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Luiz Inácio Lula da Silva y José Mujica en la chacra del expresidente.

Foto: Gianni Schiaffarino

Mujica recibió las máximas condecoraciones que los estados de Brasil y Colombia pueden dar

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“Él fue un presidente elegido por mí para ser mi compañero”, valoró Lula da Silva ante el exmandatario.

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Leído por Andrés Alba.
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Decenas de periodistas esperaban afuera de la chacra del expresidente José Mujica desde las 11.00 de este jueves. El exmandatario tuvo una de las jornadas con más actividad desde que se supo de su cáncer de esófago: recibió a dos presidentes en funciones, al canciller de Paraguay y al fiscal especializado en delitos de lesa humanidad, todo en menos de seis horas.

“Querido Lula, ¿cómo va, querido, cómo va?”, le dijo Mujica al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que llegó a Rincón del Cerro pasadas las 17.00, algo menos de media hora después de aterrizar en el avión presidencial en el aeropuerto de Carrasco. El mandatario brasileño le dio un abrazo a Mujica y a su esposa, Lucía Topolansky, y recibió una broma del uruguayo: “¿Qué le dan? ¿Formol?”, dijo, en clara alusión al estado físico de Lula, según consignó el politólogo Juan Manuel Karg en su cuenta de X.

El presidente brasileño llegó a la chacra junto a una importante comitiva de funcionarios de gobierno y seguridad. Una hora antes de la llegada de Lula había llegado el presidente electo, Yamandú Orsi, que entró a la casa de Mujica y estuvo reunido con él y Topolansky hasta que llegó el presidente brasileño. Todos se saludaron y conversaron durante algo más de 20 minutos, hasta que dejaron pasar a la prensa para tomar imágenes.

Ambos mandatarios son cercanos desde hace muchos años, y la visita del brasileño fue una excusa para entregarle a Mujica la Orden Nacional de la Cruz del Sur, la máxima distinción que el Estado de Brasil les da a personalidades extranjeras. La condecoración tomó por sorpresa a Mujica, que no sabía del homenaje hasta la llegada de Lula.

“Esta orden es la más importante del Brasil. Esta medalla que estoy entregando a Pepe Mujica no es por el hecho de que haya sido presidente de Uruguay, es por el hecho de que es mi amigo”, comenzó Lula. “Yo te agradezco, querido”, dijo Mujica, y Lula lo tomó de la cabeza y lo besó encima de la frente. Mujica se recostó sobre el hombro del brasileño y este le palmeó la cara. “No soy un hombre de premios ni de medallas. Soy un hombre del pueblo que ha hecho lo que he podido por mi pueblo y nada más, pero este es un amigo de muchos años”, respondió Mujica.

Ambos estaban visiblemente emocionados. “Conozco muchos presidentes, muchos. Siempre traté de tener una relación con ellos de amistad, yo digo siempre que la gente no escoge hermanos, la gente no elige si quiere hermanos. Ahora, a un compañero la gente lo elige. De todos los presidentes que conocí, que hice amistad y que conviví muchos años, Pepe Mujica es la persona más extraordinaria que conocí. Él fue un presidente elegido por mí para ser mi compañero”, dijo con su voz quebrada.

“Gracias, querido, tú también. Es de lo mejor que he encontrado en estas oscuridades. Ustedes, periodistas, quieran al pueblo de nuestro continente. Todavía tenemos enormes deudas sociales con los débiles de nuestra América, ojalá podamos un día pagarla. Somos un continente rico con demasiado pueblo pobre. Gracias, Lula. Gracias por tu vida, y ojalá puedas vivir y repetir”, cerró el mensaje Mujica mientras Lula iniciaba un aplauso que fue seguido por los presentes. En la intimidad, y según pudo saber la diaria, Mujica le pidió a Lula que “peleara” por los “pobres brasileños”, porque los “ricos ya la tienen hecha”.

Antes de la condecoración a Mujica se produjo un episodio curioso. Minutos después de que llegara Lula, un vehículo oficial de Uruguay con un distintivo que decía “Paraguay” llegó a la chacra, ante la atenta mirada de las decenas de periodistas que esperaban para entrar a tomar imágenes de Mujica y Lula. En el auto estaba el canciller paraguayo, Rubén Ramírez Lezcano, quien había pactado una entrevista con Topolansky y Mujica a las 18.00.

Ante la demora en la llegada de Lula, que estaba prevista para una hora y media antes de lo que ocurrió, el jerarca paraguayo debió aguardar en el vehículo, fuera de la chacra, hasta que el presidente brasileño se retirara. A la salida del encuentro, casi una hora después de haber ingresado, declaró que se trató de una visita de “cortesía” a un “líder regional importante”.

Petro también condecoró a Mujica con el máximo galardón colombiano

En el marco de la Cumbre del Mercosur, sobre el mediodía del jueves, el presidente colombiano, Gustavo Petro, también visitó la chacra de Mujica, para condecorarlo con la Orden de Boyacá en el grado de Gran Cruz Extraordinaria, también la máxima distinción que otorga el Estado colombiano a una personalidad extranjera.

Se trata de “una condecoración de reconocimiento y estímulo, creada para premiar los esfuerzos y los sacrificios de los próceres”, que fue otorgada al expresidente uruguayo por “ser un destacado defensor de la paz y un firme promotor del diálogo”, hecho que coincide con las ambiciones del gobierno colombiano de prosperar en su búsqueda pacífica de la paz, producto de las medidas que tomó sobre todo durante el período de tiempo que estuvo en la presidencia.

Los periodistas que aguardaban la llegada de Petro vieron cómo antes de las 12.00 salió de la casa de Mujica el fiscal especializado en delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, quien le tomó declaración a Mujica como testigo de los episodios del 14 de abril de 1972, cuando el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros organizó una serie de ataques contra los Escuadrones de la Muerte que derivó en la respuesta de las fuerzas paraestatales. En total, en esa jornada murieron 13 personas. Al día siguiente, el gobierno de Juan María Bordaberry decretó la ley marcial y diez días después el estado de guerra interno, dando pie a la escalada represiva de las Fuerzas Armadas.

La declaración de Mujica por estos episodios estaba acordada con Perciballe desde “hace meses”, comentaron allegados al expresidente, pero por motivos de salud de Mujica se tuvo que posponer varias veces. Justamente, la visita del fiscal fue este jueves, apremiada por el inicio de la Feria Judicial.

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