Gráfico de la semana: ¿Cuántos niños nacen en Uruguay y cómo se compara con la región?

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El dato

En las últimas décadas la tasa global de fecundidad ha venido descendiendo para los principales países de referencia de la región. Este fenómeno también ha sucedido en Uruguay, donde la tasa global de fecundidad se ha reducido a cerca de la mitad desde 1996. Sin embargo, tras cerca de una década de estabilidad, Uruguay destaca en la región por la caída pronunciada de su fecundidad a partir de 2016.

Este tema estará presente en una actividad que realizará el Programa de Población de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República este martes, llamada “La gran caída. El descenso de la fecundidad uruguaya a niveles ultra-bajos (2016-2021)”¹.

El contexto

¿Qué mide la tasa global de fecundidad?

Este indicador demográfico mide el número de hijos que, en promedio, tendría una mujer de una cohorte hipotética de mujeres que durante su vida fértil tuviera sus hijos de acuerdo a las tasas de fecundidad por edad del período en estudio y no estuvieran expuestas a riesgos de mortalidad desde el nacimiento hasta el término del período fértil.² Tasas más altas implican mayor cantidad de nacimientos, y tasas menores indican lo contrario.

¿Cómo evolucionó la cantidad de niños que nacen en Uruguay?

El análisis de esta dimensión puede realizarse distinguiendo tres etapas. En la primera etapa, que abarca al período comprendido entre 1996 y 2005, se observa una caída de los nacimientos, que pasan de 59.000 a cerca de 48.000. La segunda se extiende desde 2005 hasta 2015, y marca un período de estabilidad, con los nacimientos en el entorno de 48.000 al año. Finalmente, a partir de 2016, se observa un gran descenso y el número de nacimientos cae hasta los 32.000 en 2022 (datos preliminares).

¿Qué sucedió con el embarazo en adolescentes?

A partir de 2016, la tasa de fecundidad adolescente dejó de fluctuar en torno a 60 por mil, que fue el valor que rigió durante una década de estancamiento de la fecundidad adolescente. A partir de ese año, con el liderazgo del Ministerio de Salud Pública y una estrategia intersectorial, se implementaron un conjunto de medidas contenidas en una estrategia para reducir el embarazo no intencional en adolescentes.

Uno de los componentes de la política fue la disponibilización de los implantes anticonceptivos subdérmicos. Estos son un método anticonceptivo hormonal que consiste en un pequeño dispositivo flexible, del tamaño de un fósforo, que se inserta debajo de la piel del brazo. Es un método altamente efectivo, y su efecto puede durar varios años. Sin embargo, es reversible y puede ser retirado en cualquier momento por un profesional de la salud.

La tasa de nacimientos en adolescentes (madres de entre 15 y 19 años) disminuyó significativamente, pasando de alrededor de 55-60 nacimientos por cada 1.000 adolescentes a menos de 30 por cada 1.000. Asimismo, se observó una importante disminución en la tasa de fecundidad en el grupo de 20 a 24 años. Como plantea el demógrafo Ignacio Pardo, la disminución en estas dos franjas de edad representa 52% de la reducción total de la fecundidad.³

¿Qué impacto puede tener en las políticas de protección social y en el mercado de trabajo?

La caída en la cantidad de niños tendrá impactos importantes en la pirámide demográfica del Uruguay durante los próximos años. Por tanto, también tendrá un impacto en políticas tan importantes como la seguridad social, las políticas educativas y la composición demográfica del mercado de trabajo.

Para visualizar el impacto, si se agrupaba a los niños nacidos en 1996 en clases de 30 niños, se podían formar cerca de 2.000 grupos. Sin embargo, con los niños nacidos en 2022, se formarían aproximadamente 1.000. Incluso si se redujeran los grupos de niños desde 30 a 20 estudiantes, en total se podrían formar con la generación nacida en 2022 cerca de 1.600 grupos. ¿Esto quiere decir que el presupuesto educativo deberá bajar? No necesariamente. Menos cantidad de niños y jóvenes también exigirá mayores niveles de protección y calificación para aumentar la productividad de forma de sostener y financiar el bienestar de una sociedad crecientemente envejecida.