La NBA llegó a su fin. En su casa, el Paycom Center, los Oklahoma City Thunder se quedaron con el juego 7 tras vencer 103-91 a Indiana Pacers. La figura de los herederos de los Seattle SuperSonics fue Shai Gilgeous-Alexander, el MVP de la temporada, que se despachó con 29 puntos y 12 asistencias; también fueron buenos escuderos Alex Caruso, Jalen Williams y Chet Holmgren.
El juego fue más que parejo, sobre todo teniendo en cuenta que apenas pasados los 5 minutos del cuarto inicial, Tyrese Haliburton, la figura de los Pacers, sufrió una grave lesión en la pantorrilla de la pierna derecha y fue sacado en andas, sin poder volver al partido. Pese a la falta de su mejor jugador, Indiana demostró muy buen juego colectivo y se fue al descanso 48–47 arriba.
Sin embargo, los Thunder salieron mejor al tercer cuarto. Gilgeous-Alexander dominó los hilos, Caruso fue el abanderado de una defensa que se impuso, aparecieron puntos importantes de Williams y Holmgren, y así cerraron el período 81-68 arriba. Indiana no fluyó bien y quedó a expensas de los puntos que aportó TJ McConnell.
La ausencia de Haliburton cada vez empezó a pesar más en unos Pacers que no encontraron ni conducción ni buenos tiros, y los Thunder fueron sellando el histórico triunfo, el primero del equipo, aunque no el primero de la franquicia, que antes, con los SuperSonics, había campeonado en 1979.