Los adolescentes leen, de eso los especialistas no tienen ninguna duda; pero se debe mejorar el acceso a los libros y trabajar en generar hábitos de lectura que les permitan expandir su biblioteca. El Consejo de Educación Secundaria (CES) lanzó en marzo el programa Aquí Se Lee, coordinado por la profesora y bibliotecóloga Jimena Núñez. En diálogo con la diaria, la docente aseguró que el objetivo está puesto en “incentivar la lectura en el liceo, visibilizar las experiencias que los profesores orientadores bibliográficos [POB] o los docentes de aula junto con la biblioteca ya han hecho en todos estos años, tratar de que esas experiencias se puedan replicar en otros liceos. Además, se busca generar herramientas para aquellos liceos que necesiten apoyo. La idea es trabajar en red con organismos públicos y privados, para generar políticas y tomar decisiones en conjunto, que no se solapen y que no sea fragmentario”.
Desde el programa proponen actividades como los concursos literarios, visitas de escritores y trabajar temas que son centrales para el CES como la interculturalidad, el género, los derechos humanos y la convivencia. Según el primer relevamiento que hizo Núñez, “hay mucha gente entusiasmada, hay ganas, a pesar de las situaciones de las colecciones de libros o los recursos que se pueda tener para mejorarlas, pero se quiere fomentar la lectura; hay también voluntad de varios organismos de hacer cosas en conjunto, buscando el objetivo común”.
Núñez aseguró que actualmente hay una situación “muy heterogénea en los distintos liceos del país”. Comentó que hay “muchos coordinadores de biblioteca que están realizando actividades en los liceos, otros dicen que necesitan ayuda porque ven que los chiquilines no se acercan a la biblioteca. Es decir, hay bibliotecas que siempre están llenas de gurises, con proyectos como Teatro Leído, Club de Lectura, grupos de líderes que funcionan a pleno, y hay otros que están muy alejados”. Consideró que este nivel desparejo “tiene que ver con cómo está la colección de la biblioteca; los chiquilines leen, hay que armarles el espacio agradable para que se prendan a leer en el liceo”.
Prolee
El Programa de Lectura y Escritura en Español (Prolee) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) lanzó la semana pasada la cuarta edición de Joven Lector, una iniciativa que propone a estudiantes de ciclo básico hacer lecturas en voz alta en jardines de infantes, escuelas, CAIF y clubes de niños del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay. Desde 2017, participaron 4.350 jóvenes de 290 centros de Educación Media, que les han leído a 29.000 niños de 1.450 centros educativos.
Este año se incorporaron 60 nuevas instituciones entre centros de educación media rural, centros urbanos, Centros Educativos Asociados (CEA), Centros Educativos Integrados (CEI) y Centros de Capacitación de Producción (Cecap) del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
María Guidali, coordinadora del Prolee, comentó a la diaria que se hace una muy buena evaluación de las ediciones pasadas. “En una primera instancia pretendíamos darle a cada institución una colección mínima de libros de lectura infantil, con el propósito de que los jóvenes practicaran la lectura de literatura para niños pequeños, y que eso redundara en su propio beneficio porque iban a fortalecerse como lectores, ampliar su capacidad de lectura y eso se iba a transferir a cuando ellos frente a las lecturas de los textos de estudio. Vimos que eso se ha ido acentuando, esa es una de las razones por las cuales las instituciones deciden incorporarse”, afirmó.
Guidali aseguró que “es un proyecto muy breve en el tiempo pero de alto impacto”. Cada edición dura tres meses y “en ese poco tiempo los estudiantes están en contacto con un universo bastante amplio de texto de lectura, pero además están se van fortaleciendo como protagonistas en su comunidad”. De hecho, resaltó: “Van conquistando otros espacios públicos como policlínicas, plazas, merenderos, lugares que no estaban previstos, pero cuando estos jóvenes se fortalecen, se sienten motivados y salen a ocupar con la lectura otros lugares”.
Otro de los proyectos que impulsa Prolee este año es la segunda edición de la Muestra Itinerante de Literatura Infantil. Es una muestra de 200 libros de distintos géneros que se instalan en diferentes institutos por tres semanas. Este año pasarán por Rivera, San José, Tacuarembó y Rocha, y participarán estudiantes de Magisterio y de Técnico en Primera Infancia. Guidali detalló: “Cada instituto conformó una comisión de 15 estudiantes para formarse en el proceso de conformación de criterios para seleccionar los libros de literatura infantil y al mismo tiempo formarse como mediadores de la lectura. La idea de la muestra es que en dos de esas tres semanas se aplique un plan para que el resto de los estudiantes de esa casa de estudios se contacte con esos libros y tenga tiempo para poder leerlos. Durante la tercer semana se ejecuta un plan para que la comunidad de niños, las escuelas y jardines puedan circular por esa muestra también”.