El uruguayo Gastón Martirena descolló en Liverpool en la previa a la obtención del Campeonato Uruguayo de la mano de Jorge Bava, ganó un Apertura, un Clausura y una Supercopa, puso a Liverpool sobre el tapete de los ganadores y fue fichado por. Racing Club de Avellaneda, donde, en silencio, se convirtió en figura. Ya en Liverpool su rendimiento era superlativo, pero su pegada de larga distancia es la marca de agua. A base de golazos se instaló en el corazón de la academia y disputará la final de la Copa Sudamericana, hecho muy festejado ayer por la parcialidad en el Cilindro de Avellaneda.
Martirena fue titular en la victoria de su equipo este jueves, gracias a dos goles del impecable jugador colombiano Juan Fernando Quintero. A pesar de empezar perdiendo 1-0 a los seis minutos del partido, Racing se impuso 2-1, con los dos goles de Juanfer, a Corinthians y jugará una nueva final. La cita será el 23 de noviembre en el estadio La Nueva Olla de Asunción y el rival será el Cruzeiro que derrotó a Lanús para obtener la clasificación.
El delantero del timão Yuri Alberto abrió el marcador recién iniciado el partido. Esto le dio el tenor de épica que le hacía falta, aunque, con un Racing golpeado, Corinthians pudo haber seguido de largo en los minutos posteriores al gol. Pudo haber sido con la figura neerlandesa Memphis Depay y también lo tuvo Rodrigo Garro, pero el arquero local, Gabriel Arias, se quedó con el mano a mano. Todo Racing fue por la gloria más linda, la de remontar la desventaja. El colombiano Quinteros se convirtió en figura con dos goles en tres minutos, a los 36 y a los 39 minutos.
El primero fue tras un desborde de Maximiliano Salas, que tiró un centro atrás que dio en la mano del futbolista José Martínez. El árbitro chileno Felipe González marcó el penal y Juanfer, fuerte y al medio, batió a Hugo Nogueira para igualar el resultado y el tanteador de la serie. Pero Racing no se quedó con eso y fue por más. El impulso de su gente hizo que tres minutos después Salas ubicara a Maravilla Martínez, que peinó la pelota para que Juanfer nuevamente hiciea lo que más sabe hacer: goles históricos. Así se fueron a los vestuarios para el entretiempo. El Cilindro de Avellaneda era una olla a presión recién destapada y oliendo a gloria.
En el complemento, el director técnico de Racing, el tan querido por la gente Gustavo Costas, movió el banco de suplentes para hacer el soporte. Corinthians tiene un equipazo, le hizo frente a la derrota y tuvo sus posibilidades de empatar. Pero el Racing de Gastón Martirena se quedó con la llave y enfrentará a Cruzeiro en la final. La academia irá por su séptimo título internacional, entre los que se destaca la Copa Libertadores de 1967 y la Copa Intercontinental del mismo inolvidable año, así como la Supercopa Sudamericana en 1988, en la que derrotó, justamente, a Cruzeiro.