La elección del decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República se da tras circunstancias lamentables, ya que el 13 de setiembre murió Gonzalo Uriarte, quien ejercía el cargo y cuyo mandato terminaba a mediados de 2018. Ante la vacante del decano, interinamente el cargo debe ser asumido por el docente más antiguo del Consejo de la Facultad, y así lo hizo Juan Andrés Ramírez, docente grado 5 de ese centro de estudios desde 1986, de 72 años. En ese interinato se debe convocar a elecciones para que un decano electo termine el mandato que correspondía a Uriarte, y ese proceso culminó anoche con la tercera convocatoria a la Asamblea del Claustro de la facultad.
El miércoles 15 el claustro de la Facultad se reunió y la única candidatura que se presentó fue la de Ramírez. En las dos primeras convocatorias se requerían dos tercios de los votos para elegir decano, 24 de los 35 integrantes, pero la candidatura del ex ministro logró 21 votos: cuatro votos del orden estudiantil, de los claustristas de la Corriente Gremial Universitaria (CGU); 10 del orden docente, de las agrupaciones Pluralismo y renovación (que integra Ramírez) y de Nueva Facultad (la agrupación que integraba Uriarte); y siete de CGU Egresados. En tanto, la agrupación estudiantil Frezelmi, que tiene seis claustristas, anunció que se retiraría de sala, al igual que Frezelmi Egresados –que tiene tres claustristas–, y la agrupación del orden docente Por los principios universitarios, que tiene cuatro claustristas.
El nombre de Ramírez se barajó en varias oportunidades como candidato al decanato, pero hasta el momento nunca se había concretado. “Hoy por hoy la situación es especial, es por un mandato de diez meses y está la necesidad de que la facultad se mantenga en la misma línea de trabajo de Uriarte”, explicó Ariel Ghans, consejero estudiantil de la Facultad por la CGU, que añadió que todas las agrupaciones que respaldaron a Ramírez son las que apoyaron la elección de Uriarte en 2014.
En estas dos primeras instancias no se alcanzó la mayoría especial necesaria, pero para la tercera, que fue anoche, se requería que un candidato alcance la mayoría absoluta del claustro: 18 votos. Ramírez fue electo por 22 votos, de las agrupaciones ya mencionadas.
Agustín Cedrés, claustrista e integrante de Frezelmi, explicó que no presentaron candidatos alternativos porque para eso el Centro de Estudiantes de Derecho (CED) debía convocar a un plebiscito estudiantil, y según consideraron los dirigentes del CED “no estaban dadas las condiciones” para hacerlo. “Fue un momento obviamente muy desafortunado, a muy poco de las próximas elecciones universitarias”, que serán en mayo de 2018. El nuevo decano, opinó Cedrés, “no tiene demasiado tiempo para cambiar la facultad”, ya que tendrá un mandato de unos diez meses. Florencia Ualde, de Frezelmi Egresados, consideró que si bien “académicamente Ramírez es muy prestigioso, no nos parece ajustado apoyarlo porque es parte del modelo de Facultad que fue apoyado por Uriarte y CGU”, sobre el que estas agrupaciones mantienen una visión crítica. “La discusión de fondo sobre el modelo de facultad se va a dar el año que viene; lo más correcto es retirarnos de sala”, añadió.
Ramírez es profesor grado 5 de Derecho Civil y fue profesor en la Escuela Nacional de Policía y en el Centro de Estudios Judiciales de la Suprema Corte de Justicia. Como integrante del Partido Nacional fue electo senador en 1989, fue ministro del Interior entre 1990 y 1993 y candidato a la presidencia en 1994; en 1999 compitió en elecciones internas con Luis Alberto Lacalle, pero perdió, y desde entonces no ha vuelto a ser candidato a cargos electivos.
Según Ghans, en este breve lapso al frente de la Facultad, Ramírez deberá continuar con la implementación del nuevo plan de estudios de Abogacía y Notariado –que comenzó a aplicarse este año–, trabajar en el lanzamiento del doctorado en Derecho (que se prevé que comenzará en el segundo semestre de 2018) y “lograr un trabajo fuerte en obras en la facultad”. Sobre este tema, Ualde advirtió que “hay muchas partes con carteles de peligro de derrumbe”.