Francia jugará su cuarta final e irá por su tercer título tras obtener el primer puesto en 1998 y en 2018, además de buscar el bicampeonato. Mientras que su rival, Argentina, irá por su tercera copa tras levantar las de 1978 y 1986. El conjunto que gane superará, además, a Uruguay, que también tiene dos Copas del Mundo en su palmarés.
Será la primera vez que estas selecciones se vean en la final de un Mundial. Argentina se enfrentó a Uruguay cayendo 4-2 en 1930, a Países Bajos en 1978 con triunfo 3-1 y jugó con Alemania en tres ocasiones: ganó 3-2 en 1986 y cayó 1-0 tanto en 1990 como en 2014, mientras que Francia se cruzó con Brasil en 1998 cuando ganó 3-0, con Italia en 2006 cuando cayó por penales y con Croacia en 2018 cuando venció 4-2.
Ya lo había dicho en la previa el entrenador de Francia, Didier Deschamps: su selección quiere levantar su segunda copa consecutiva. “Hay emoción de orgullo. Hoy fue un gran paseo. Llevamos un mes junto a los jugadores. Nunca es simple pero ahora todo es felicidad. Mis jugadores y todo el grupo son recompensados por el trabajo”, dijo el entrenador a la FIFA al término del partido en el que su equipo dejó afuera del Mundial a Marruecos y avanzó a la final.
Por su parte, el técnico marroquí, Walid Regragui, analizó que contra un equipo como Francia el más mínimo error se paga caro. “Fue mucho mejor en la segunda mitad. Tuvimos situaciones, no marcamos y luego el segundo gol nos mató. Pero bien hecho, eso no quita todo lo que dimos antes”, declaró.
También habló al final del encuentro el delantero Randal Kolo Muani, de 24 años, quien confesó que está viviendo un sueño que tuvo desde niño. “Todos lo creímos, yo también lo creí. Podemos estar orgullosos de nosotros mismos. Hicimos el trabajo en la primera parte, supimos estar muy fuertes defensivamente y metimos la segunda para matar el partido”, sostuvo, a la vez que se proyectó en la final: “Estoy muy orgulloso de mí y de mis compañeros. Espero que nos vayamos a casa con la copa. Una final no se juega, se gana. Afrontaremos este partido como siempre lo hemos hecho en la competición, con muchas ganas y concentración. Tendremos que ser nosotros mismos. Somos un grupo muy unido y creo que eso servirá”, agregó.
Por otro lado, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, confesó que vivió el partido “tenso”, porque los marroquíes jugaron “tremendamente bien”. “El partido no hubiera sido el mismo si hubieran empatado. Vimos mucho corazón, a veces sufrimos, pero vimos un equipo muy grande. Muchas gracias a Didier Deschamps y a este equipo que combina varias generaciones. Ganaremos y traeremos de vuelta la copa. Este equipo me hizo sentir muy orgulloso”, expresó el mandatario.