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Rocío Guichón, Naiara Habeiro, Gustavo Pereira, Elda Esnal, Verónica Castro y Graciela Ledesma, del liceo Ramón Goday, de Casupá. Foto: Pablo Vignali

A partir de ver papeleras llenas en su salón, liceales de Casupá diseñaron un robot capaz de reciclar

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La limpieza de los centros educativos suele ser una preocupación de autoridades, docentes y estudiantes. Es frecuente escuchar sobre la organización de campañas realizadas por niños y adolescentes para que determinados espacios se ensucien menos, e incluso que se convoque a jornadas de acondicionamiento de salones. A partir de esa misma preocupación, dos liceales de la localidad de Casupá, en el departamento de Florida, pensaron una iniciativa un tanto diferente.

Elda Esnal, una de las dos estudiantes que trabajaron en el proyecto, explicó a la diaria que lo que hicieron fue diseñar un robot que recicla papel. “Se nos ocurrió esto porque en el salón veíamos las papeleras llenas y queríamos hacer algo productivo. Lo que hicimos fue diseñar un robot que recicla papel”, contó.

Según detalló, el proceso que desarrolla el robot cumple con todos los pasos que se requieren para reciclar. En primera instancia, vuelca el papel dentro de una licuadora, construida con cuchillas de un electrodoméstico casero, que se adapta con la creación de una pieza 3D para hacer funcionar los engranajes. Después de recibir una señal vía bluetooth, la estructura vuelca el agua, y durante aproximadamente 45 segundos licua el papel hasta que se forma una pasta, que se vuelca en una rejilla.

Esnal explicó que el proyecto fue trabajado en un taller de robótica fuera del espacio de clase, en el que en forma voluntaria participan junto a otros compañeros que también desarrollan proyectos. Consultada sobre qué aspecto la motivó a participar, la estudiante dijo que “se prendió al proyecto” porque consideró que la idea de reciclar “estaba buena porque ayuda al liceo y al medioambiente”. Contrariamente a imaginarios sobre la robótica que llevan a pensar que se trata de una actividad inaccesible por su complejidad, la joven señaló que armar un robot y programarlo “es súper fácil”. De todas formas, advirtió que “la parte en la que se complica un poco más es a la hora de hacer que todo se sincronice”, algo que logran superar con la orientación de los talleristas.

Las estudiantes expusieron su proyecto en el Foro de Innovación Educativa organizado para celebrar los diez años del Plan Ceibal.

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