, alimentos y materiales necesarios para el entrenamiento. Se recomienda la utilización de botellas individuales de hidratación y no compartir infusiones, ni frutas.
Para los partidos
Control de temperatura antes del partido
Uso de tapabocas obligatorio a la llegada, y luego para los suplentes.
Botellas de hidratación individuales.
A los entrenadores se permitirá sacarse la mascarilla únicamente para dar indicaciones a los jugadores en el área técnica.
Estará prohibido escupir, estornudar, besar la pelota, celebrar los goles en grupo.