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Julián Mazzoni (archivo, noviembre de 2022).

Foto: Camilo dos Santos

El Codicen definió por unanimidad que la educación sexual sea obligatoria en UTU

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Será un taller anual, de dos horas semanales y formará parte de la currícula de séptimo y octavo grado; pasará a llamarse Educación para la Salud y la Sexualidad y los docentes actuales serán “los referentes”.

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Fue la única modificación de las mallas curriculares que los representantes docentes en el Consejo Directivo Central (Codicen) votaron a favor: este viernes, en sesión extraordinaria y por unanimidad, el Codicen de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) definió que la educación sexual sea parte de la currícula obligatoria de la Dirección General de Educación Técnico Profesional.

“Si bien la Dirección no compartía, por unanimidad el Codicen planteó que tenía que considerarse esa asignatura, porque la obligatoriedad era una fortaleza y había sido prácticamente eliminada”, señaló a la diaria Julián Mazzoni, consejero docente del organismo.

El abordaje y el espacio que la reforma educativa pretende darle a la educación sexual en los distintos subsistemas ha sido objeto de preocupación por parte de los colectivos docentes desde que se dio a conocer el borrador del Plan de Estudios. El caso de UTU fue el más notorio, ya que se planteaba que la materia Educación para la Sexualidad -brindada en los dos primeros años del ciclo básico- pasara a ser un taller curricular optativo y, por tanto, que dejara de ser una asignatura obligatoria. Esto generó el rechazo de los docentes de la asignatura, que a través de un comunicado argumentaron que al ser opcional “no se garantiza el derecho de los estudiantes a recibir información sobre sexualidad”.

En tanto, el Fondo de Población de las Naciones Unidas recomendó al Codicen que la educación sexual transversalice al sistema educativo y que forme parte de la currícula obligatoria. Y “siguieron las recomendaciones”, aseguró Mazzoni.

Además de la definición de obligatoriedad, en la sesión se estableció que en vez de que la temática sea abordada a través de la asignatura Educación para la Sexualidad, lo sea en formato taller y bajo el nombre Educación para la Salud y la Sexualidad. Tendrá una duración anual de dos horas semanales y pertenecerá a la currícula de séptimo y octavo grado.

Mazzoni aclaró que “evidentemente algunos cambios va a tener” y que, posteriormente, “hay que mirar las posibles modificaciones al programa y enfoque de los talleres”. Aun así, resaltó que se haya logrado el carácter obligatorio con la misma cantidad de horas que tiene actualmente, y que los docentes que brindan la asignatura Educación para la Sexualidad vayan a ser los “referentes” para el taller definido.

Con relación al abordaje de la educación sexual en secundaria, donde la Asamblea Técnico Docente denunció “un vaciamiento absoluto” del contenido en los programas preliminares de la reforma curricular, Mazzoni dijo que “no se habló” del tema, pero que “la estructura” será la que ya existía, “con un referente y una actividad que atraviesa todas las asignaturas y que trabaja con los docentes”.

"A contrarreloj”

En la misma sesión se terminó de aprobar el Plan de Educación Básica Integral que, según Mazzoni, quedó “prácticamente como estaba” y no contó con los votos de los representantes docentes. Resta discutir el reglamento de evaluación, que les llegó este viernes y prevén que se trate en sesión la semana próxima.

“La sensación es que se hace a contrarreloj, que va a traer dificultades para la elección de horas y toda la organización del sistema”, sentenció Mazzoni. Asimismo, subrayó que en Formación en Educación aún no están los programas disponibles y que tampoco está la tabla de equivalencias de las asignaturas del Plan 2008 y el Plan 2023. Por esta y otras razones “no resueltas”, el Sindicato de Docentes de Formación en Educación solicitó que se retrase el inicio de elección de horas docente, que está previsto para el lunes 12.

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