El Registro Civil de Chile entregó la primera cédula que lleva impresa una “X” donde se marca el sexo, para reconocer así la identidad de género de una persona no binaria, es decir, que no se identifica como hombre ni como mujer. El documento pertenece a Shane Cienfuegos, activista, trabajadore social y especialista en estudios de género, que tuvo que recurrir a la Justicia para obtener el reconocimiento legal ya que, por el momento, los documentos oficiales chilenos sólo contemplan los géneros masculino y femenino.
“No es una victoria propia, es una victoria colectiva”, dijo Cienfuegos a la cadena Televisión Nacional de Chile después de recibir su nueva cédula. “Hoy reflexiono, tras casi nueve años de demanda social, cultural y política... Pienso y reflexiono que nadie debería esperar tanto tiempo para tener reconocimiento legal”, señaló.
Le activista lamentó que, si bien en su documento “hoy sale una X”, “los derechos sociales y políticas públicas son para hombres y mujeres, entonces ningún sistema informático me va a reconocer y me va a expulsar automáticamente”. En ese sentido, aseguró que queda “desproviste de todo el sistema de cuidado que el Estado de Chile ha generado”.
Cienfuegos inició la lucha por el reconocimiento de su identidad en 2014, y en 2017 logró cambiarse el nombre legalmente, según informa la agencia Presentes. Sin embargo, el documento seguía marcando una opción con la que no se identificaba. En 2019, tras la aprobación de la Ley de Identidad de Género en el país, buscó asesoramiento jurídico para seguir la batalla por el reconocimiento legal de su identidad. El proceso derivó en la presentación de una solicitud de cambio de sexo registral ante el Tribunal Civil, que fue rechazada en noviembre de 2021. En julio de este año, la Corte de Apelaciones finalmente falló a su favor y ordenó al Registro Civil que rectifique su partida nacimiento, para reconocerla como persona no binaria con el marcador “X”.
El caso de Cienfuegos abre la puerta a todas las personas no binarias del país que luchan desde hace años por un reconocimiento legal. También se posiciona como un modelo a seguir para aquellas que impulsan la misma lucha en otros países. De hecho, es uno de los reclamos principales de las personas no binarias en Uruguay, que aseguran que el Estado incumple a la hora de garantizar el derecho a la identidad, consagrado en la Ley 18.620 sobre el derecho a la identidad de género y al cambio de nombre y sexo en los documentos identificatorios (2009), y respaldado por la Ley Integral para Personas Trans (2018). En esa línea, lo que piden en concreto es que se habilite el cambio de nombre y género en la cédula de identidad sin tener que elegir entre las opciones “mujer trans” o “varón trans”, con las que muchas personas trans no binarias tampoco se sienten identificadas.