La delegación uruguaya tuvo a su tercer participante en salir a la pista del Mundial de Budapest, y el último de los que competirá en el estadio. Tras las actuaciones de Santiago Catrofe en 10.000 metros y Emiliano Lasa en salto largo, fue Valentín Soca, oriundo de Vichadero, quien compitió en la prueba de los 500 metros. Terminó último en su serie, en el puesto 21, con un tiempo de 14 minutos, 16 segundos y 15 centésimas.
Su actuación debe ser medida en sus propios parámetros, teniendo en cuenta que clasificó como campeón sudamericano, pero que ni por marca ni por ránking mundial hubiese tenido la posibilidad de competir en este evento. En ese sentido, no igualó su mejor tiempo (13:30.68 - récord sudamericano sub-23). El récord nacional está en poder de Santiago Catrofe (13:26.78).
El gran mérito de Soca, quien durante ocho de las 12 vueltas a la pista se mantuvo prendido al grupo, fue el de conseguir la consagración continental algunas semanas atrás en San Pablo, para marcar presencia en Budapest.
Las últimas cuatro vueltas a la pista fueron el momento en el que el grandísimo nivel de los atletas de punta le impidió al uruguayo seguir el ritmo. Estamos hablando, entre otros, del noruego Jakob Ingebritsen, uno de los célebres hermanos -Filip y Henrik también son atletas-, medallista olímpico y campeón mundial vigente en esta prueba. Paul Chelimo, que representa a Estados Unidos, también compitió. Es actual medallista de bronce olímpico en los 5.000, lo había sido de plata en Río 2016 y sigue escribiendo su nombre en las grandes competencias. Ambos clasificaron a la final.
Al no meterse entre los ocho mejores de su serie, la primera participación de Soca en un Mundial se dio por finalizada.
Ahora sólo resta esperar la participación de Andrés Zamora, Cristhian Zamora y Nicolás Cuestas el próximo domingo desde las 2.00 hora uruguaya, en la maratón que recorrerá la ciudad de Budapest por las dos márgenes del río Danubio, con llegada y salida en la Plaza de los Héroes.