Las vacaciones de invierno terminaron y, finalmente, a pesar de la incertidumbre que reinaba a principios de mes sobre el retorno de las clases presenciales, la Administración Nacional de Educación Pública decretó que este lunes las infancias volvieran a las aulas escolares.
Los alumnos de la escuela 111 de Paysandú no fueron la excepción: las clases retornaron, pero con una guardia y la intervención del programa Escuelas Disfrutables, que funciona en la órbita de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP). Es que la semana pasada, un grupo de familias de los niños se dirigieron a Fiscalía para pedir contención urgente, luego de que un vecino rompiera autos de maestras y amenazara con que iba a matar a alumnos y docentes del centro educativo.
En ese entonces, la directora general de Educación Inicial y Primaria, Olga de las Heras, había manifestado a la diaria que se comunicaron con el referente de seguridad del Consejo Directivo Central (Codicen) en busca de que haya mayor patrullaje por las zonas aledañas a la escuela, y que en caso de que eso no se lograra implementarían una guardia, lo que para la Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de la Educación Primaria (FUM-TEP) es la única posible solución para generar la tranquilidad necesaria en la comunidad.
Y así fue: De las Heras explicó este lunes a la diaria que las clases en la escuela 111 retornaron con un custodio, que a partir de ahora y, por lo pronto, hasta dentro de 15 días hábiles, hará guardia en la puerta y dentro de la escuela entre las 8.00 y las 17.00. La directora de Primaria dijo que la medida pudo ser tomada debido a que en el presupuesto de Primaria disponen 160 horas de seguridad al mes, que se van reponiendo.
Por otro lado, explicó que ante situaciones en las que sea necesario actuar, el guardia llamará a la Policía, porque “no puede exponerse a enfrentarse con una persona” que tiene problemas de salud mental. En ese sentido, contó que luego de que los padres realizaron la denuncia en la Fiscalía, el vecino en cuestión fue internado en una sala psiquiátrica de Paysandú y que permanece allí.
“Eso sucedió en vistas de que había mucha preocupación en el vecindario, entre los maestros, en toda la comunidad de padres. Resolvieron, entonces, dejarlo unos días más”, señaló De las Heras. Consultada acerca de escenarios futuros, la directora de Primaria respondió que la guardia “no es una medida que se va a tomar por siempre”, sino que en cuanto transcurran los días se evaluará “qué eficacia tiene esto”.
Mientras tanto, afirmó que están conectados con el Ministerio del Interior (MI), por intermedio del Codicen, “para eventualmente ver” cómo se siguen desarrollando los hechos. La semana entrante De las Heras viajará a Paysandú y, entre varias visitas, pasará por la escuela 111 para dialogar con los docentes, el equipo directivo y los inspectores, para “ver in situ cómo está la situación”.
“Si es necesario [que haya] más vigilancia y si resulta una alternativa eficiente [la presencia del guardia] se seguirá. Pero mientras [el vecino] esté internado, en este momento no podemos saber si realmente esto es una medida de eficacia para subsanar esto. Por ahora el guardia está ahí, los padres saben y se sienten más tranquilos”, finalizó De las Heras.