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Estudio en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración muestra efecto “positivo y sustantivo” de becas en desempeño estudiantil

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El impacto es aún mayor entre quienes tienen un trabajo.

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Presentado por el rector de la Universidad de la República (Udelar), Roberto Markarian, el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (FCEA), Rodrigo Arim, presentó los resultados de una investigación que evaluó el impacto en el trayecto educativo de los estudiantes de la FCEA en Montevideo que fueron becados por el Fondo de Solidaridad. A modo de introducción, Markarian recordó que los estudiantes de la Udelar que reciben la beca son cerca de 8.000, quienes perciben alrededor de 8.000 pesos mensuales. Para el rector, esa es una cifra “insatisfactoria” y con ella un estudiante no puede sostenerse mes a mes. Según añadió, el país requiere un “vigoroso” sistema de becas para posibilitar que el acceso y la permanencia en el sistema terciario se democraticen cada vez más. El rector señaló que la Udelar otorga unas 2.000 becas más a sus estudiantes, que son de transporte y de alimentación, y que también se hace un pago similar al de las becas del Fondo de Solidaridad.

Antes de la presentación del estudio, José Luis Genta, presidente de la Comisión Honoraria Administradora del Fondo de Solidaridad, aportó algunos datos generales sobre las becas que son otorgadas. En concreto, sostuvo que si se tiene en cuenta a quienes recibieron el apoyo entre 2012 y 2017, 74% son mujeres y 76% se trasladó de departamento para hacer sus estudios terciarios. Además, dijo que si se compara el porcentaje de estudiantes becados que anualmente ingresan a carreras universitarias, que oscila entre 12% y 14%, y el de quienes egresan, que varía entre 16% y 19%, se visualiza una mejora del desempeño de quienes son beneficiarios del apoyo económico.

La realidad en la FCEA también muestra el impacto positivo de la beca en la trayectoria de los estudiantes que la reciben. El decano explicó que el interés del estudio partió de la necesidad de evaluar una serie de cambios que el servicio universitario experimentó en los últimos años, como el cambio del plan de estudios en 2012. Por ello, y a partir de la necesidad de evaluar las políticas a partir de evidencia concreta, la facultad creó una unidad de monitoreo y evaluación. En este sentido, Arim señaló que en Uruguay “no está madura” la cultura de evaluación y de compartir información entre organismos del Estado para tal fin. Por ejemplo, señaló que para el estudio cuyos resultados fueron presentados el martes fue necesario firmar un convenio con el Fondo de Solidaridad y la negociación llevó dos años, de forma de que todas las partes se aseguraran que los datos de los becarios se usarían exclusivamente con fines académicos.

Sobre números

La metodología del estudio, que estuvo a cargo del propio Arim y de Santiago Burone, fue la de propensity score matching, que consiste en comparar un grupo de individuos que recibe un estímulo –en este caso, la beca– con otro de similares características que no lo recibe. Arim señaló que los resultados mostraron un efecto “positivo y sustantivo” de las becas en el desempeño de los estudiantes. En concreto, en el primer año de la carrera, quienes recibieron becas avanzaron 26% más que quienes no tuvieron ese apoyo, y 8,4% en el segundo año. En el tercer y el cuarto año también hay un mayor avance de quienes fueron becados, pero no es tan significativo, lo que, según Arim, demuestra que el sistema de apoyos debe apuntar a los primeros años de cursada, en los que los efectos son más marcados. No obstante, si la comparación se hace con los estudiantes que solicitaron la beca pero no les fue otorgada, quienes recibieron el apoyo económico avanzaron 46% más en el último año de facultad. El estudio mostró que el impacto de las becas en quienes trabajan es aun mayor. En ese caso, en el primer año de facultad el avance de quienes son beneficiarios del Fondo de Solidaridad duplica al de quienes no lo son, mientras que en el cuarto año es 47% mayor. Arim señaló que los resultados del estudio son “más auspiciosos” que los que esperaban encontrar inicialmente, y que muestran que el sistema de becas es un instrumento efectivo contra la desvinculación estudiantil, aunque no es el único.

María Julia Muñoz, titular del Ministerio de Educación y Cultura, organismo del que depende el Fondo de Solidaridad, valoró la realización del estudio en la FCEA y dijo que Uruguay necesita que se perfeccione el sistema de evaluación de las trayectorias de todos los estudiantes uruguayos.

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