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Hinchas de París Saint-Germain durante la semifinal ante Real Madrid por la Copa Mundial de Clubes en el estadio MetLife, en Nueva Jersey.

Foto: Timur Mathari, AFP

Mundial de Clubes: PSG jugará la final con Chelsea

2 minutos de lectura
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El equipo francés liquidó el partido en el primer tiempo con tres goles al hilo y en el segundo tiempo convirtió el definitivo 4-0; Real Madrid tuvo dos errores que significaron los dos primeros goles en apenas diez minutos.

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Real Madrid y París Saint-Germain nos regalaron otro partido increíble. En el MetLife Stadium de Nueva Jersey, por el Mundial de Clubes, el PSG dio una clase de fútbol ante un Madrid sometido. El equipo de Luis Enrique ejerció una presión insostenible para el equipo merengue, cuya defensa cometió dos errores consecutivos que terminaron en las piolas.

Tras la primera semifinal, en la que Chelsea se aseguró el boleto frente al último sudamericano, Fluminense, parisinos y madrileños peleaban el segundo lugar en la final del próximo domingo. Real Madrid llegaba luego de eliminar a Borussia Dortmund. El PSG, por su parte, venía de clase en clase. El equipo de Luis Enrique practica el fútbol perfecto. El Real Madrid de Xabi Alonso tuvo una baja de último momento, el inglés Trent Alexander-Arnold, y eso obligó al entrenador a ubicar a Federico Valverde en el lateral derecho. El capitán del equipo perdió protagonismo en esa ubicación, pero lo cierto es que el PSG fue imparable.

Apenas iniciado el juego, el equipo parisino se paró en campo rival. Se fueron presentando de a uno: primero fue Khvicha Kvaratskhelia con un disparo como diciendo “presente”, luego Fabián Ruiz despertó a Thibaut Courtois y Ousmane Dembélé, tras habilitación de Desiré Doué. Presionó de tal forma el PSG, que hizo fallar primero a Asencio y luego a Rudiger, obnubilados por la velocidad de Dembélé. El francés le robó la pelota en la salida a Asencio y encaró a Courtois, que pareció cometerle penal. Fabián Ruiz, que estaba más vivo que todos, alcanzó la pelota y puso el primero.

Minutos después, pasó algo similar. En este caso fue Rudiger, el otro zaguero merengue, quien, nervioso por la presencia de Dembélé sobrevolando, le erró al balón y el francés se la llevó camino al gol y anotó en su cuenta el segundo gol del PSG. Real Madrid quedó grogui, como un boxeador que busca las cuerdas. La imagen en cámara lenta de Valverde en el suelo después del segundo gol recorrió las televisiones del mundo. Los directores técnicos que tuvo en el Estudiantes de la Unión le habrán gritado a las pantallas padrenuestros y estrategias de supervivencia.

El tercero fue de orfebrería. Partió de las manos del arquero italiano del PSG, Gianluigi Donnarumma, que inició el ataque con el marroquí Achraf Hakimi. Este tejió dos triángulos que lo dejaron de cara al área. Por el medio entró Fabián Ruiz, que fue omnipresente en un primer tiempo sin errores. El uruguayo Valverde, con hidalguía, se le colgó de la camiseta, pero Ruiz puso el tercero para liquidar el trámite.

De los pies de Valverde apareció la primera respuesta del Madrid. Pajarito cruzó toda la cancha y habitó el mediocampo que lo extrañaba. Llevó a su equipo a creer en algo. Trasladó y combinó hasta habilitar a Kilian Mbappé, que pateó por arriba del travesaño. El croata Luka Modric jugó los que quizás sean sus últimos minutos en Real Madrid. Escribió toda una época, en el club y en el fútbol de su país. En PSG, Luis Enrique se daba el gusto de sacar a Dembélé para tenerlo fresco para la gran final del domingo. Con Modric el Madrid tuvo sus mejores luces. Las últimas del crack con la camiseta de sus mejores momentos.

Dani Carvajal, otro histórico, volvió después de casi un año ausente por lesión. Ocupó el lateral derecho y liberó a Valverde al medio de la cancha, pero ya era tarde. Antes del final hicieron una jugada de PlayStation y Gonzalo Ramos puso el cuarto. PSG fue contundente. Jugará la final del Mundial de Clubes el próximo domingo frente a Chelsea.

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