Defensor Sporting y Nacional empataron 1-1 en un vibrante partido ayer en el estadio Franzini. Fue un juego con mucha dinámica que fundamentalmente despertó emociones en la segunda parte, cuando se concretaron los goles y muchas jugadas de peligro. Lo empezó ganando Nacional con gol de Gonzalo Bergessio, el goleador del campeonato, decidiendo en el área, y en la hora lo empató el Chino Álvaro Navarro con un cabezazo inapelable que terminó venciendo al palmirense Sergio Rochet, que tuvo una noche intensa y casi perfecta. El arquero tricolor tuvo varias atajadas impresionantes ante las acciones ofensivas violetas, que fueron intensas.
Con el empate, Nacional no pudo tomar la punta en exclusividad e igualó la línea de Rentistas, que tiene por jugar aún 70 minutos del pico ante River Plate que se disputará el miércoles.
Si para ser grandes jugadores son necesarios títulos y copas, diré que lo que hubo distribuido en el campo fueron 22 grandes ejecutantes del oficio. Dos equipos aplicados al modelo. Gustavo Munúa, con una gestualidad algo más fresca, ubicó en Gonzalo Bergessio una pieza fundamental del engranaje. El famoso pivot. El ariete. La descarga. Apenas si he sabido, por tradición oral, sobre Luis Artime. Pero me consta que Nacional busca siempre algo que se le parezca. Casi como un patrón identitario. O como una estampita.
Alejandro Orfila dibuja en el aire lo que quiere decir con la mano derecha, la otra guarece en el bolsillo del traje. Años de ascenso argento garantizan algo fundamental, la confianza en lo que se pretende. La noción experiencial de ciertas formas. El horizonte de subir. Quizás entonces estar abajo le supone ascender de alguna forma. Sostiene una cierta calma en la estampa.
A los jóvenes el oficio nos les es nuevo. Sí la noción de que el oficio supone un trabajo. Ilusiones desmesuradas, promesas, pantallas, y esa frescura: Santiago Rodríguez, Paulo Vinicius, Gabriel Neves; Ignacio Laquintana, Kevin Méndez. El equipo de Alejandro Orfila también orientó el juego con el 9, Diego Coelho. Aunque a ninguno de los dos le funcionó como en otras ocasiones. Entonces, Defensor, cuando Adolfo Lima aclaró pensamientos, o con Laquintana. Nacional, con Rodríguez, con Gonzalo Castro. Sin embargo, ese imán con el arco hizo que de rebote Bergessio consiguiera el primero.
Fue ataque por ataque. O defensa por defensa. Orfila insistió con la idea pero cambió de centrofóbal. El Chino Navarro entró para habitar esos confines, con el historial de mil momentos similares, nunca repetidos. Hubo mucho respeto por los modelos. El partido se jugó en terreno visitante. Tuvo una, dos y tres el violeta. Sergio Rochet brindó la seguridad que se le exige. Sufrió Nacional pero también tembló Defensor en cada contra. Difícil para quien escribe tanto estímulo para las pasiones.
La voz que insiste con los barbijos es la misma que explica dónde están las salidas de emergencia en el Buquebus. El partido es un caudal de fútbol. Una exhibición permanente de los modelos. Hasta los descuentos se sudan y es en los descuentos que se hace justicia. Si es que existe. Navarro empató el partido y mordió el escudo de la camiseta.
Detalles
Estadio: Luis Franzini
Árbitros: Andrés Matonte, Sebastián Silvera, Javier Irazoqui
Defensor (1): Bernardo Long; Emilio Zeballos, Alejandro González (64’ Gastón Álvarez), Andrés Lamas, Rodrigo Rojo; Mathías Cardaccio, Adolfo Lima (82’ Ignacio Colombini), Ignacio Laquintana, Álvaro González (71’ Luciano Boggio); Kevin Méndez, Diego Coelho (71’ Álvaro Navarro). Entrenador: Alejandro Orfila.
Nacional (1): Sergio Rochet; Pablo Vinicius, Ayrton Cougo, Armando Méndez (62’ Brian Ocampo), Agustín Oliveros; Felipe Carballo, Gonzalo Castro, Gabriel Neves, Santiago Rodríguez, Mathías Suárez, Gonzalo Bergessio (83’ Thiago Vecino). Entrenador: Gustavo Munúa.
Goles: 62’ Gonzalo Bergessio (N), 90’ Álvaro Navarro (D).