Pintaba lindo el clásico del fútbol inglés porque Manchester United y Liverpool llegaban como primero y segundo, respectivamente. Además, las estadísticas decían que, mientras el Liverpool llevaba 67 encuentros sin perder como local, el United era el mejor equipo de la Premier League jugando como visitante. Sin embargo, los poderes de uno y otro parecieron neutralizarse y terminaron empatando sin goles.
La igualdad no le vino mal a los de Edinson Cavani porque sostuvieron la punta. Sí, fue una de esas veces en donde uno es mejor que cero. Liverpool, por su parte, si bien aumentó a 68 el número de partidos sin perder en Anfield, relegó su segundo puesto en la tabla, siendo pasado por el Leicester City.
Cavani fue suplente, pero jugó la última media hora del partido. No tuvo muchas ocasiones en donde poder hacer lo que más sabe, goles, porque su equipo más bien se defendió ante la posesión y el juego de los locatarios. Sí el uruguayo discutió con alguno de sus compañeros, cuando en un par de jugadas donde Edin era la mejor opción de pase no se la dieron y terminaron perdiéndola.