Una variedad de hechos positivos para el fútbol femenino internacional y nacional se han precipitado en los últimos días de 2020. Son como regalos de fin de año y deben recibirse y celebrarse como tales. Son también constancias de crecimientos acumulados y cumplimiento de reclamos, algunos de ellos de vieja data.
Que la Copa América Femenina se disputará cada dos años fue una gran noticia que dio el presidente de Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), el paraguayo Alejandro Domínguez, a mediados de diciembre.
No hay dudas de que acercar los Sudamericanos absolutos, que se venían haciendo cada cuatro años, será una medida que beneficiará al desarrollo general del fútbol femenino sudamericano. El reclamo venía de tiempo atrás. En Uruguay, casi desde el mismo momento en que la Asociación Uruguaya de fútbol (AUF) tomó para sí la creación de la disciplina del fútbol femenino cumpliendo con una disposición que le llegó desde la FIFA en 1995. Puesto a andar, en 1996, el primer campeonato, al que luego seguirían otros en continuidad, paralelamente nacía el reclamo de tener menos separación entre los Campeonatos Sudamericanos. Ya ese año, cuando se armaba la primera citación a una selección nacional se visibilizaba como lejano el Sudamericano planificado para dos años después, en 1998, el que luego se llevó a cabo en Mar del Plata, con la participación de las diez federaciones sudamericanas por primera vez.
Pero el hecho de que sea el cumplimiento tardío de un reclamo no le resta mérito a lo que en estos días se concreta. De aquí en más, aunque el nuevo régimen bianual recién se plasmará en la edición de 2024 –la de 2022 será la que ya estaba establecida–, la consideración clasificatoria para tres competiciones mundiales o regionales no tendrá que hacerse toda en la misma edición. Las clasificaciones a las Copa del Mundo, Juegos Olímpicos y Juegos Panamericanos, que se venían haciendo en cada edición cuatrianual, podrán ser repartidas en dos ediciones de las Copas América.
Ampliación de la Copa del Mundo y más cupos
Pocos días después, la semana pasada, llegó una segunda reestructuración de las competiciones internacionales de fútbol femenino. En este caso, la hizo la FIFA y va en el mismo sentido de favorecer la disciplina –o, más bien, ir de acuerdo con su avance permanente en todo el mundo–.
La Copa del Mundo pasará de tener 24 participantes a 32, y el cupo asignado a la Conmebol aumentará de dos seguros y otro que se disputaba en repechaje, a cinco posibles: tres seguros y dos plazas más a disputar con ocho rivales duros. Es otro regalo bienvenido y merecido, que tiene una lógica similar a la adoptada por la Conmebol: adaptarse a los avances de la disciplina en todo sentido.
Y lo que viene en la AUF según Valentina Prego
La presidenta del fútbol femenino de la AUF, Valentina Prego, habló claro por AUFTV en ocasión del partido final del Campeonato Uruguayo, cuando Nacional logró el título al vencer a Fénix. Y se puede decir que, posteriormente a entregar la Copa Uruguaya a las tricolores, aportó novedades para la temporada 2021 del fútbol femenino uruguayo que pueden asemejarse a los “regalos” que estamos mencionando. Anunció “una liga similar a la de este año pero con algunos cambios, quizá tener una divisional juvenil más y ver bien si corresponde crear una divisional C”.
Cuando mencionó algunos cambios en la Liga aludió a “más partidos”, lo que puede significar que haya más equipos en Primera y no consolidar un torneo con sólo diez equipos. En cuanto al asunto de tener más divisiones juveniles, se supone que habrá una estructuración mayor a la de sub 16 y sub 19 existentes, por lo que podría crearse una sub 15 complementada por una sub 17 y una sub 19, lo que haría una escalera perfecta. En cuanto a crear una divisional mayor más, ya fue un proyecto que en 2019 no se pudo llevar a cabo y que ahora, con la aparición de nuevos clubes, podría concretarse.
Prego también celebró “haber podido, en una situación compleja, terminar los cuatro campeonatos llevados a cabo”. Destacó que se hayan jugado muchos partidos en el estadio Charrúa: “Ese es un hecho más que importante, es un hecho simbólico para nosotros y es una forma de seguir apropiándonos de este espacio que sentimos que nos pertenece y donde siempre tenemos que marcar presencia”.