El lunes las autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) explicaron ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la cámara baja su proyecto de presupuesto para el quinquenio. Uno de los objetivos estratégicos defendidos por la administración fue el de priorizar que las escuelas con extensión de tiempo pedagógico (las de tiempo completo que funcionan en los quintiles 1 y 2, y las de tiempo extendido que se crearon a partir de 2012 y funcionan en los quintiles 3, 4 y 5) se ubiquen en las escuelas de barrios de los quintiles 1 y 2.
En los barrios del quintil 1 sólo hay 13% de escuelas con extensión del tiempo pedagógico y en el quintil 2 hay algo más de 10%, aseguró el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP, Robert Silva, quien agregó que una de las metas de la ANEP para este quinquenio es aumentar de 22% a 40% la proporción de estudiantes de quintil 1 y 2 en propuestas de extensión, aspiración que calificó de “muy ambiciosa”.
Silva advirtió que no se va a quitar el tiempo extendido de otros sectores, pero “sí vamos a poner foco en los sectores más vulnerables, porque creemos que es un deber ético”.
El consejero de Educación Inicial y Primaria electo por los docentes, Pablo Caggiani, cuestionó la medida. En diálogo con la diaria, consideró que “desde el punto de vista teórico es muy razonable priorizar, pero desde el práctico es desconocer el resto de las políticas que inciden en la definición de políticas educativas”.
Explicó que para ampliar el tiempo pedagógico se requieren obras nuevas, es decir para que dos escuelas de turno simple que funcionan en un solo local se conviertan en dos de tiempo extendido o completo se necesitan dos locales, o se pueden transformar escuelas de turno simple en propuestas de extensión en los lugares donde se liberen espacios, lo que ha pasado, explicó Caggiani, en los barrios del centro de Montevideo.
En este proceso interviene “la tasa de natalidad, que está segmentada a su vez por nivel socioeconómico, entonces en las zonas de mayor poder adquisitivo hay menor tasa de natalidad; por los procesos de migración desde ciudades más pequeñas a las metrópolis, que liberan espacio en las escuelas de las ciudades pequeñas, y por la ausencia de políticas urbanas, que hace que la población se mueva a la periferia y el centro se vacíe”.
Así fue que surgieron las escuelas de tiempo extendido, que, según Caggiani, son propuestas interesantes porque “en general rompen con la segmentación del territorio”, ya que son “muy demandadas por la población” y en ellas, más allá de la adscripción geográfica, se toma en cuenta que los niños sean de hogares monoparentales que trabajen, que provengan del Plan CAIF o que tengan doble Tarjeta Uruguay Social, es decir, que estén por debajo de la línea de indigencia.
“El efecto es que se produce una escuela mucho más heterogénea en su matrícula” en comparación con una escuela a la que sólo van los niños del barrio, opinó. Mencionó que si bien no hay evidencia relevada sobre el impacto que pueden tener estas escuelas en los aprendizajes, la literatura académica “refiere que las escuelas heterogéneas permiten una circulación de capital social y cultural bien diferente, que beneficia a los más vulnerables”.
Por otro lado, señaló que llegar a la meta de 40% implicaría que 16.000 estudiantes de estos quintiles pasen a estar en escuelas de tiempo extendido y completo, lo que según Caggiani “no está presupuestado”, por lo que opinó que el planteo “es inconsistente”.
Además, consideró “muy raro pensar que las escuelas que están en la parte de arriba del quintil 2 son sustantivamente diferentes de las que están más abajo en el quintil 3”, y apuntó que no transformar a tiempo extendido más escuelas del quintil 3 “perjudicará a trabajadores de cualquier barrio que no sea del centro de Montevideo”.
Promedio de 28 estudiantes por grupo
En comisión los diputados del FA también consultaron por el número de estudiantes por grupo en educación media, que en administraciones anteriores se buscaba que fuera de 25. La actual directora general de Secundaria, Jenifer Cherro, dijo que se están planteando “una media de 28 alumnos, sobre todo en el ciclo básico, para atender la calidad de los aprendizajes”. Según los datos del Monitor Educativo Liceal de 2019, el promedio de estudiantes por grupo fue de 27,9 en 2013, y bajó a 25,5 en 2019, aunque para Cherro “eso de 25 alumnos es una expresión de deseo; en los hechos, siempre hubo más”.
Silva, por su parte, manifestó que “no puede haber centros educativos que digan que no reciben más de 20 o 25 alumnos y otros que, invocando el derecho a la educación, acepten a todos los que se presenten”, y dijo que hay que tener en cuenta que “muchos de los que imponen determinados cupos están en zonas en las que la educación pública debe tender la mano. Además, si alguien tiene uno, dos o tres alumnos más, no pasa nada”.
Cambios en FPB de UTU
En otro orden, Juan Pereyra, el director general de UTU, reiteró que en relación con los cambios en los cursos de Formación Profesional Básica (FPB), el consejo determinó que al momento de la inscripción de los estudiantes que egresan de primaria se los anotara en el Ciclo Básico Tecnológico y que sólo pudieran anotarse en FPB quienes tuvieran “más de 14 o 15 años y ya habían desertado del sistema”, “así volvíamos a la idea original” del programa. El diputado Sebastián Sabini anunció que convocará a las autoridades a la Comisión de Educación y Cultura para tratar este tema.
Universalizar tres años
Otro de los temas discutidos en comisión fue la universalización de la educación a los tres años, que fue tema de debate porque la ley de urgente consideración (LUC) estableció que no correspondía la educación obligatoria a esa edad. La diputada frenteamplista Ana Olivera reconoció que no era obligatorio tampoco antes de la LUC, pero se preguntó cómo se universalizaría el acceso a la educación a los niños de tres años sin los recursos correspondientes.
Uno de los que respondieron a Olivera fue Juan Gabito, integrante del Codicen en nombre del Poder Ejecutivo: “Cuando se habla del nivel tres años, todos queremos que se universalice. Pero resulta que la ley dice que no es obligatorio. Si estamos presentando resultados muy pero muy magros en los niveles que sí son obligatorios, en la media básica y en la media superior, claramente tenemos que focalizarnos. No vamos a desatender los tres años, pero no podemos dejar tirados –como dicen los muchachos– a la educación media para atender a los preescolares, por más simpáticos que nos caigan”, opinó.
El presidente del Codicen dijo, por su parte, que la meta es llegar a una cobertura de 85% de los niños de tres años, pero añadió que debido a la baja de la natalidad y “aunque nosotros no hagamos nada”, la ANEP podría atender a 100% de los niños de tres años. La meta, explicó, es “porque tenemos que ser responsables”; dijo que hay 44 jardines de infantes construidos o en construcción por obras de participación público-privada, pero sólo hay recursos para cubrir docentes y gastos de funcionamiento en 11.