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Bulevar General Artigas. A la izquierda: Club de Golf del Uruguay. Año 1957. Foto: Miguel Graciosi Paternostro. Centro de Fotografía de Montevideo.

La continuidad de los parques

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Liberar el Club de Golf: ventajas de convertirlo en parque público.

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La Intendencia de Montevideo (IM) podría generar un hecho de enorme importancia social al anunciar la apertura total de un gran parque en el corazón de la ciudad, como lo son Hyde Park en Londres o el Tiergarten berlinés. Se trata del Parque de las Instrucciones del Año XIII.

Es una enorme extensión de 39 hectáreas ubicada en la zona más valorada y céntrica de la ciudad y cuya propiedad es municipal, que ha sido usufructuada por el Club de Golf del Uruguay (CGU) durante casi un siglo. Es un hecho político de gran magnitud pero que pasa desapercibido a los ojos de la mayoría de los montevideanos y ciertamente aislado del debate público.

A pesar de que en 2016 la comuna se planteó renovar sólo por diez años la concesión al CGU e incrementar el canon de forma drástica, tras varios meses de negociaciones sólo logró lo segundo y terminó firmando un decreto que, en los hechos, le entrega ese valioso predio al CGU hasta 2036. La influencia de este grupo de interés se manifiesta, entre otras cosas, en los cambios sufridos por el proyecto de contrato enviado por el intendente a la Junta Departamental, que finalmente fuera aprobado. Inicialmente se establecía que el plazo de la concesión sería por diez años y su prórroga requería solamente la “conformidad de la IM”. Sin embargo, la negociación continuó y el contrato correspondiente al decreto promulgado se modificó por prórroga automática en 2026, “salvo que el CGU se encuentre en incumplimiento constatado de sus obligaciones”.

Luego de hacer algunas breves referencias históricas, dedicaré el resto de la nota a justificar el necesario fin de la concesión destinada a su uso como campo de golf, así como la transformación de este espacio en un verdadero parque público.

El frustrado ensanchamiento del parque Urbano

Allá por 1911 existía un proyecto de ensanchar el Parque Urbano (actual Parque Rodó). Para ello la comuna expropió varios terrenos e inmuebles adyacentes, en su gran parte a Francisco Piria,1 entre las calles Samayúa (actual Herrera y Reissig), Camino del Hipódromo (actual Julio María Sosa), Bulevar Artigas y el Río de la Plata.2 Sin embargo, el proyecto fracasó. Las conexiones políticas y personales de hombres golfistas de la época hicieron lo suyo. Haroldo Capurro, amigo de José Batlle y Ordóñez, y luego primer presidente y fundador del CGU, logra el apoyo del propio Batlle para destinar el predio a esos efectos.3 Juan Pedro Fabini, también aficionado al golf, era miembro del Consejo de Administración Departamental y en 1921 gestionó personalmente el proyecto de construir un campo de nueve hoyos para darlo en concesión al Uruguay Golf Club (luego CGU),4 con el argumento de que ofrecer su uso a huéspedes del antiguo Parque Hotel (hoy Edificio Mercosur) podría beneficiar el turismo.

El campo de golf tal como hoy lo conocemos fue inaugurado en 1934 dentro del Parque de las Instrucciones luego de que en 1929 el CGU contratase al destacado diseñador de campos de golf, el médico Alister MacKenzie.

Vale la pena dedicar un paréntesis a la figura de MacKenzie. Paradójicamente muerto en la pobreza hacia 1934, fue un individuo muy interesante y prolífico, médico cirujano, egresado de la Universidad de Cambridge, que terminó volviéndose un experto en el camuflaje de trincheras durante la Primera Guerra Mundial. Varios libros y documentos dedicados a su biografía sostienen que su fascinación por la emulación artificial de la naturaleza se origina durante la segunda guerra bóer, donde Alister fue testigo de las estrategias de los independentistas africanos para engañar a los soldados de la corona británica.

Pero no todo era guerra para Alister. Aunque extraña, su idea de la causalidad le permitía vincular el golf con su vocación por proteger la salud humana: “¡Cuántas veces he persuadido, con gran dificultad, a pacientes que nunca se habían alejado de mi puerta para que se iniciaran en el golf, y cuán pocas veces, si es que alguna, los he vuelto a ver en mis consultas!” (MacKenzie, The Spirit of St. Andrews, pp. 249-250).

Reputado como “The Course Doctor”, fue de los principales arquitectos de campos de golf del mundo, con proyectos implementados principalmente en Inglaterra, Irlanda, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos, así como también en Argentina y Uruguay. Una de sus principales destrezas fue lograr una verdadera sensación de continuidad entre la naturaleza y el campo de golf artificial que se le incrusta.

En sus propias palabras: “El principal objetivo de todo arquitecto de golf o greenkeeper que se precie de tal es imitar las bellezas de la naturaleza hasta el punto de que su obra no se distinga de la naturaleza misma” (MacKenzie, Golf Architecture, 1920).

Fue en aquel mismo momento histórico de mayor expansión de parques públicos en Montevideo (parque Prado 1889, Parque Urbano 1888-1912, Parque de los Aliados, luego parque José Batlle y Ordóñez 1891-1911, parque Durandeau, luego parque Rivera 1929) que los poderosos intereses de inmigrantes ingleses y criollos inspirados por la cultura golfista anglosajona bloquearon la ampliación del Parque Urbano y en su triunfo también unieron para siempre la historia de nuestra ciudad con la del emblemático Alister.

Hoy no deja de ser sorprendente la inexistencia de un nuevo proyecto, uno que acerque las decisiones de la comuna a los intereses de toda la población, ya no basado en los beneficios individuales de practicar el golf sino en las ganancias colectivas de salud física y mental que acarrean el disfrute efectivo de parques más amplios; un proyecto que nos permita superar las barreras sociales y económicas motivadas por la división entre el Parque Rodó y el Parque de las Instrucciones y que nos permita transitar, inadvertidos, la continuidad de los parques, tal y como los dos mundos aparentemente inconexos en el breve cuento de Cortázar se terminan comunicando para fusionarse en sus respectivos espacios verdes.

Las razones en resumen

Esta es una invitación al debate social y político motivado por la costosa concesión realizada por la IM al CGU. Es también una invitación a la reflexión colectiva y respetuosa junto con aquellos que, a priori, están en contra de esta medida.

Muchos son los argumentos. Abajo diré con detalle que se trata de un parque extremadamente céntrico en la zona más cara de la ciudad y cuyo uso está capturado por unos pocos cientos de personas, que en cambio podría ser aprovechado por más de 600.000 montevideanos, que por tanto no sería en beneficio de la clase alta que reside en sus alrededores sino también del resto de los ciudadanos que viven en barrios del centro y periferia de la ciudad, que no es estrictamente necesaria la construcción de otro campo sustitutivo dado que la comparación internacional muestra un gran exceso de campos de golf por número de golfistas activos en Uruguay, que la recaudación que genera la concesión es minúscula con relación al presupuesto de la intendencia, que la explotación de actividades gastronómicas, culturales e incluso edilicias en un nuevo parque público puede cubrir ampliamente los costos de su mantenimiento, que el cierre del campo de golf no impide la permanencia de una nueva concesión para el club social del CGU donde 3.400 socios hacen otros deportes sin necesidad del uso exclusivo del parque, que en tal escenario el canon que ya paga el CGU podría mantenerse porque es casi idéntico al de otros clubes que igualmente instalados en un predio municipal no ostentan la captura de un parque de esas dimensiones (ejemplo, el club Biguá), que hay evidencia sólida sobre que el valor de los inmuebles adyacentes no tiene por qué decaer con el cierre del campo de golf, que esta política está en línea con otros cierres de campos de golf y consecuente apertura de parques públicos en ciudades de todo el mundo, que la literatura científica documenta ampliamente los beneficios sociales de la ampliación de la oferta y acceso a parques públicos, y que finalmente es muy difícil justificar este brutal privilegio a personas que por razones de herencia ya disfrutan de esa condición.

Las razones en detalle

Golf en el lugar más caro de la ciudad. La extensión verde de 39 hectáreas fácilmente duplica lo que se conoce como el área parquizada del actual Parque Rodó.5 Ello se puede apreciar en imágenes aéreas del parque posteadas en YouTube por el propio CGU6.El parque está localizado en la zona cuyo metro cuadrado inmobiliario es el más caro de la ciudad: la zona del Club de Golf tiene un precio aproximado de US$ 4.204 el metro cuadrado. Luego siguen el Puerto del Buceo (US$ 3.793), Villa Biarritz (US$ 3.557), Punta Gorda (US$ 3.492) y Punta Carretas (US$ 3.393)7. Según el INE, el metro cuadrado de un apartamento promedio en Montevideo es de US$ 2.707, y el de una casa es de US$ 1.679.

Sólo un puñado de personas acceden

¿Cuánta gente hace uso efectivo del Parque de las Instrucciones en la actualidad? La respuesta podría ser casi nadie. Por disposición del contrato de concesión, el parque sólo abre al público los domingos a las 14.00, con la excepción de junio, julio y agosto. Tampoco se puede entrar con cosas que dañen la cancha, como pelota de fútbol, bicicleta o un pícnic. Es decir, se puede entrar a contemplar su belleza pero no a hacer uso pleno del parque. Su apertura puede incluso suspenderse si hay torneos de golf previstos en ese mismo horario.8 Además de las brutales restricciones para su visita y utilización, la gente en general desconoce el hecho de que se puede visitar (un pequeño cartel perdido en la esquina de Bulevar Artigas y Julio María Sosa explica el régimen de visita). Y por si fuera poco el parque está cercado por una gruesa mata de enredadera que imposibilita a cualquier transeúnte apreciar toda su extensión y belleza topográfica desde fuera.

Aquello que no se puede ver tampoco puede sentirse propio. Este coloso espacio verde está deliberadamente invisibilizado, lo que constituye un factor adicional en la economía política de la concesión porque evita el desarrollo de demandas políticas ciudadanas en torno a la provisión de un parque público abierto todos los días de la semana.

Aquellos que sí hacen uso del parque son unos pocos cientos de individuos que practican el golf. Con contadas excepciones, estas personas son en general miembros de la clase alta de nuestro país. Ello se pude observar gracias a la disponibilidad de datos de todos los torneos ocurridos entre noviembre de 2022 y abril de 2024.9 Los registros listan nombres y apellidos de todos los participantes, su categoría, cantidad de hoyos y puntuaciones obtenidas. Con un poco de ayuda de web-scrapping confeccioné una base de datos de 163 torneos ocurridos en el período.

No es ninguna sorpresa que la cantidad de personas que juegan al golf sea muy baja en comparación con cientos de miles que utilizarían ese espacio si fuera verdaderamente un parque público. En efecto, los torneos son jugados por 68 personas en promedio. Los mismos datos reflejan que, en promedio, el parque es utilizado para jugar al golf por tan sólo 298 personas al mes. De las 942 personas que fueron a jugar en 2023, un grupo muy importante sólo asistieron una o dos veces en todo el año (365). Mientras tanto, los que juegan de manera verdaderamente asidua, por lo menos una vez por mes, son apenas 251 personas.

Las enormes ganancias de abrir un parque público son fáciles de subestimar. Pero para tener una idea: ¿cuánta gente haría uso frecuente del Parque de las Instrucciones si en 2026 no fuera renovada la concesión? En 2017 la IM contrató un estudio a la consultora de opinión pública Equipos Mori en el que se muestra que 56% de la población adulta residente en la ciudad visita el Parque Rodó, el parque contiguo al Parque de las Instrucciones, al menos una vez cada tres meses.10 En ese estudio se muestra que aproximadamente 600.000 adultos, es decir, sin contar a las personas menores de edad, son usuarios frecuentes de ese parque público. En la muestra de ese estudio casi la mitad de las personas residían en la periferia de Montevideo. Esto demuestra que los espacios y parques públicos, aun aquellos que se encuentran en barrios más ricos, son intensamente utilizados por personas de todas las clases sociales y residentes de muy distintas zonas de la ciudad. Por lo tanto, no sería un argumento sólido que la apertura del Parque de las Instrucciones beneficia exclusivamente a los hogares de ingresos altos que viven en la zona.

Cerrar el campo de golf no necesariamente exige abrir uno nuevo

Si miramos los datos comparativos publicados por la R&A (Royal and Ancient Golf Club of St. Andrews), Uruguay aparece como uno de los países del mundo con mayor cantidad de campos de golf por golfista registrado. El promedio en América Latina y el Caribe es de 152 golfistas por campo, mientras que en Uruguay hay sólo 85 golfistas por campo. Esta relativa abundancia hace difícil pensar que el cierre del campo ubicado en el Parque de las Instrucciones sea una amenaza al desarrollo del juego en nuestro país.

Este pequeño grupo privilegiado aprovecha el negocio del club social ubicado dentro del mismo predio para extraer los recursos necesarios con los que se cubre el canon establecido en el contrato de concesión existente entre CGU y la IM.

La recaudación generada en el canon es muy baja y podría continuar a pesar del cierre del campo de golf

El Parque de las Instrucciones cedido al CGU desde principios del siglo XX comenzó a pagar un canon cuando el 27 de diciembre de 1995 la administración frentista de Mariano Arana hizo un nuevo acuerdo de concesión que fue renovado luego en 2016 (con retroactividad al 28 de diciembre de 2015) por la gestión de Daniel Martínez. Ese acuerdo estableció un aumento del canon impuesto en 1995. Entre otros aspectos, el contrato establece que el GCU debe: “a) Aportar el equivalente al 10% de las sumas que perciba por concepto de cuotas sociales y matrículas de sus socios en forma anual, según surja de su balance del ejercicio económico anterior. b) Dicha suma no podrá ser en ningún caso inferior a 3.500.000 unidades indexadas anualmente”.

Al día de hoy el aporte mínimo es de aproximadamente US$ 538.000. En 2016 el secretario general de la intendencia, Fernando Nopitsch, declaró al diario El País que el nuevo convenio le permitía a la comuna pasar de cobrar un canon de US$ 200.000 a uno de US$ 800.000.11 En ese entonces el club tenía unos 3.700 socios. Hoy el club tiene aproximadamente 3.400 socios (según pude averiguar de manera telefónica). Si se mantuviera constante y actualizando la cotización, el aporte que hace el CGU a la comuna es de aproximadamente 0,12% del presupuesto total de la IM en 202312 y difícilmente supere 0,2% del total de egresos de la municipalidad en 2023.

En un régimen de aportes muy similar se encuentran otros clubes deportivos, como el caso del club Biguá de Villa Biarritz. Ese contrato de concesión13 establece el siguiente aporte: “i) un 10% de la cuota social hasta los 8.300 socios (padrón social actual); ii) un 7% de las cuotas sociales entre 8.301 y 9.500 socios; iii) un 5% de las cuotas sociales superiores a los 9.500 socios”.

Biguá es responsable del cuidado y mantenimiento del parque Villa Biarritz, entre otras cosas, pero no captura su uso de la manera que lo hace el CGU con el Parque de las Instrucciones.

Literatura científica muestra beneficios de la ampliación de la oferta de parques públicos

El acceso a parques tiene importantes efectos positivos sobre la calidad de vida de las personas en aspectos físicos, mentales y sociales.14 En particular, los beneficios de los grandes parques no pueden ser sustituidos por los llamados “parques de bolsillo” o plazas.15 Montevideo tiene 11 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, esto apenas supera las recomendaciones mínimas de la OMS.

El valor de los inmuebles adyacentes no tiene por qué verse afectado

Uno de los argumentos en torno al cierre de campos de golf es el potencial efecto negativo en el valor inmobiliario adyacente. Los estudios existentes en general no pueden diferenciar si el premium en el valor inmobiliario de la zona es a causa del campo de golf o de la mera existencia de un parque o zona verde. El único estudio que conozco que creíblemente diferencia entre estos dos efectos se realizó explotando datos del cierre de un campo de golf en Denver, Colorado (Estados Unidos) en 2017. Empleando una metodología de diferencias-en-diferencias, Propheter (2020) muestra que el cierre del Park Hill Golf Course no afectó los precios de los inmuebles adyacentes porque los compradores esperaban que el espacio verde igual se preservaría.16

Los campos de golf se cierran en el mundo para abrir parques

Existe una tendencia internacional a cerrar campos de golf para transformarlos en parques públicos. Estos procesos no sólo modifican la vida de las personas, sino que son en sí mismos un proceso de restauración de la naturaleza salvaje de esos lugares.17 El exceso de campos de golf dadas las necesidades de desarrollo de muchas ciudades modernas ha empujado decisiones políticas en esa dirección. Un ejemplo cercano es el cierre del campo Golf Club de Costa Salguero en la ciudad de Buenos Aires.18

La concesión institucionaliza un privilegio exclusivo para ricos

Para jugar al golf uno debe ser socio del CGU o asistir a torneos como jugador registrado de otro club. Actualmente los costos de entrada al CGU son extremadamente altos y debe pagarse una prima adicional si se desea jugar al golf. Según los requisitos que recibí por correo electrónico el 23 de abril de 2024, la matrícula de ingreso al club para mayores de 30 años es de $ 180.000 y la cuota mensual es de $ 9.040. Estos valores descienden sustancialmente para menores de 30 años, pero aun así son prohibitivos para miembros de clase media o baja. Por si fuera poco, el ingreso sólo es posible si resulta de una recomendación firmada de otros dos socios con una antigüedad mayor a cinco años. 

El legado de la dictadura

En 1975, triste “año de la orientalidad” celebrado por el gobierno de facto, se dispuso nombrar al Parque de las Instrucciones del Año XIII monumento histórico nacional.19 Las consecuencias de este acto protegen el parque municipal de su asignación a otros proyectos, tales como la construcción edilicia, pero también posiblemente signifique un bloqueo institucional, aunque no insalvable, para terminar con su uso como campo de golf. A pesar de las oportunidades perdidas en 1995 y 2016, la IM podrá anunciar seguramente recién en 2036 la apertura continuada del Parque de las Instrucciones. Los poderosos intereses en torno a este preciado terreno hacen que ese proyecto sea altamente improbable, mas no imposible.

Agradezco los comentarios y sugerencias realizados por Florencia Dansilio (a quien debo el título de esta nota), Diana Cariboni y Nicolás Schmidt. Tomado de Razones y personas. Esta obra está bajo una licencia Creative Commons atribución 3.0 no portada.


  1. Ver: Alicia Torres. 2000. El paisaje y la mirada. Historia del parque Rodó 1896-1930. Montevideo. Ver también: Centro de Fotografía de Montevideo

  2. Facultad de Arquitectura. Guía Arquitectónica y Urbanística de Montevideo. Montevideo: Intendencia Municipal de Montevideo. Facultad de Arquitectura, Universidad de la República. Junta de Andalucía, 2008. 

  3. Arnaldo Gomensor (2020). “Batlle, el batllismo y el fútbol”. Dossier Fútbol y Sociedad. Perspectivas plurales. Revista Encuentros Uruguayos - ISSN 1688-5236 Volumen XIII, Número 1. pp 83-107. 

  4. “Nueve décadas frente al mar”. El País, 08/09/2012. 

  5. Ver: VICTORIA MURIEDA (2015), “PARQUES PÚBLICOS. REFLEJO DEL CAMBIO SOCIAL”. Facultad de Arquitectura, p. 27. 

  6. Ver: https://youtu.be/NqFMDGBO7FU?si=L86AA9pUZEoqr2cz 

  7. Con base en Inmuebles Data de El País. Este informe releva información de los principales portales inmobiliarios de Uruguay y analiza en el entorno de 120.000 propiedades. Ver El País, 09/04/2024. 

  8. Contrato de Concesión de Uso con el Club de Golf del Uruguay. Ver: https://www.montevideo.gub.uy/asl/asl/sistemas/gestar/Resoluci.nsf/WEB/Intendente/4163-16 

  9. Los datos están disponibles en: https://www.vistagolf.com.ar/paginas/inclusion/aspb/fixture.asp?club=cgu#ESTEMES. Me contacté la semana pasada por teléfono con el área de golf que tiene el CGU. Allí pudieron confirmarme que las personas que utilizan el parque son aquellas que efectivamente practican golf durante los torneos listados en esa fuente. 

  10. Ver: PERCEPCIONES Y USO DEL PARQUE RODÓ. Informe de Resultados de Fase 3 Cuantitativa

  11. Ver: “Prorrogan concesión al Club de Golf, que pagará 4 veces más”. El País, 26/07/2016. 

  12. https://montevideo.gub.uy/sites/default/files/biblioteca/modificacionpresupuestal2023.pdf 

  13. Ver Contrato de Concesión de Uso con el Club Biguá de Villa Biarritz

  14. Ver, entre muchos otros: A.L. Bedimo-Rung, A.J. Mowen, D.A. Cohen. The significance of parks to physical activity and public health: A conceptual model. American Journal of Preventive Medicine, 28 (2) (2005), pp. 159-168; B. de Blasio Healthier neighbourhoods through healthier Parks, Lancet, (London, England), 388 (10062) (2016), p. 2850; K.R. Evenson, F. Wen, D. Golinelli, D.A. Rodríguez, D.A. Cohen Measurement properties of a park use questionnaire, Environment and Behavior, 45 (4) (2013), pp. 526-547; A.T. Kaczynski, L.R. Potwarka, B.E. Saelens, Association of park size, distance, and features with physical activity in neighborhood Parks, American Journal of Public Health, 98 (8) (2008), pp. 1451-1456; A.T. Kaczynski, K.A. Henderson Environmental correlates of physical activity: A review of evidence about parks and recreation, Leisure Sciences, 29 (4) (2007), pp. 315-354; C. Sarkar, C. Webster, J. Gallacher, Residential greenness and prevalence of major depressive disorders: A cross-sectional, observational, associational study of 94 879 adult UK Biobank participants, The Lancet Planetary Health, 2 (4) (2018), pp. e162-e173. 

  15. Ver: D.A. Cohen, B. Han, C.J. Nagel, P. Harnik, T.L. McKenzie, K.R. Evenson, S. Katta. The first national study of neighborhood parks: Implications for physical activity, American Journal of Preventive Medicine, 51 (4) (2016), pp. 419-426; Banco Interamericano de Desarrollo. “Los espacios públicos en América Latina y el Caribe: Guía práctica para su reactivación en la pospandemia”. BID (2022). 

  16. Propheter, G. (2020). Golf courses and property prices: Is it the golf or the open space? Applied Economics Letters, 1–4. doi:10.1080/13504851.2020.1861200 

  17. Ver, por ejemplo: “After Shutting Down, These Golf Courses Went Wild”. The New York Times. 15/02/2024. Reproducida en Español: “Tras el cierre de estos campos de golf, la naturaleza regresó”

  18. Ver: La Nación del 14/10/2022 https://www.lanacion.com.ar/buenos-aires/cerro-un-icono-de-costa-salguero-que-comenzara-a-ser-demolido-y-desmantelado-nid14102022/, y del 14/07/2023 https://www.lanacion.com.ar/buenos-aires/de-club-de-golf-a-parque-publico-asi-fue-la-transformacion-de-una-zona-clave-frente-al-rio-en-la-nid14072023/ 

  19. Ver: https://www.impo.com.uy/bases/resoluciones/2100-1975

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