El ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, arremetió nuevamente contra los paros de la enseñanza, en esta oportunidad a los definidos por la Asociación de Maestras del Uruguay (Ademu) para la primera semana de clases, y reiteró su planteo de “insensibilidad” de los sindicatos de la educación “respecto de los costos que tienen las medidas que toman sobre los alumnos, sobre el aprendizaje de los alumnos y sobre el funcionamiento de las familias”.
Da Silveira dijo que “para una madre sola, cajera de supermercado, que tiene que estar un montón de horas fuera de su hogar, que sus hijos no puedan ir a la escuela o no puedan ir al liceo, además de todo, le significa un problema de funcionamiento familiar bastante grande”.
El jerarca sostuvo que “este es un país libre” y “cada uno decide qué medidas toma para defender sus puntos de vista, sus intereses, sus posiciones”, y defendió que “este gobierno nunca jamás interfiere con esa clase de decisiones”. Sin embargo, puntualizó que “eso no quita que no nos parezca bien” y consideró que este tipo de acciones deberían ser “la última medida a tomar y no la primera, como ha sido costumbre en estos años”.
Por otra parte, Da Silveira señaló que “los años electorales suelen ser complicados, así que me temo que vamos a vivir situaciones como esta” durante 2024.