Con un único gol anotado por el joven Darlison Rodríguez a los 13 minutos de comenzado el partido y cuando Nacional procuraba adaptarse a las condiciones físicas de jugar en la altura, Always Ready derrotó por la mínima diferencia a los tricolores. Cuando terminó el juego, lo uruguayos no festejaban el resultado, pero mostraban conformidad mientras, mientras que los bolivianos trasuntaban desazón.
“Se juega donde se vive” es la justa máxima del Always Ready. Los bolivianos juegan ahí e intentan sacar ventaja de esa situación que presenta enormes dificultades para los colectivos que los visitan y no están acostumbrados a jugar en esas condiciones. No hay trampa, no hay sorpresas.
¿Qué puede esperar un equipo del llano cuando va a jugar la primera parte de una llave decisiva en tales circunstancias con el agravante de que conoce el antecedente inmediato cuando el local le ganó 6-1 a su oponente y determinó ya en la ida la clasificación?
¿Pudo haber hecho más Nacional? ¿Pudo haber jugado otro tipo de partido? No lo sabemos, pero sí sabemos que este resultado final no es malo si se tiene la expectativa de ganar en Uruguay. La semana que viene sabremos qué valor tiene esta derrota por mínima.
Desde arriba
De acuerdo con el planteo ensayado por Nacional, durante los primeros minutos había diez futbolistas tricolores detrás de la línea de la pelota y sólo quedaba Ruben Bentancourt a la altura de la media cancha para intentar captar alguno de los rechazos uruguayos. Nunca la cazaba Nacional por un problema de tiempos, de cálculo, de respuesta, de no poder hacer a 4.100 metros sobre el nivel del mar lo que hacen cada día desde que son futbolistas.
Sólo se jugaba en campo uruguayo como consecuencia de la exigencia que implica la altura.
Apenas cuando el segundo remate de Darlison Rodríguez llegó al arco se anunció el primer gol de Always Ready. El delantero boliviano se movió de la izquierda hacia el centro, en medio de los cinco defensores tricolores, se sacó de encima a Franco Romero y remató esquinado contra el caño izquierdo de Mejía, que apenas pudo mirar la pelota.
Pareció que se podía venir un sismo, pero fue una sensación equivocada, ya que después de la vibración que generó el gol, todo se enlenteció. Fue lo que Nacional propuso: demorar, intentar que la pelota no estuviera en juego y, cuando la recuperaba, buscar un espacio que le diera aire para tenerla por unos segundos. Los bolivianos, en cambio, intentaban seguir atravesando la barrera de los uruguayos, pero no encontraban cómo hacerlo ante la duplicación de futbolistas tricolores tratando de que la pelota no llegara al área.
Nacional pudo haber tenido una oportunidad de llegar a campo contrario cuando a los 30 minutos tuvo un tiro libre desde la mitad de la cancha, en el que se preparaba una buena cantidad de futbolistas para intentar cabecear la pelota, pero esta no llegó a atravesar la medialuna. A los 40 minutos llegó lo que se podría definir como el segundo ataque tricolor, cuando Bentancourt logró robar una pelota, puso la carrera que podía y, al entrar al área muy escorado hacia la izquierda, definió cruzado intentando darle sentido a esa oportunidad.
Otro aire
Se fueron a los vestuarios con un resultado no tan distante de las expectativas de Nacional, basado en la incidencia del doble bloque tricolor que quitaba espacios o posibilidades de sorpresa boliviana y, fundamentalmente, en una gran faena de Mateo Antoni, que estuvo atento y despierto para solventar los inconvenientes que se presentaran en su zona y en las de sus compañeros zagueros centrales, Juan Izquierdo y Franco Romero.
En el complemento Álvaro Recoba y Nelson Javier Abeijón propusieron una variante bastante más osada de lo que se podía esperar. Dieron ingreso a Jeremia Recoba por Izquierdo, pasando casi a una línea de cuatro pero cerrando a Báez y metiendo entre los centrales a Lucas Sanabria.
Notoriamente fue mucho mejor el segundo tiempo de los uruguayos, con mejores traslados y tenencia mínima de la pelota en la media cancha.
El ingreso de Christian Ebere renovó las mínimas fuerzas atacantes tricolores, Recoba movió bien cada pelota que estuvo bajo su dominio, y creció Francisco Ginella. Por la izquierda se volcó toda pretensión de juego, más allá del mediocampo de Nacional.
Los bolivianos, si bien se arrimaron en un par de oportunidades en las que Mejía se destacó, se fueron quedando cada vez más y Nacional terminó valorando casi como un empate esta derrota que deja la llave muy abierta para la revancha en el Parque Central.
No hay forma estandarizada de valorar estas prestaciones con tan alto grado de dificultad, pero parece que Nacional ha conseguido algo parecido a lo que quería.
Detalles
Estadio: Estadio Municipal de El Alto, Bolivia Árbitros: John Ospina, Alexander Guzmán y Jhon Gallego (colombianos).
Always Ready (1): Alain Baroja; Diego Medina (45’ M Panigua), Luis Caicedo, Marcelo Suárez, Héctor Cuéllar; Adalid Terrazas (89′ José Martínez) , Robson Matheus, José Carabalí (89′ Julio Herrera), Darlison Rodríguez (65′ Ayron del Valle); Dorny Romero, Wesley da Silva. Entrenador: Oscar Villegas.
Nacional (0): Luis Mejía; Leandro Lozano, Juan Manuel Izquierdo (46’ Jeremía Recoba), Franco Romero, Mateo Antoni, Gabriel Báez; Antonio Galeano (88′ Rodrigo Chagas), Francisco Ginella, Lucas Sanabria (78’ Christian Oliva), Gastón González (60′ Fredy Martínez) y Ruben Bentancourt (60′ Christian Ebere). Entrenador: Álvaro Recoba.
Gol: 13 Darlison Rodríguez (AR).