Luego del éxito en el grupo B del Sudamericano sub 20, en el que clasificó primera, invicta y siendo el equipo con más goles convertidos y menos recibidos, ahora la selección uruguaya comienza su recorrido en el hexagonal final. Colombia, a las 22.00 de nuestros relojes será el rival uruguayo en el partido que hoy cerrará una primera fecha que, además, tiene los choques entre Paraguay y Venezuela, y entre Brasil y Ecuador.
La historia cambia. Tras el buen desempeño en Cali, donde se desarrolló el grupo de los celestes, la fase de cierre del torneo será en Bogotá, donde todo cambia a 2.800 metros de altura sobre el nivel del mar. Hay algo en la adaptación a ese espacio que puede (o suele) incidir en el rendimiento de Uruguay, a quien siempre le cuesta jugar en esas condiciones. Encima, como si fuera poco, se enfrentará al local.
Colombia es una muy buena selección. Fue segunda en su grupo, pero porque ahí estaba Brasil, siempre difícil en estos torneos. Más allá de eso, los cafeteros no perdieron en el grupo A, así que también llegan invictos al hexagonal en el que están en juego el título de campeón, cuatro lugares para el Mundial de la categoría y tres para los Juegos Panamericanos de Chile.
En la historia
En Colombia, precisamente, se jugó el último Sudamericano sub 20 en el que Uruguay no logró clasificar al Mundial. Corría 2005 y la celeste llegó, esa vez, a la tercera ocasión seguida en no lograr acceder al torneo más importante de la categoría: Uruguay faltó a los mundiales sub 20 de Argentina 2001, Emiratos Árabes 2003 y Países Bajos 2005.
Después, cuento conocido hasta para los distraídos. Desde que Óscar Tabárez arribó al Complejo Celeste con su plan integral de selecciones, la sub 20 nunca más faltó a un Mundial. Y no sólo eso, sino que en 2013 jugó la final del campeonato, aquella que perdió contra la Francia liderada por Paul Pogba; Nicolás Diente López fue balón de plata y Guillermo de Amores el mejor arquero.
Volviendo a la historia de los sudamericanos, en 2017 Uruguay fue campeón. Luego se jugó el de 2019, en el que se coronó Ecuador, y después la pandemia sacó de ambiente a los campeonatos juveniles. Es la celeste el segundo país con más títulos de esta clase, ocho, sólo superado por Brasil, que tiene 11. Detrás de la celeste está Argentina con cinco -y no volverá a sumar porque ya quedó eliminada-, y luego aparece Colombia, que acumula tres títulos sudamericanos.
Lo bueno no asegura
Hay varias cosas para decir sobre lo que mostró Uruguay en el grupo, que pueden ser importantes para la parte final del campeonato. Lo más notorio es la capacidad de generación: los celestes fueron los que más tiros tuvieron -por algo es la selección más goleadora- con 70 tiros al arco, casi 15 más que los que lograron Brasil y Colombia, los otros dos invictos.
Aparte de ese mérito, que es colectivo por donde se lo mire, Uruguay también tiene muy buenas individualidades, jugadores con clase y solvencia que saben manejar los hilos de los partidos más allá del resultado circunstancial en el que estén. Fabricio Díaz, Facundo González, Mathías de Ritis, Renzo Sánchez, Franco González, Juan de los Santos y los Rodríguez de adelante, Álvaro y Luciano, están en otro nivel y cada vez que estuvieron finos se notó la diferencia.
Colombia es un equipo dinámico y que va a presionar para hacer valer la altura a su favor. Tiene un arquero seguro, dos volantes centrales que hacen muy bien su tarea, Juan Castilla y Gustavo Puerta, y jugadores rápidos en ofensiva, como Óscar Cortés, Miguel Monsalve y Juan Fuentes.