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Bernardo Pollero.

Foto: Alessandro Maradei

Cómo afectan la presión mediática, las hinchadas y las redes sociales al arbitraje

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Más dimensiones del trabajo de los árbitros uruguayos, en una profesión individualista que depende del buen funcionamiento en equipo.

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Leído por Andrés Alba.
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Las condiciones salariales del rubro arbitral fueron explicadas en detalle en la anterior edición de Garra. Para ahondar sobre las condiciones laborales y la presión ejercida sobre los árbitros, Garra habló con Javier Feres, tesorero de la Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol (AUDAF) y árbitro de Primera Categoría de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), y Bernardo Pollero, exárbitro AUF que actualmente se desempeña en el ámbito amateur.

Presión

Con la televisación de la totalidad de los partidos del fútbol profesional uruguayo desde la vuelta al fútbol en pandemia, la polémica se instala programa a programa en los medios. Las hinchadas presionan al equipo arbitral y los errores, por más ínfimos o subjetivos que sean, son condenados desde tribunas y micrófonos. Para Bernardo Pollero, “el arbitraje siempre trabaja bajo presión porque tomamos decisiones constantemente, ya que tanto cobrar como no cobrar algo es tomar una decisión. El jugador está mirando y te va a protestar, desde el baby fútbol, los juveniles –que por nuestra cultura son muy competitivos–, y ni que hablar en Primera. Un punto aparte es el público”.

Pollero reconoce que hay un trabajo diario para canalizar, soportar y trabajar con esa presión. “En partidos complicados y en partidos picados, la presión y la tensión con las que trabajás, en combinación con el esfuerzo físico y mental, implican mucho. Seguramente haya otros trabajos complicados y exigentes, pero el arbitraje es uno”, explicó el exárbitro AUF.

“Todo lo que pasa en la cancha se puede ver por todos lados en las redes y en los programas de televisión”, alertó Feres, y añadió: “He visto publicaciones en redes respecto a mis fallos arbitrales, si tuve un error, me comí un penal o algo, googleás mi nombre y es palo, palo y palo. Calculo que con el tiempo lo vas curtiendo, pero te afecta, ninguno de nosotros tiene una coraza que le resbala todo lo que le digan, aunque cuando entramos sabemos que esto es parte”.

“El rubro va en camino a ser profesional a medida que va pasando el tiempo, a pesar de que es común leer o escuchar que la prensa diga que no”. Javier Feres.

Ambos reconocen que los árbitros de primera categoría y FIFA son los más expuestos y que desde los programas deportivos falta una visión técnica y que analice desde el reglamento. “Hace falta salir de la polémica, de si fue penal y estuvo bien cobrado, no quedarse en eso y pasar a entender el juego y la regla. Además, entender la técnica arbitral y no sólo las reglas de juego, ya que tienen que estar permanentemente interpretadas por quien arbitre”, reclamó Pollero, que a su vez entiende que “lo que vende es la polémica”.

El tesorero de AUDAF coincidió: “Al ser personas, nos equivocamos, y a veces no nos equivocamos e igualmente nos destacan decisiones a criterio personal de la prensa”.

“Es cierto que quedamos muy expuestos si cometemos errores, pero no creo que el nivel arbitral haya bajado, todo lo contrario. Tenemos capacitación continua en el Colegio de Árbitros, trabajo de campo los miércoles y repaso de la fecha anterior los viernes”, explicó Feres respecto del rodaje que llevan semana a semana.

Una posible solución sería que los protagonistas del arbitraje tuvieran un espacio de participación y comunicación frente a la opinión pública. “Están impedidos, siempre se vio mal acá que los árbitros hablaran de las jugadas. No lo pueden hacer, hay un impedimento reglamentario: el árbitro no puede hacer declaraciones públicas ni de sus jugadas ni de las de los demás, aunque a veces algunos árbitros acceden a explicar”, dijo Pollero.

No obstante, se mostró afín a encontrar una alternativa a futuro, ya que cree que “falta divulgación, al menos de gente idónea o árbitros retirados. Algunas personas que compartan sus conocimientos sobre este tema en redes sociales, que han estudiado mucho y pueden ilustrar muy bien los conceptos”.

En materia de salud mental, el Colegio de Árbitros tiene un departamento con dos psicólogos a disposición de los árbitros. “Podemos hablar con ellos; de hecho, cuando en la carrera tuve un revés y problemas personales pude hablar con el psicólogo, me hizo el seguimiento y luego me dio el alta”, recordó Feres, y admitió: “La realidad es que quizá no usamos este recurso como deberíamos, ya que la presión que sufrimos es sostenida. Tenemos que usarlo más”.

En equipo

A pesar de que en los cierres de cada año los árbitros ascienden o descienden de categoría por un concepto global individual, el trabajo del partido depende del complemento de las actuaciones de la terna arbitral compuesta por el juez central y los asistentes, y en las categorías profesionales, del cuarto árbitro. “Son carreras individuales y es cierto que cualquier compañero es competencia, pero no se percibe así en los entrenamientos ni asambleas. Una muestra del apoyo y la unión se ve en este caso particular, que tuvimos que tomar una medida fuerte por un hecho fuerte”, apuntó Feres.

“Es bastante ambiguo porque el arbitraje es una carrera individual en la que si te promueven te toca a vos, pero jamás trabajás solo, siempre tenés un equipo conformado por mínimo tres en amateur y cuatro en el fútbol profesional. Más si hay videoarbitraje [VAR]”, detalló Pollero.

Agregó: “Muchas veces tu éxito depende del compañero, porque si un compañero tiene un error afecta a sus compañeros de terna. Al mismo tiempo, no deja de ser una carrera individual, en la que se evalúa la actuación individual”.

Las nuevas directivas de FIFA impulsan acciones al respecto, ya que es común que se trabaje con ternas fijas para los torneos internacionales; para Pollero esta es una señal de que “apuestan por un trabajo en equipo más aceitado”.

Con el VAR se suman más integrantes al equipo para mejorar la calidad del trabajo arbitral. “El VAR va a ayudar a minimizar el error, sin duda que sí, es un seguro que tenemos, ya que cualquier error grande podemos volver a verlo en el momento”, explicó Feres, y añadió: “La tecnología nos puede ayudar ya que la gran mayoría de nuestros errores son cometidos por un tema de apreciación, ya sea por estar tapados, la velocidad de la jugada o por otras circunstancias”.

“El rubro va en camino a ser profesional a medida que va pasando el tiempo, a pesar de que es común leer o escuchar que la prensa diga que no”. Javier Feres.

Precarización inicial

Algo que no ayuda a que los arbitrajes se desempeñen en su versión más profesional es el hecho de que al iniciar la carrera es común que los árbitros trabajen en hasta seis partidos por fin de semana.

“En las categorías juveniles llegan a hacer hasta cinco o seis partidos por fin de semana. No sé si la palabra es ‘precarización’, pero seguro que es menos profesional que hacer un partido por fecha”, admitió Feres y se explayó: “No hay tantos árbitros como para cubrir todos los partidos, porque no es una carrera en la que abunden los trabajadores. No sé si faltan árbitros en Uruguay, pero sí en el ámbito de la AUF”.

“Es así por la cantidad de partidos, se necesita un montón de árbitros y no se llega a cubrir la demanda. Hay un tema económico, ya que para la AUF es más oneroso tener una plantilla muy grande, y ahí están los del gremio que intentan negociar siempre”, valoró Pollero. Dijo que esta es la realidad que vive desde sus inicios y aseguró que tiene su lado positivo porque “hacés más partidos y ganás más, agarrás mayor experiencia, pero no podés estar al 100% todos los partidos. Supe trabajar en hasta seis partidos en un fin de semana, cuatro un sábado y dos un domingo. Aunque estaba haciendo de línea y tenía 25 años, en el último partido no podía dar ni el 50%”.

En la misma línea, Feres dijo: “Físicamente y mentalmente llegás al último partido desgastado y no tenés la concentración que tenías en el primero. Hemos tenido conversaciones con AUF para que ingrese más gente y ellos han abierto cursos, pero tampoco se presentan tantos. Actualmente hay 55 aspirantes en el curso y es más que los que tuvimos en años anteriores”.

Futuro

En el horizonte se puede observar un futuro que auspicia mayor profesionalización. “Las generaciones nuevas lo demuestran. Cada árbitro que entra es más profesional que cuando nosotros entramos. De hecho, cuando entré entrenaba dos veces por semana y ahora entreno todos los días menos el día del partido”, destacó Feres.

En cuanto a sus perspectivas sobre el arbitraje en Uruguay, el tesorero de AUDAF resumió: “El rubro va en camino a ser profesional a medida que va pasando el tiempo; a pesar de que es común leer o escuchar que la prensa diga que no, si comparan la actividad arbitral hace diez años con lo que es hoy se ve que es totalmente diferente, aunque todavía falte”.

Amenazas

Respecto de la suspensión de la fecha número cinco del Campeonato Uruguayo con motivo de la amenaza a varios colegas, los jueces consultados prefirieron no emitir declaraciones para no afectar la negociación de sus representantes en aquel entonces.

Para Pollero “amenazas llegan desde la tribuna siempre; ‘te voy a matar’ es una amenaza en cualquier otro ámbito o trabajo, incluso en la calle. Para el árbitro es moneda corriente, es normal, es parte del folclore, como dicen, y está lamentablemente aceptado”.

“Con el desarrollo de las redes sociales el tema adquiere otro carácter; hoy en día cualquiera te busca por tu nombre y te amenaza por ahí o te mandan un mail”, coincidió con su par y sentenció: “No podemos jugar con ese riesgo, tenemos que resguardar al trabajador. Aunque nunca haya pasado, no queremos tener que lamentarlo”.

“No tengo recuerdos de que hayamos recibido tantas amenazas como en los últimos cinco años. Para mí no era algo normal y con el paso del tiempo se ha normalizado en el ámbito deportivo”, manifestó Feres.

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