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Patricio Córdova, el 11 de noviembre, durante la actividad en el bar Dublín, en Montevideo.

Foto: María Vivanco

Patricio Córdova: “Los derechos humanos son una reivindicación que para el fútbol moderno genera una incomodidad”

4 minutos de lectura
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El editor de Matecito Amargo estuvo en Montevideo, donde generó una mesa de discusión con la premisa de repensar nuestros clubes de fútbol.

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Patricio Córdova habla con metáforas futboleras, así como un técnico o como un 10 que ordena pero no manda. Dice “le paso la pelota”, así como “la cancha de las cosas”. En casi cualquier pasaje de la conversación puede haber una defensa dormida o una difícil delantera, un goleador de dos áreas o una luchadora de todas las canchas. Así vive, y eso se refleja en la editorial Matecito Amargo, que lleva adelante con el cuerpo como en el fútbol. Es inspirador ver cómo se acompañan con su “polola” la Isa; así debería ser siempre el juego del amor.

El bar Dublín está en el corazón de Parque Battle, donde el barrio Miramar se pisa con Villa Dolores y La Mondiola. Cuando alguien entra al bar y busca el banderín de su equipo en las paredes, su cara es la cara de la infancia. Patricio se puso a recorrer pueblos y culturas con algunos disparadores como tiros libres, como un libertador de los cuadros que atraviesa fronteras, con el banderín como resistencia, una especie de puja al fútbol moderno.

Hace algunos días sucedió en el Dublín (Ramón Anador y Chacabuco), el lugar más recóndito del mapa de esta primera gira entre charlas y libros, la instancia para repensar los clubes del fútbol uruguayo. El Dublín, dice Córdova al inicio de la conversación, tiene un corazón parecido al del club Yungay en Santiago. La charla, llevada adelante por Córdova, iquiqueño aunque colocolino, partió de tres publicaciones y una serie de experiencias puestas a disposición por los panelistas. Los libros presentados por la editorial fueron Fútbol antifascista, ¿SADP? ¡No, gracias! y DDHH y fútbol, todos de Matecito Amargo, además de la colección de “Repensando nuestros clubes”, que tendrá una nueva edición luego de la gira.

En el panel estuvieron Sebastián Chittadini, periodista, escritor y docente, que participó en el libro Fútbol y dictaduras de Matecito Amargo, y Natalia Rovira, fotógrafa, integrante del colectivo Cuerpas Reales Hinchas Reales, que retrata hinchas mujeres del fútbol latinoamericano y del mundo, y por ser además una de las impulsoras, junto con Fiorella Rodríguez, del libro Pioneras (Editorial Túnel), sobre 14 historias de fútbol femenino en Uruguay. Por otra parte, también se presentaron el colectivo Bolso Antifascista, con Bruno, uno de sus integrantes, y la venezolana Yelitza Pernía, integrante de la Comisión de Fútbol Femenino de Montevideo Wanderers, que se enamoró del bohemio cuando un viento la trajo a Uruguay y Wanderers apareció como una casa –es que, quizás, los clubes son casas–.

“Nos llevamos la idea y el sentir de que la gente quiere encontrarse a pesar de que habitamos distintas maneras de entender el fútbol”, dice Córdova a la diaria. “A pesar de habitar distintas comunidades dentro de lo mismo, como puede ser el periodismo, la fotografía, las comisiones de fútbol femenino, desde el antifascismo hay una necesidad de encontrarse a construir”.

La gira partió de Santiago e incluyó la ciudad de Córdoba, la librería Entretiempos de Buenos Aires, un lugar dedicado al fútbol, y también La Libre, de San Telmo, antes de recalar en Uruguay, reuniendo a distintas personas, participantes o no de los libros de la editorial, que puedan “brindar el dispositivo para el encuentro”. “Así como hay distintos territorios, los clubes van agarrando distintas corporalidades”, dice Córdova; “estas diversidades dialogan también”. Su editorial, en ese sentido, aparece con la necesidad de contar con literatura “para poder jugar distinto”. Para eso en un inicio realizaron un curso anual de fútbol y resistencia que dio origen al primer libro en el que se registraron los testimonios extraídos de estos cursos. Desde el primer libro, la editorial está marcada por los contextos de cada libro y no por la mera experiencia de la publicación: “El objetivo es poder aportar a la resistencia de las distintas canchas a partir de la discusión y la articulación de saberes populares”.

“En tiempos de diversas opresiones sociales, los clubes han sido un lugar de salvaguarda, de los jóvenes y también de las vidas adultas, por eso es necesario repensar nuestros clubes para poder salir jugando respecto a estas presiones”, agrega. La búsqueda corre por que esos clubes sean lugares seguros y canales para el encuentro, para el crecimiento, para el “cobijo”, dice. “No perder los clubes tiene muchas caras; en Chile, por ejemplo, puede aparecer una sociedad anónima, pero en otros lados son cooptados por otras fuerzas como los narcos. De alguna manera también se trata de reivindicar a quienes han sido invisibilizados, porque lo que ocurre con el fútbol ocurre también con la sociedad. Las invisibilizaciones más estructurales también recaen en estos lugares: ¿qué cuerpos pueden jugar a la pelota? ¿Quiénes pueden ocupar cargos dirigenciales? ¿Qué niños y niñas juegan los campeonatos? ¿De qué manera se puede asegurar la participación de todas y todos?”.

Algunas de estas preguntas sobrevolaron la conversación, que se reconvirtió y se resignificó una vez que la pelota saltó al público, donde urgió la necesidad de manifestar las distintas realidades dentro de los clubes, con eje en los derechos humanos, en la soberanía y en la participación. “Vemos lucha en las canchas de Bogotá, en las canchas de la Villa 31, en las canchas de Valparaíso y en la cancha de Wanderers de Montevideo, y todas tienden a lo mismo, una negación constructiva a lo que es el fútbol moderno, el fútbol de mercado”, dice Córdova, mientras algunos comensales buscan mesa y se encuentran con una tertulia.

Foto: María Vivanco

“Los derechos humanos son una reivindicación que para el fútbol moderno genera una incomodidad”, concluye, y vuelve a preguntarse: “¿Por qué tenemos que recordar? ¿Por qué no tenemos que olvidarnos de lo que ocurrió en las dictaduras de Latinoamérica?”. Todas estas preguntas que se respondieron en Montevideo formarán parte de un nuevo libro de la editorial, de próxima salida: “La memoria, la relación entre los hinchas y las hinchas, cómo gestionan los clubes los derechos humanos, cómo se repiensan en cuanto a identidad, a género; esas cosas están pasando y hay que poder difundirlas, y para eso es indispensable nutrirse de la experiencia de otras personas”.

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