La Unidad Coordinadora de Atención al Estudiante (UCAE) fue creada en 2015 como un espacio de atención directa a las y los estudiantes de todos los cursos y carreras del Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP-UTU). Tiene como objetivo fundamental garantizar su derecho a la educación en el recorrido de sus trayectorias, brindándoles información, herramientas y asesoramiento para participar en forma eficaz en los ámbitos institucionales vinculados con su formación. De esta manera, se alinea a lo dispuesto por la Ley General de Educación y a las líneas de políticas educativas del quinquenio 2015-2019. Si bien el marco normativo que le da fundamento está en continua construcción, toma como punto de partida los tratados internacionales de derechos humanos que consagran el derecho a la educación. Esto hace que el concepto esencial que orienta el funcionamiento de esta unidad sea concebir a estudiantes como sujetos de derecho. En este sentido, se favorece la atención de la singularidad, trabajando por la protección de las trayectorias educativas diversas y las transiciones entre ciclos.
El CETP-UTU entiende que el ejercicio igualitario del derecho a la educación está fuertemente ligado a la calidad de esta, la cual se aprecia en el acceso, en el desarrollo de los vínculos pedagógicos, en la pertinencia de los contenidos abordados, en las estrategias empleadas, en la acreditación y en el egreso. La UCAE se creó como una contribución para garantizar a sus estudiantes una educación de calidad.
Trabajo e integración
El equipo que integra la UCAE está conformado por personal técnico con formación en distintas áreas: pedagógico-curricular, sociocomunitario y jurídico, y busca dar un enfoque integrador de esas perspectivas al abordaje de las distintas situaciones que atiende. Esta concepción de trabajo colaborativo implica que cada profesional hace su aporte desde su especificidad, lo que posibilita, por medio de distintas miradas, un abordaje integral de las distintas situaciones.
Se trata de una experiencia innovadora en la enseñanza técnica de nivel medio y terciario, porque reconoce la necesidad de solucionar situaciones cotidianas a los y las estudiantes que son difíciles de visualizar en la estructura institucional, pero que son muy significativas para sus trayectorias personales. Se atienden emergentes no previstos o identificados en los centros educativos, trabajando en coordinación con las direcciones escolares y de campus, inspecciones regionales y diferentes programas de la institución.
Busca constituirse, además de como un espacio de atención, como un lugar de escucha desarrollada en otros tiempos, con una referencia al caso particular y por tanto más personalizada.
Tareas desarrolladas
En la búsqueda de lograr sus objetivos, la unidad emprende tareas de distinto orden: por un lado, la atención de emergentes planteados por estudiantes, sus adultos responsables u otros miembros de la comunidad educativa; y por otro, tareas de promoción de la participación estudiantil, el mejoramiento de las prácticas institucionales, la orientación educativa y la coordinación con otros organismos.
Con respecto al primer grupo de tareas, nos referimos a que en el marco de su pasaje por los centros educativos del CETP- UTU, los estudiantes enfrentan diversas situaciones (dentro y fuera de las aulas) que pueden suponer obstáculos para su continuidad educativa o la acreditación de los niveles aprobados. A modo de ejemplo: dificultades en los vínculos pedagógicos, en el relacionamiento con sus pares, en las dinámicas que propone la institución, en los criterios de evaluación y la normativa aplicable a esta. Puede también tratarse de problemáticas referidas a actos administrativos, como errores en el registro de la información de las trayectorias, demoras en algunos trámites como la emisión de diplomas, omisión de requisitos para inscripciones y pasaje de grado. Asimismo, se atienden situaciones vinculadas al contexto social y su vida familiar o personal, que se evidencian al impactar en lo educativo.
En un segundo grupo de tareas, nos motiva la promoción del mejoramiento de las prácticas a todos los niveles de la estructura institucional. Por un lado, apuntalar las instancias que se generan para la participación estudiantil. Actualmente, surge en el ámbito nacional y el internacional una nueva mirada sobre los fenómenos educativos, lo que supone un cambio de paradigma que implica ver a las prácticas educativas y las políticas en que se sustentan no sólo desde el punto de vista de educadores y especialistas en educación, sino también desde el de los destinatarios y sus familias.
Alentar a estudiantes a expresarse también puede considerarse parte de ese cambio de paradigma, constituyendo una afirmación de su calidad de sujeto de derecho. Es necesario que las y los estudiantes se empoderen de sus trayectorias y las propuestas a las que pueden acceder. Se tiene la convicción de que ello puede lograrse mediante un impulso a la participación genuina.
Por otro lado, la unidad se configura como un espacio donde la institución se mira a sí misma: sus prácticas y sus formas de abordaje. A partir de trascender situaciones concretas, se procura avanzar en las modificaciones o procesos de cambio que se requieran. Se ubica dentro de la estructura de la institución y procura alcanzar algún nivel de extranjería dentro de ella. Busca tomar distancia de las situaciones y, al mismo tiempo, abrir posibilidades de diálogo, de coordinación, de análisis, desde una perspectiva que se sitúa entre las dinámicas institucionalizadas y los procesos de cambio y mejora institucional.
Avances y desafíos
Esta unidad ha comenzado a funcionar hace dos años: una importante experiencia para quienes han participado en ella, pero un breve período para la historia de la institución. Por ello, los cambios que puedan producirse a partir del trabajo coordinado de la unidad y el resto de la institución se encuentran en sus inicios. En este tiempo se han recibido más de 200 situaciones particulares de estudiantes, en diversas temáticas, valorándose su atención desde esta nueva perspectiva.
Se proyecta que este trabajo, desarrollado hasta el momento en la capital del país, pueda transitar caminos hacia la descentralización. Para ello se espera contar con referentes en los diferentes campus regionales del interior, ya que ese el modo en que se organiza el CETP-UTU.
En síntesis, se trata de un aporte en la enseñanza técnica de nivel medio y terciario que introduce una visión de la educación centrada en los y las estudiantes como sujetos de derecho, que promueve la escucha, la mirada a las situaciones particulares y la reflexión sobre las prácticas, procurando, en definitiva, ser una herramienta más para la formación de una ciudadanía activa, que reconozca las diversidades, las respete y las incluya como parte cotidiana de la vida de la comunidad.