La Copa del Mundo ya llegó a Argentina donde un pueblo la recibió en las calles con altas horas de festejos. El cierre de Qatar 2022 nos permite analizar algunas tendencias que se vieron en cuanto a planteos tácticos de los jugadores, estilos de juego y récords que se rompieron.
Uno de ellos fue el de ser el Mundial con más goles de la historia: se convirtieron 172 goles, superando por uno al Mundial de Brasil 2014, donde se habían anotado 171.
Desde el Mundial de Francia 1998, participan 32 selecciones en el torneo, por lo que los mundiales de la era moderna son los que cuentan con más posibilidades de ser los torneos con más goles.
Si vamos al promedio de gol por partido, pareciera imposible alcanzar la cantidad de goles que se anotaban en las primeras Copas del Mundo. En Qatar 2022 se anotó un promedio de 2,69 goles por partido. Sin embargo, el Mundial de Suiza 1954 se lleva todos los récords con un promedio de 5,3. En ese torneo, se anotaron 140 goles en 26 partidos.
Cuando comenzó la fase de grupos de Qatar, parecía difícil que este fuera a ser el Mundial con más goles anotados, ya que la primera instancia del torneo fue la que registró más empates 0-0.
En la primera fecha se registraron cuatro empates sin goles, igualando así la cantidad de empates de Rusia 2018 en todo el Mundial. De esta forma, parecía bastante claro que se iba a superar el récord de siete empates sin goles en un torneo.
Sin embargo, esto no sucedió. La fase de grupos fue la que tuvo más empates sin goles en la historia, con seis partidos, pero una vez comenzados los octavos de final, sólo se registró un único 0-0 y fue el de una de las sorpresas del campeonato: Marruecos cuando eliminó a España por penales. Terminaron siendo siete los empates sin goles, igualando el récord de ediciones pasadas.
Empates sin goles
Marruecos 0-0 España
Croacia 0-0 Bélgica
Inglaterra 0-0 Estados Unidos
Uruguay 0-0 Corea del Sur
Marruecos 0-0 Croacia
México 0-0 Polonia
Dinamarca 0-0 Túnez
El grupo de estudios técnicos de la FIFA advirtió que en la fase de grupos muchos equipos especularon a jugar con cautela evitando así tomar más riesgos. De los primeros 16 partidos, cuatro habían sido empates 0-0, 25%. Los datos de mundiales anteriores registraban que 70% de los equipos que pierden el primer partido quedan eliminados en primera fase. Quizás, conscientes de este dato, muchos equipos jugaron con cautela el primer partido de la fase de grupos.
La FIFA esperaba que los partidos fueran más abiertos a partir de esta primera fecha y fue algo que, en definitiva, terminó sucediendo para alcanzar el campeonato con más goles convertidos.
Por su parte, el grupo de estudio de la FIFA comandado por Arsène Wenger ofreció otros datos interesantes previos a la final de Argentina-Francia, que mostraban diferentes tendencias tácticas de esta Copa del Mundo, varias de ellas que ya se pueden observar en el fútbol de clubes de élite.
Según la FIFA, este fue el Mundial de los bloques medios, equipos no tan bajos pero muy compactos. A la hora de analizar fútbol, se pueden definir los bloques defensivos dependiendo de su altura en el campo de juego. Por definirlo a grandes rasgos, el bloque alto es cuando un equipo defiende prácticamente en campo contrario, el bloque medio se sitúa con el equipo defendiendo en el tercio medio del campo de juego, con los delanteros no tan altos en la cancha y los defensores no defienden tan cerca de su arquero. Por último, en el bloque bajo los equipos defienden más cerca de su arquero con todos sus jugadores prácticamente en el tercio inicial de la cancha.
Más allá de estilos, todos los equipos pasan por momentos defensivos de bloque alto, medio o bajo durante un partido, aunque algunos buscan hacerlo más frecuentemente en una de esas fases y se especializan en esa forma defensiva.
La distancia de la altura defensiva se mide entre la línea de fondo del equipo que está defendiendo y el jugador más próximo entre los jugadores de campo. En Rusia 2018 las líneas defensivas cuando el equipo estaba en bloque medio se colocaban en promedio a 35,8 metros por partido, mientras que para Qatar 2022 los equipos estaban defendiendo más altos en la cancha, a 37,6 metros promedio por partido. También aumentó en 9% el porcentaje de tiempo que se pasaron los equipos defendiendo en bloque medio.
Esto fue una de las virtudes que desarrolló Marruecos, por poner un ejemplo. La revelación del Mundial era un equipo que defendía en forma muy compacta en un bloque medio. Frente a España, colocó a su bloque medio a 36 metros de altura y generaba un bloque muy compacto con sólo 19 metros entre su jugador más retrasado en la cancha y el más adelantado.
Al defender más tiempo en bloque medio, más alto en la cancha y con líneas más compactas, se dificulta que los jugadores puedan recibir por el centro del campo y se obliga a jugar más por las bandas. También genera un mayor espacio detrás de la línea defensiva rival para que jugadores rápidos puedan sorprender con diagonales por detrás de la línea defensiva.
Estas variantes también fueron analizadas por el grupo técnico de la FIFA antes de la final de Argentina-Francia. Se analizaron cómo fueron convertidos los goles y cómo se finalizaban las jugadas de ataque en el último tercio. Se pudo apreciar que hubo menos centros en situación de juego vivo (sin contar pelota quieta) por partido en comparación con Rusia 2018, una disminución de 14,3 en 2018 a 13,5 centros por partido en 2022. A pesar de haber menos centros, aumentaron la cantidad de goles por centro de 24 a 45, un aumento de 83% de un Mundial a otro.
Es cada vez más usual que los centros se hagan desde el ángulo del área grande y no tanto de la línea de fondo. El espacio entre la línea defensiva y el golero es mayor y el jugador ofensivo tiene la ventaja de poder atacar el espacio de frente y generar una ventaja.
Más data
Otra de las conclusiones que deja este Mundial es una tendencia que ya tiene años cambiando y es sobre el rol del delantero centro. En Qatar los delanteros centro recibieron 21% menos la pelota en el último tercio de la cancha en comparación con Rusia 2018.
También tuvieron 14% menos de recepciones de pases entre la línea de defensores y la línea de mediocampistas rivales. Lo que sí aumentó fue la cantidad de veces que se ofrecieron para recibir por detrás de la línea defensiva rival, situación de juego que aumentó 34% en comparación con el último Mundial. Estos datos están directamente relacionados con los que repasábamos anteriormente en relación con el bloque medio; los delanteros tienen menos espacio para recibir la pelota de espaldas al arco pero se les está dando más espacio entre la línea defensiva y el golero, por lo que se pueden aprovechar pelotas en profundidad.
A su vez, el rol de los delanteros es clave para tratar de estirar al equipo rival, ofreciendo carreras en profundidad o fijando la marca de los defensores rivales para que los extremos o los interiores puedan romper la línea defensiva con carreras en profundidad y recibir sin marca en situaciones de mano a mano con el arquero. En Francia, por ejemplo, ese trabajo lo realizaba de buena manera Olivier Giroud y con sus movimientos le generaba espacios a Kylian Mbappé para que pudiera atacar los espacios con toda su velocidad y potencia.
Por último, los remates por parte de los delanteros centro disminuyeron 10% en comparación con 2018 y aumentaron las presiones aplicadas por los delanteros en 14%. Acá tenemos el ejemplo de Julián Álvarez, el delantero de Argentina que fue un jugador clave en el equipo, liderando en muchos partidos las presiones directas e indirectas de su equipo.
En relación con los remates, es interesante remarcar un dato proporcionado por la empresa Opta y que analizaron en la web de Big Data Sports. En este Mundial se aumentó la tendencia que se está observando desde hace varios años de rematar menos pero más cerca del arco rival. Desde el Mundial de México 1970 hasta el actual, los remates desde dentro del área pasaron a ser cercanos a 35% hasta 65% en este Mundial. Sin duda que modelos estadísticos como los goles esperados (xG) tienen en cuenta las zonas en donde es más probable anotar un gol y se analiza el bajo valor de efectividad que tiene un remate desde media o larga distancia. Por lo que los equipos buscan llegar a zonas donde es más probable convertir un gol.
Apunte final
Si bien Qatar 2022 fue el Mundial en el que se anotaron más goles, según los datos de Instat, podemos observar que los equipos rindieron por debajo de sus goles esperados. Se marcaron 172 goles de 182,67 xG.
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