Ovacionado e intentando contener las lágrimas, Rodrigo Arim dejó formalmente este lunes el rectorado de la Universidad de la República (Udelar). Si bien tomará licencia hasta el 4 de febrero y desde esa fecha entrará a regir su renuncia formal al cargo, en los hechos dejó el rectorado a poco menos de dos años del período para el que fue electo por segunda vez en 2022.
En una sesión extraordinaria del Consejo Directivo Central (CDC) de la Udelar, el lunes de mañana el rector, ya en uso de su licencia, se refirió formalmente al cuerpo, en una intervención que tuvo emoción, gratitud y también un pedido de disculpas por la forma en que se procesó su salida, de la que no había indicios hasta hace pocos días.
Arim contó los 14 años, cinco meses y 17 días que hace que integra el CDC, primero como decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración (FCEA) y luego como rector. También los 35 años que se cumplirán en marzo del año que viene desde su entrada como estudiante a dicha facultad y los 30 años desde que es docente de la institución.
Por el tiempo y los vínculos que ha estrechado en ese período, Arim expresó que la Udelar ha sido su “hogar intelectual” y también un espacio “de socialización” y “de reconocimiento”. “No siento mayor honor en mi trayectoria que la de ser elegido rector”, señaló ante el CDC, y agregó que la Udelar es “una de las pocas instituciones” en la que no existe “incompatibilidad ni contradicción entre quererla con profundidad y desprendimiento y criticarla como práctica cotidiana”. “No hubo ningún espacio laboral donde me sentí más cómodo y realizado. Renuncio a la función, no a ese sentimiento inquebrantable de pertenencia”, planteó el rector saliente.
Según confesó, “tomar la decisión” de renunciar “no fue una tarea sencilla”, ya que siente que le gustaría estar presente en algunos temas que aún quedan pendientes de su gestión, ya sea para ser parte de su concreción como para “convencer” de algunos rumbos que, según entiende, la universidad debería tomar. “Me quedo con la tranquila gratitud de haber sido protagonista de una conducción universitaria colectiva, capaz de mostrar versatilidad -el covid-19 es sólo un ejemplo- e impulso transformador”, sostuvo.
Arim definió a su salida como “un tanto abrupta” y pidió “disculpas” por “errores cometidos y frustraciones que puede acarrear” su renuncia. Más allá de su emoción, que lo llevó a leer un texto previamente elaborado, en muchos pasajes con la voz entrecortada, aseguró que siente “entusiasmo” por poder involucrarse “en otros procesos de política pública”, por lo que se mostró agradecido con el presidente electo, Yamandú Orsi.
Respecto al rumbo que tomará la institución en el corto plazo, en principio con el rectorado interino del decano de Química, Álvaro Mombrú, Arim dijo: “Las personas importamos, pero no somos imprescindibles, sí creo fervientemente en los colectivos y en las comunidades”. En esa línea, parafraseó un mensaje que en estos días le envió una docente de la Udelar, quien le manifestó que, si bien “es cierto que la universidad atravesará cierto vértigo” con su renuncia, también lo es “que se acomodará”. “Las instancias colectivas encontrarán los caminos”, sostuvo, y agregó que su mensaje no es una despedida de la institución, ya que seguirá vinculado a ella. “De los logros y avances de estos años somos responsables todos. Estoy seguro de que la universidad, desde su autonomía y cogobierno, seguirá en movimiento y al servicio de la sociedad”, cerró.
“Sensaciones encontradas”
Desde los órdenes de la Udelar realizaron valoraciones similares sobre la gestión de Arim y también marcaron que la renuncia al rectorado no fue esperada e, incluso, en algunos casos, sostuvieron que no fue bien manejada. Hernán dos Santos, consejero por los egresados, sostuvo que el orden recibió la noticia con “sensaciones encontradas”, ya que si bien sienten la necesidad de “felicitar al rector por los desafíos que le esperan”, por el otro, manifestaron sentir “pena” de que no finalice su segundo período rectoral. “Durante estos años la sala de egresados tuvo acuerdos y desacuerdos con la conducción de la universidad; hoy nos interesa agradecer la dedicación y el compromiso de un rector que contribuyó a reposicionar a nuestra universidad como actor clave para el desarrollo del país”, manifestaron los egresados, que se mostraron comprometidos a aportar con el desafío inmediato de “prontamente encauzar la conducción” de la institución.
Por su parte, Lucas D’Avenia, representante docente en el CDC, habló del “sentimiento de sorpresa” de la comunidad universitaria ante la renuncia, lo que la llevará a tener que responder ante “un nuevo escenario que no estaba en los planes”. El consejero marcó que, en los últimos años, los representantes de los docentes en el cogobierno han discrepado con propuestas concretas del rectorado y que, como es natural en la democracia universitaria, en algunos casos han llegado a acuerdos y en otros no. Por ejemplo, mencionó que un aspecto que desde el orden han reclamado es la necesidad de “tener tiempos de discusión adecuados para algunos temas”.
No obstante, valoró la gestión de Arim y recordó que en 2022 fue reelecto por unanimidad en la Asamblea General del Claustro, en un clima “bastante distinto” al que se había generado cuatro años antes, cuando, por ejemplo, no pudo dar su discurso cuando fue electo por cánticos en su contra. Más allá de otras políticas que también destacó, D’Avenia consideró que, probablemente, el mejoramiento del clima de discusión es la contribución más importante que realizó Arim desde el rectorado.
Según el consejero, el rector tuvo que dar “respuestas a situaciones desafiantes”, como la pandemia de covid-19 y el contexto de “fuertísimas restricciones presupuestales”. Sobre esto último, D’Avenia planteó que ello colocó “a la institución en una situación de mucha fragilidad en términos del deterioro de la relación entre horas docentes y cantidad de estudiantes”. “En ese contexto el rector desplegó estrategias para obtener algunos recursos y actuar blindando algunas políticas particularmente relevantes”, dijo, y mencionó al desarrollo de la Udelar en el interior, el financiamiento del régimen de Dedicación Total para docentes y la transformación del Hospital de Clínicas.
Recuerdos de la etapa estudiantil y un pedido presupuestal
Por su parte, el consejero estudiantil Ignacio Rojí leyó un documento elaborado por la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) en el que saludaron el tránsito de Arim por la Udelar. En particular, recordó su pasaje estudiantil y su militancia en el Centro de Estudiantes de FCEA. Según dijo, cuando sus actuales integrantes limpian el salón gremial, se encuentran con fotos del rector en su etapa estudiantil. Además, recordó su participación en las ocupaciones que se realizaron en la facultad en 1990 y 1993.
Los estudiantes también recordaron los decanatos de Arim en FCEA y plantearon que el centro de estudios “se enriqueció con sus políticas”, gracias a lo que en la actualidad la facultad es “respetada y prestigiosa en todo el país”. En concreto, mencionó el cambio del plan de estudios, la generación de una nueva estructura académica y el desarrollo de la oferta formativa en el interior del país.
Sobre su etapa como rector, la FEUU marcó que, “más allá de algunas discrepancias en cuanto a proyectos o concepciones políticas”, su agenda “ha sido y es de interés general, en pos del demos universitario y del país”. Por tanto, consideraron “sumamente positivo” que alguien con su perfil vaya a ocupar la dirección de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y lo vincularon con el rol preponderante que jugó el rector en los recientes pedidos presupuestales de la Udelar: “Esperamos que pueda darle a la Udelar el lugar y el presupuesto que se merece y que tanto ha defendido desde la propia institución”. Rojí planteó que la FEUU seguirá en la defensa del 6+1% del Producto Interno Bruto para la educación y la investigación, respectivamente.
En tanto, el consejero estudiantil también hizo referencia a la forma en que Arim deja el rectorado y marcó que la FEUU se “lamenta” por “la poca anticipación y preparación” con la que la institución tiene que afrontar la decisión. En ese sentido, marcó que hubiera sido deseable una “transición menos brusca”, por ejemplo, a través de una toma de licencia en vez de una renuncia inmediata. De todas formas, la FEUU valora que el rector saliente “deja un equipo preparado y un funcionamiento a la altura de las circunstancias”.
El CDC realizó un balance de la gestión de Arim y marcaron como principal pendiente el cambio de la Ley Orgánica
Durante la sesión del CDC también hubo tiempo para distintos balances del rectorado y medio de Arim. Jorge Xavier, decano de la FCEA, sintetizó que, pese a la situación de pandemia, en el primer rectorado la Udelar logró un avance en la descentralización, a través de la consolidación, el fortalecimiento y el surgimiento de nuevas carreras. Además, habló del desarrollo logrado por los Centros Universitarios Regionales (Cenur) en el interior, en particular en la región suroeste, donde se creó un nuevo Cenur.
Por su parte, Xavier planteó que en dicho período se generó “infraestructura universitaria de primer nivel en Uruguay, la región y América Latina”, y como ejemplos nombró la construcción de un laboratorio de bioseguridad nivel P3 en Salto, la construcción y proyección de nuevas sedes en Paysandú y Rivera y el nuevo local de la Facultad de Veterinaria. El decano también recordó la instrumentación de un nuevo estatuto del personal docente de la Udelar, la aprobación de una nueva ordenanza de estudios de posgrados y la creación de la Facultad de Artes.
En tanto, comentó que en su segundo período, cuando hubiera podido dedicarse a administrar lo hecho en el primero, Arim “siguió planteando nuevos desafíos”, entre ellos, la lucha por lograr más presupuesto, la creación de institutos centrales de investigación y de prorrectorados como estructuras organizativas. También destacó la conmemoración de los 175 años de la universidad y la “profundización de internacionalización e intercambios académicos”, por ejemplo, asumiendo la presidencia de la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo.
Al igual que otros decanos, Xavier analizó que el principal debe fue que “quedó pendiente la reforma de la Ley Orgánica de la Udelar”; no obstante, en la sesión varios integrantes del CDC coincidieron en que se trata de una tarea difícil que la institución no ha sabido resolver desde hace varias décadas.
Sobre el rol que Arim cumplirá en la OPP, Xavier aseguró que será un “privilegio para Uruguay” tenerlo en dicha función, ya que se trata de alguien “solidario, con el coraje necesario para enfrentar desafíos, comprometido, sin temor a correr riesgos”. Entre otras virtudes, también marcó su capacidad para buscar “la reconciliación y el diálogo, visión prospectiva, capacidad de trabajo y el compromiso con los más desprotegidos”. “Con seguridad nos desafiará a construir el Uruguay de 2050 desde su nueva posición”, concluyó.