En su trabajo cotidiano los docentes uruguayos apelan a múltiples estrategias para buscar que sus estudiantes logren aprender. Si bien los proyectos y actividades prácticas suelen tener más prensa, en muchos casos se complementan con la tradicional clase expositiva, también necesaria para afianzar ideas. Más allá de los contenidos curriculares, este tipo de experiencias sirven para desarrollar o afianzar otros aspectos en los estudiantes, como la capacidad de búsqueda de información o incluso la confianza en sí mismos.
Una de las tantas actividades de este tipo que ocurren a diario se dio este año en el liceo Solymar 1, donde, en el marco de los contenidos sugeridos del curso de Historia de primer año de bachillerato, la profesora Soledad García les propuso a sus estudiantes que realicen un trabajo de investigación sobre migración en América Latina. El trabajo partió de algunas fuentes informativas predefinidas y luego los estudiantes podían ir complementando con otras que fueran encontrando. Los equipos que hicieron un trabajo con mayor grado de avance tuvieron que elaborar un folleto informativo en el que también plasmaran sus principales conclusiones sobre el tema, que funcionó como trabajo final.
Concretamente, la propuesta se enfocó en lo que cotidianamente ocurre en la selva del Darién, ubicada en el límite entre Colombia y Panamá, es decir, donde se separan América del Sur y América Central. Uno de los folletos, elaborado por Julieta Beares, Luana González, Thianna Xavier y Piero Zacheo, da cuenta de que en 2023 cerca de 500.000 migrantes cruzaron la selva y que 120.000 de ellos eran menores de edad. Estos datos del gobierno de Panamá muestran que el tránsito creció más de cinco veces en comparación con lo que ocurría antes de la pandemia de covid-19.
En el folleto, que puede verse en el sitio web del liceo, el equipo concluye que esta situación “es un claro ejemplo de los complejos procesos de la última etapa de la globalización actual iniciados en 1990”. Además, plantean que los derechos humanos son universales e inalienables” y, por tanto, “nadie puede renunciar a estos ni arrebatárselos a otra persona”. En este contexto, sostienen que “los gobiernos involucrados directa e indirectamente” son los que deben velar por esos derechos. A su vez, los liceales concluyeron que “la migración es un fenómeno que trasciende fronteras” y que, en ese sentido, “la crisis en el Darién es reflejo de la gran problemática global que empuja a millones de personas a desplazarse”.
El proceso de trabajo
la diaria conversó con Julieta Beares, Luana González y Thianna Xavier, quienes contaron que el proceso inició a finales de octubre y que trabajaron en la tarea durante todo noviembre, en lo que terminó siendo su evaluación final del curso de Historia. Según contaron, se fueron dividiendo para leer las distintas notas que había recomendado la profesora y, a su vez, profundizar la investigación con otras fuentes.
Las estudiantes valoraron positivamente contar con tres medios de prensa, un libro y un diccionario como base para iniciar la indagación, dado que, al no tener conocimiento previo del tema, sin esa base podían caer en información falsa o poco confiable que circula en la web.
Por ejemplo, Beares contó que en su caso le tocó partir de una nota en The New York Times que era muy extensa y abordaba el tema desde una perspectiva de actualidad, pero también hacía un raconto histórico de la situación en la selva. Precisamente, la extensión de algunas de las fuentes de información fue una de las dificultades del proceso de investigación, junto con el léxico y la terminología que usaban algunos artículos.
Al respecto, contaron que con la lectura de algunos textos tuvieron que acudir al diccionario o a la profesora, de forma de comprender mejor algunas ideas. En ese sentido, concluyeron que en muchos casos las notas de prensa apelan a un lenguaje que no es accesible para toda la población, sino sólo para la que tiene un conocimiento previo del tema que abordan. “Ahí estaba la profe y nosotros íbamos y le decíamos: ‘Esto no lo entendimos, no sé a qué se refiere’. Ella nos explicaba y ahí entendimos un montón de cosas”, recordó Xavier.
Las estudiantes marcaron la diferencia entre ese tipo de textos y los que encontraron mucho más sencillos, los que, según valoraron, estaban pensados para que los comprendiera todo tipo de público. Justamente, en todos los casos se preocuparon por comprender los textos para poder explicarlos con sus palabras.
El grupo sintió una mayor cercanía con los contenidos audiovisuales sobre el tema y, por ejemplo, mencionaron que algunos documentales que visionaron les permitieron “colocarse en el lugar” de los protagonistas. En concreto, plantearon que no es lo mismo leer que una madre tuvo que separarse de sus hijos para migrar que verlo y escucharlo en boca de la propia persona. “Te da un punto de vista de las personas que vivieron eso”, resumió Beares.
Sintetizar y publicar la información
Después del período de indagación, en el que la información se va ampliando con cada fuente consultada, llega el momento de la síntesis. Para ello, el equipo contó con un límite de carillas fijado por la profesora que funcionaba con flexibilidad. Es decir, podían entregar un texto un poco menos o un poco más extenso de lo pautado.
Más allá de la cantidad de páginas, la pauta también les planteaba una guía sobre los subtemas que debían pasar en limpio: marco conceptual, actores y organismos involucrados, características geográficas de la zona, entre otros. Con esa guía, una de las estudiantes tomó la tarea de diseñar el folleto, que elaboraron en la plataforma de diseño Canva. Xavier, quien llevó adelante esa tarea, contó que ya tenía experiencia en el manejo de la herramienta, pero que, de todas formas, nunca había elaborado un contenido de este tipo.
En ese proceso el texto tuvo varias idas y vueltas, ya que la profesora les iba haciendo comentarios y correcciones, en el contenido, la sintaxis y la ortografía. Más allá de sintetizar la información que habían obtenido y de adaptarse a la pauta, también tuvieron en cuenta que estuviera dirigido a lectores que no necesariamente tuvieran información previa del tema. El folleto comienza con un marco conceptual en el que definen la migración forzosa como “aquellas poblaciones que están en condiciones socioeconómicas que les impiden subsistir en las regiones de las que proceden”.
Al describir las condiciones geográficas de la selva del Darién, explican los peligros de transitar por esa zona: “Los ríos y las crecidas repentinas llevan a que muchas personas sean arrastradas y se ahoguen en las aguas fangosas. Las contusiones, cortes, mordeduras de animales y fracturas son frecuentes. La elevada humedad y el calor diario, combinados con la falta de agua potable, producen enfermedades y síntomas de deshidratación grave”. En adición, reportan todos los costos y las dificultades por las que deben pasar las personas que atraviesan la selva, que van desde el pago en dólares para viajar en bote en algunos tramos hasta tener que caminar durante varios días seguidos en otros, a lo que se suma el riesgo de sufrir robos o secuestros. Según consigna el grupo, “el Proyecto Migrantes Desaparecidos reportó 141 muertes conocidas en el Tapón del Darién en 2023”.
Para una mejor comprensión, los estudiantes definieron también incluir fotos y mapas, de forma que el lector pueda ubicarse en la situación y en el contexto geográfico. Además, procuraron especialmente que las imágenes tuvieran sentido con el texto de cada hoja del folleto y, por ejemplo, incluyeron el mapa en el apartado que habla sobre las características de la travesía.
Otro desafío que tuvieron que sortear es la cita de fuentes, tanto en los textos como en las imágenes. Sobre todo en el caso de estas últimas, se toparon con que en internet circula una enorme cantidad de imágenes sin atribución de fuente y sin el dato de quién tomó la fotografía. Por tanto, debieron buscar el origen de distintas fotos con las que definieron ilustrar la publicación. En particular, las estudiantes destacaron la ayuda y orientación de la profesora con esa tarea, en especial, a la hora de referenciar las fuentes citadas.
Informar en un mundo informado
Con el auge y la popularización de las distintas plataformas de redes sociales, los adolescentes están acostumbrados a hacer publicaciones casi a diario. No obstante, el tipo de publicación en el que trabajaron los liceales de Solymar tiene algunas particularidades que la diferencian de los posteos que realizan desde sus celulares de forma más frecuente.
Consultadas al respecto, las estudiantes dijeron que el contenido que trataron hace necesario otro abordaje. “Esto es un golpe de realidad”, resumió González respecto de la situación de miles de personas migrantes que ponen en riesgo su vida y la de su familia en busca de una mejor vida. A propósito, contó que apuestan a que la publicación y la divulgación del contenido contribuya a “visualizar lo que está pasando” y, de esa forma, que más gente pueda “abrir los ojos” ante esa situación y que pueda generarse algún cambio. Por ejemplo, mencionó la necesidad de que en la selva se instalen más puestos de ayuda a migrantes, ya que actualmente hay sólo tres, que como máximo pueden atender a 50 personas por día.
En tanto, las estudiantes también reflexionaron sobre su situación personal y valoraron especialmente poder vivir en el país donde nacieron y no tener que migrar a otros países por motivos ajenos a su voluntad.
Durante el proceso de investigación y la difusión de sus resultados, los liceales también han detectado algunos discursos discriminatorios hacia los migrantes que están instalados en la sociedad uruguaya y, por tanto, en sus entornos. Destacaron que fue una oportunidad para hablar sobre el tema con familiares y en el propio liceo. Por ejemplo, una de las estudiantes contó que una amiga de su madre es migrante y a raíz de esta investigación pudo comprender mejor su situación. “Ella es bióloga marina y acá no consigue trabajo de eso, entonces, tuvo que salir a rebuscarse la vida en otra parte y tuvo que dejar todos sus estudios para darle una mejor vida a su hijo. Llegar a otra parte y que te traten mal debe ser muy triste, muy injusto”, reflexionó Xavier.
Búsquedas pedagógicas
Las tres estudiantes valoraron positivamente esa forma de trabajo y marcaron que tuvieron un acercamiento al tema muy distinto al que hubieran logrado si la profesora se limitaba a dar una clase expositiva sobre el tema. Si bien también abordaron el tema de esa manera más tradicional, las liceales destacaron especialmente la oportunidad de buscar y discutir con sus compañeros los hallazgos que iban haciendo.
“Nos dio el tiempo y la libertad de poder investigar por nosotros el tema. Dentro del tema, teníamos la libertad de investigar, poder razonar y decir: ‘Es heavy y es horrible lo que está pasando, y empatizar más. Cuando estás en clase capaz que no te das cuenta, y no mostrás tanto interés, porque es algo que ya te lo están explicando, y uno no cae tanto en la realidad como si piensa por sí mismo o razona con gente de su edad”, planteó González.
En diálogo con la diaria, la profesora explicó que la propuesta tuvo varios objetivos. Por un lado, apuntó a trabajar el concepto de derechos humanos como algo transversal, lo que no sólo ocurrió con esta actividad, ya que estuvo presente a lo largo de todo el año. Por otro lado, García buscó trabajar un tema de actualidad para ponerlo en diálogo con la historia, en una región que nuestro país integra, pero de la que al mismo tiempo se encuentra lejos geográficamente.
También buscó generar la reflexión sobre una situación cada vez más cotidiana, incluso en el liceo, donde cada vez hay más estudiantes que provienen de otros países. Desde el punto de vista conceptual, la docente también pudo poner en diálogo distintas nociones, como desarrollo, subdesarrollo y globalización, y que los estudiantes supieran “que hay regiones que son importantes desde el punto de vista geoestratégico”, lo que fue especialmente novedoso para ellos, según narró.
García contó que eligió el tema porque sirve para “derribar el preconcepto de que por ser importante desde el punto de vista geoestratégico” una región no necesariamente presenta equidad entre sus pobladores. Asimismo, se aplica para introducir los intereses de terceros, como Estados Unidos, y para rastrear la historicidad de la problemática, ya que “el Tapón del Darién es una región que es mirada con ansias desde la colonia española”, recordó la docente.
Además de que los estudiantes llevaran a cabo una pequeña investigación, el tipo de trabajo permitió que los adolescentes se acerquen a medios de prensa escrita, que es un formato que no están tan habituados a consultar. En ese sentido, la profesora contó que su selección de medios –The New York Times, Deutsche Welle y la diaria– le implicó hacer una búsqueda previa para detectar medios que en distintos formatos publicaran información sobre el tema de forma más o menos periódica y con una relativa profundidad.
Finalmente, la docente destacó la importancia de la fase de comunicar los resultados, que implicó trabajar algunas destrezas particulares, tanto para la elaboración del folleto como para la realización de entrevistas sobre el tema. Según valoró, ello es importante de cara al “puente” que los adolescentes están haciendo en tránsito hacia la vida adulta.
A su vez, García destacó que la decisión de haber salido del aula a mostrar lo hecho cumple la función de visualizar actividades que ocurren en la educación pública y de valorar el trabajo de la asignatura Historia. Según dijo, muchas veces es difícil mostrar lo que ocurre en las clases de esa materia por la falta de productos tangibles que den cuenta de algún tipo de resultado. En su caso, destacó especialmente el apoyo que recibió desde la dirección del liceo para desarrollar la actividad y elaborar los folletos.