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La Junta Nacional de Drogas brinda talleres a docentes sobre las habilidades emocionales como herramienta para prevenir el uso problemático de sustancias

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La campaña comunicacional Dale Vos, que lanzó recientemente la Junta Nacional de Drogas (JND), es un respaldo al programa que lleva adelante la JND en conjunto con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre “Fortalecimiento de capacidades en el tema drogas para comunidades educativas”. El objetivo es que los docentes adquieran las diez Habilidades para la Vida propuestas por la OPS y que estas se transformen en una herramienta para trabajar con los estudiantes en todos los aspectos, pero haciendo foco en la prevención del uso problemático de drogas. Manejo de emociones y sentimientos, manejo de tensiones y estrés, autoconocimiento, empatía, comunicación asertiva, relaciones interpersonales, toma de decisiones, manejo de problemas y conflictos, pensamiento creativo y pensamiento crítico son las herramientas que le transmiten a los estudiantes.

Ante la demanda de los docentes de contar con estrategias para trabajar con los estudiantes sobre las drogas y la prevención de su uso, la JND realizó el año pasado “unas 30 o 40 visitas a centros educativos en los que se fue armando un modelo de trabajo que básicamente apunta a sacar el foco de la sustancia y colocarlo en las habilidades personales y sociales que, de alguna manera, son factores de protección ante la posibilidad de que una persona desarrolle un consumo problemático”, explicó a la diaria Diego Olivera, secretario de la JND. Con base en “la muy buena evaluación de esas visitas”, la JND firmó un acuerdo con la oficina uruguaya de la OPS para multiplicar los equipos de talleristas y así llegar a “al menos 150 centros y más de 3.000 docentes”, dijo Olivera.

Estos talleres, hasta el momento realizados en 109 instituciones entre liceos, UTU y escuelas de todo el país, están enfocados en la “transferencia metodológica de herramientas”, según detalló en diálogo con la diaria Estefanía Vázquez, referente de educación de la JND. “Este tipo de propuestas se plantean con la posibilidad de que el docente pueda sostenerlas en el tiempo: un taller solo no tiene ningún efecto en la prevención”, afirmó la psicóloga.

La oferta está abierta a todas las instituciones educativas que la soliciten. Los talleres consisten en una jornada de dos horas dividida en dos partes. La primera incluye trabajo en habilidades sociales o para la vida, mediante actividades sociales y corporales: “Son dinámicas lúdicas con el cuerpo, juegos colaborativos, dinámicas de reconocimiento del espacio que permiten poner las habilidades en juego y hablarlas”, comentó Vázquez. Agregó que “en la segunda parte se trabaja con gestión de riesgo y con un juego específico que elaboró el INAU [Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay] que se llama ‘la trivia’ y trabaja preconceptos de drogas que hay en la comunidad”. La psicóloga aclaró que son jornadas abiertas a toda la comunidad educativa, por lo que están preparados para trabajar “con grupos desde 15 docentes hasta más de 100 personas, como ya ha pasado, porque todo depende de a quiénes invite la institución que lo organice”.

Según comentó Olivera, hasta ahora la evaluación de los talleres “es muy buena, porque en general los docentes no tienen en su formación elementos para abordar las cuestiones asociadas al consumo problemático. Esto les da herramientas para instalar el tema en un grupo y poder trabajarlo. No es una metodología que esté enfocada en niños o adolescentes que consuman drogas, sino en la prevención; cuando hay problemas específicos de consumo les damos los recursos para que trabajen esa temática”.

Con respecto al impacto que puede tener este tipo de talleres de prevención, Olivera opinó que “estas políticas son difíciles de evaluar, pero de acuerdo con la evidencia disponible, lo que se ha desarrollado como enfoque más pertinente es que no se debe tanto hacer hincapié sobre los tipos de sustancia y sus efectos en la salud, sino que se debe hacer mayor foco en las habilidades socioemocionales, que son factores de protección a la hora de enfrentar distintos tipos de conflictos de drogas, legales o ilegales”. Vázquez, por su parte, afirmó que “en general, todos empiezan a aplicar las herramientas” después de los talleres. A partir de este año, con el refuerzo de personal, la JND se encamina a poder hacer más talleres con cada institución, en los que se pueda seguir trabajando herramientas y ahondar en los conceptos teóricos de prevención en relación con las drogas.

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