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Gráfico de la semana: precios de las materias primas en caída

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El Banco Mundial anticipa contracciones adicionales para el precio de los commodities, que se extenderían tanto a 2025 como a 2026.

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El dato

En su último informe de perspectivas, el Banco Mundial proyecta una caída de 12,4% para los precios de las materias primas este año, que se explica por la retracción del precio de los commodities energéticos (17,4%) y alimenticios (7%), y también por los metales y minerales (9,8%). Para 2026 también se prevé una caída, pero más moderada (4,8%).

¿Por qué se espera una reducción de precios?

La trayectoria bajista es reflejo del enfriamiento de la economía mundial, como consecuencia de la mayor incertidumbre, y también de factores climáticos, geopolíticos y asociados a la transición energética. A esto se suma la mayor oferta de algunas materias primas, particularmente energéticas. En ese sentido, los anuncios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo sobre el incremento de la producción presionaron a la baja algunas cotizaciones de referencia. Esto, junto con la menor demanda asociada a la transición energética y al menor crecimiento económico, implicó una proyección a la baja del precio del barril brent para este año (-20,7%).

En el caso de los metales y otros minerales, la baja anticipada en sus precios responde al menor crecimiento mundial, que supone una menor actividad manufacturera. Se estima que los precios de metales como el aluminio, el cobre y el hierro caerán entre 10% y 13% este año. Sin embargo, los precios de los metales preciosos seguirían una tendencia alcista, producto de su rol como activos de refugio en un contexto de elevada incertidumbre.

Según el Banco Mundial, los commodities agrícolas experimentarán una baja de 1% este año, pero la tendencia empeorará en 2026 con una baja del 3%. Dentro de ese grupo, la caída este año será mayor entre los productos alimenticios, con retracciones del 10% en el precio de los granos (como consecuencia de una mayor oferta).

¿Cuáles son las implicancias para Uruguay?

En el caso de Uruguay, una economía abierta y exportadora de productos primarios, estas proyecciones son especialmente relevantes. El país depende en buena parte de sus exportaciones agropecuarias –carne, soja, lácteos y celulosa–, cuyos precios internacionales determinan los ingresos por concepto de exportaciones.

De esta forma, una caída generalizada de los precios de las materias primas reduce el margen de ganancia del sector exportador y sus ingresos, desincentivando así la inversión en el sector. En menor medida, esto también incide sobre la recaudación fiscal, a través de los impuestos a estas actividades. En efecto, dada la relevancia del sector exportador, una reducción de sus ganancias e inversión podría tener efectos negativos sobre el crecimiento económico.

Sin embargo, Uruguay no sólo es exportador de materias primas, sino también importador, especialmente de petróleo, minerales y metales. De esta forma, la baja en los precios de esas materias primas incide de forma positiva sobre la economía al reducir los precios de los insumos y productos importados.

En síntesis

Esta tendencia tiene múltiples implicancias para la economía mundial. Por un lado, puede ayudar a moderar la inflación, especialmente en países importadores de alimentos o energía. Por el otro, representa una mala noticia para las economías exportadoras de estos productos, que verán erosionados sus ingresos y recaudación, pudiendo experimentar efectos negativos en materia de actividad económica.

De esta manera, el pronóstico bajista para los precios de las materias primas constituye un llamado de atención para países como el nuestro, que enfrentarán un contexto externo crecientemente complejo. Los menores precios de las materias primas no sólo ponen presión sobre la balanza comercial, sino que también pueden llegar a condicionar las perspectivas de crecimiento.

A mediano y largo plazo, estrategias como la diversificación de mercados, la mejora de la productividad y la diversificación de la estructura productiva (buscando incentivar la producción de bienes y servicios con mayor valor agregado) serán clave para navegar en un mundo más convulso y afectado por esta perspectiva negativa en la órbita de los precios internacionales.

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