Educación Ingresá
Educación

Escuela rural 58, en Aguas Blancas, departamento de Lavalleja, este lunes.

Foto: Alessandro Maradei

Silva destacó el retorno a la presencialidad como “algo necesario, trascendente y fundamental para nuestros niños”

4 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Este lunes abrieron sus puertas 726 escuelas rurales, un paso que según el presidente de ANEP “debe ser seguro para poder proyectar” regresos en otros niveles educativos.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Este audio es una característica exclusiva de la suscripción digital.
Escuchá este artículo

Tu navegador no soporta audios HTML5.

Tu navegador no soporta audios HTML5.

Leído por Andrés Alba
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Tal y como había anunciado a fines de abril el Poder Ejecutivo, este lunes comenzó el retorno a la presencialidad en las escuelas rurales. El regreso a las aulas se da en un momento en que el país tiene a todos sus departamentos en rojo según la escala del índice de Harvard.

Miles de niños de las zonas rurales del país volvieron a pisar sus escuelas. En total 726 escuelas rurales unidocentes y con menos de 20 estudiantes abrieron sus puertas, mientras que otras 19 que cumplen con esas condiciones esperan la reapertura para la semana que viene, luego de que se hayan solucionado algunos problemas edilicios, según informó Graciela Fabeyro, directora general de Educación Inicial y Primaria.

El retorno será gradual y, según destacó el presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, se programó en diálogo con el Ministerio de Salud Pública y el Poder Ejecutivo, y teniendo en cuenta las recomendaciones del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH). “Lo vemos como algo necesario, trascendente y fundamental para nuestros niños y para la comunidad educativa”, dijo Silva el lunes en la escuela de Nueva Carrara, a seis kilómetros de Pan de Azúcar.

Son 14 los niños y niñas que concurren a la escuela 31, un edificio de una sola planta con paredes de piedra y ventanas amplias que permiten ver la serranía. El lugar es amplio y con una capacidad para el doble de niños que los que ahora asisten. Este lunes no fue un típico día de clases, sino más bien de reencuentro. Mientras las autoridades respondieron las preguntas de la prensa, los niños simplemente jugaron.

Primer paso

El presidente de ANEP remarcó que el retorno a la presencialidad en las escuelas rurales “debe ser seguro para poder proyectar nuevos regresos que tenemos que hacer en otros niveles educativos”.

Fabeyro dijo que las escuelas rurales son “ideales” para retomar la presencialidad y para ir viendo “cómo se evoluciona”. Estas escuelas tienen una capacidad de aforo para 58.000 niños y actualmente concurren 16.500, informó Silva. A las 726 escuelas que reabrieron este lunes concurren cerca de 6.000 estudiantes.

“No hay duda de que en las escuelas rurales tenemos la capacidad para poder mantener las distancias correspondientes. Hay que ver en el resto de los centros educativos. En educación primaria es necesario un metro de distancia entre bancos y en el resto, un metro y medio. Los estudiantes serán convocados en la medida en que existan posibilidades”, aseguró el presidente de la ANEP.

Hasta ahora el cronograma incluye que el lunes 10 de mayo abrirán sus puertas el resto de las escuelas rurales, incluidos los grupos de 7º, 8º y 9º, y todos los grupos de educación inicial (de hasta cinco años) de todo el país. Además, el martes 18 volverán a clases presenciales los grupos de 1º, 2º y 3º de las escuelas urbanas de todo el país excepto el área metropolitana, donde volverán esos grupos pero de las escuelas Aprender, de tiempo completo y de tiempo extendido. Sobre el resto de los grupos todavía no se avanzó en las fechas, pero la directora de Primaria aseguró que todas “van a retornar” y destacó que el proceso será gradual.

En el caso de las escuelas urbanas, serán los equipos docentes de cada centro, así como los inspectores, quienes “visualicen las posibilidades reales de retorno y si es posible volver al horario completo o no. Las condiciones van a depender de la autonomía de cada centro para manejar su situación”, afirmó Fabeyro.

“La coordinación será entre los inspectores departamentales de la educación inicial y primaria y los directores departamentales de salud, que son quienes realmente toman las decisiones. Ese trabajo mancomunado del sector de la educación y el sector de la salud nos da tranquilidad. Las decisiones pedagógicas son nuestras, pero las sanitarias no. Cada escuela es diferente y también depende del tamaño de los grupos y de la posibilidad de los maestros”, expresó.

“Hay que tener claro que la vuelta a la presencialidad es condicional: se abre y se mantiene la presencialidad mientras estén las condiciones de salud que permiten que sea un retorno seguro. Y es gradual para dar autonomía a los equipos docentes e inspectivos sobre las decisiones”, dijo Fabeyro.

El presidente de la ANEP mencionó que el retorno se da con 72% de los docentes vacunados, y señaló que sería conveniente hacer test aleatorios a funcionarios en los centros educativos. Consultado por la diaria respondió que es algo que no está definido y que es el MSP el que debe evaluarlo. “Estamos para lo que las autoridades sanitarias dispongan. Creemos que por seguridad de nuestras familias, niños y funcionarios se tienen que realizar estos test”, afirmó.

Silva subrayó la importancia de continuar capitalizando la virtualidad en la educación. En este sentido, informó que a un año de la pandemia, la plataforma CREA del Plan Ceibal pasó de 20.000 usuarios a más de 700.000, con picos de 400.000 conectados al mismo tiempo.

“La virtualidad llegó para quedarse y para transformar la educación. El país la tenía hace tiempo y no la usaba como debía. Una de las cosas positivas de la pandemia es que nos enseñó a aprovechar muchísimo más los recursos tecnológicos, no sólo las máquinas, sino también los instrumentos, las plataformas y las bibliotecas digitales”, comentó Silva.

Al respecto, Fabeyro señaló que este segundo intento de presencialidad en las escuelas cuenta con la acumulación de aprendizaje del año pasado por parte de los docentes sobre las herramientas virtuales, muchas veces adquirido de forma autodidacta o con ayuda de colegas. Sin embargo, enfatizó en que la presencialidad en la educación es una necesidad pedagógica. “La presencialidad es una necesidad y tiene efectos muy positivos. Si bien en virtualidad se ha trabajado mucho, no tiene la misma efectividad que el aprendizaje presencial”, observó.

Las autoridades coincidieron en que el uso de tapabocas no debe ser obligatorio en niños menores de ocho años, así como en niños con trastorno del espectro autista, debido a las bajas probabilidades de transmisión del virus en esa franja etaria. Con una perspectiva sobre el rol socializante de la escuela, Fabeyro expresó: “El rostro es importantísimo en la comunicación, sobre todo con los más chiquitos. Ellos nos miran mucho a los ojos para darse cuenta de que estamos hablando amistosamente con ellos”.

“El resto de los protocolos continúan exactamente igual: ventilación cruzada, distanciamiento físico y lavado de manos”, remarcó Silva.

Por último, la directora de Primaria señaló a la diaria que la cobranza del dinero otorgado a las familias en el marco del Plan de Alimentación Escolar “va lento” y advirtió que la transferencia tiene una vigencia determinada, por lo que, en caso de no retirar el dinero a tiempo, se pierde el beneficio. “No sabemos si no retiran el dinero por falta de información o si a la gente le quedan lejos los locales de cobranza. Es bueno que sepan que el dinero está”, aseveró.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa la educación?
Suscribite y recibí la newsletter de Educación en tu email.
Suscribite
¿Te interesa la educación?
Recibí la newsletter de Educación en tu email todos los jueves.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura