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Captura de pantalla del programa Santo y Seña, durante la entrevista a Sebastián Marset.

El narcotraficante Sebastián Marset dijo que la entrega del pasaporte uruguayo “fue polémica porque la política lo quiso así”

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En una entrevista con un programa uruguayo, dijo que no gastó ni “un dólar” en el trámite.

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Leído por Andrés Alba.
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Sentado en un sillón tapado con una tela azul, en una entrevista grabada con el programa Santo y seña del canal 4, y a veces sonriente, Sebastián Marset afirmó que no gastó “un dólar” en el trámite del pasaporte uruguayo que le permitió salir de Dubái en setiembre de 2021, cuando fue detenido por portar un pasaporte paraguayo falso. El narcotraficante sostuvo que la expedición del documento “no fue exprés” y que el tema se volvió polémico “porque la política lo quiso así”.

Por el momento, la entrega del pasaporte a Marset y su investigación por parte de la Justicia han desencadenado la renuncia de la cúpula del Ministerio del Interior, Luis Alberto Heber y Guillermo Maciel, y del Ministerio de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo y Carolina Ache. También dejó su cargo el asesor en comunicación de la Presidencia Roberto Lafluf.

Durante la entrevista con el canal 4, Marset, quien está prófugo de la Justicia paraguaya en el marco de la investigación A Ultranza, manifestó: “Yo, en el tema pasaporte, no gasté un dólar. Si me hubieran dicho ‘hay que pagar tanto por que te den el pasaporte exprés’, lo hubiera pagado, pero tenía un abogado que me ayudaba [Alejandro Balbi] y el abogado me dijo: ‘El pasaporte te lo tienen que dar, es un derecho y te lo tienen que dar’”. El narcotraficante afirmó que su esposa, Gianina García Troche, “se movió muchísimo” y el documento “me lo dieron”. “No había que pagar nada”, reiteró.

Según la versión de Marset, su esposa “no quería pedir ayuda” al gobierno uruguayo porque “siempre sentí que Uruguay no me quiere ayudar en nada”. Sin embargo, contó que consiguió el número de la embajada uruguaya en Emiratos Árabes Unidos y “hablé con Fiorella Pardo”, cónsul en ese país. “Fiorella me dijo que estaba esperando mi llamada, que ya sabía lo que estaba pasando; me dijo que me iba a ayudar”, dijo Marset, aunque aclaró que “en varias oportunidades no la trató bien” a su esposa, porque en realidad “ella no quería ayudar”.

“La verdad, es polémico porque la política lo quiso así, porque, para mí, como hay una ley que amparaba [solicitar el pasaporte], no tenía antecedentes ni causas abiertas en el país, tendrían que haber firmado y me daban el pasaporte y ahí se terminaba, pero como empezaron con mensajes y cosas… No fue exprés”, manifestó Marset.

“Yo no mezclo mi familia con mis cosas”

En otro pasaje de la entrevista, Marset se refirió a la operación A Ultranza, la cual, sostuvo, “no tiene muchas raíces”. Dijo que “no tienen nada” a su nombre de “todo lo que incautaron en esa operación”. “Cuando hablan de Sebastián Marset, dicen, dicen, dicen; yo quiero ver algún día, ojalá nunca tengan la oportunidad, pero si me capturan, ver todo lo que dicen que tienen pruebas”, señaló.

Asimismo, Marset se refirió a su supuesta vinculación con la muerte del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, quien fue asesinado a mediados del año pasado cuando se encontraba de luna de miel en Colombia. Se ha señalado a Marset como presunto autor intelectual del homicidio. “No hay nada contra mí en ese caso”, sostuvo.

Marset aprovechó varias veces para deslindar a su familia del narcotráfico. “A mi familia la metieron como parte de la organización y no tiene nada que ver”, aseguró. Dijo que “no hay nadie” de su familia “adentro” del negocio y propuso a las autoridades judiciales “mirar los prontuarios de mi familia”. Afirmó que “el único prontuario que van a encontrar es de trabajo”; incluso comentó que su cuñado “es el uno de los aires acondicionados”.

Consultado sobre la empresa a nombre de su esposa, Marset dijo que “nunca se usó” y sostuvo que García Troche “no tiene una cuenta bancaria”. Aseguró que es “imposible” que la empresa se haya utilizado para lavar dinero del tráfico de drogas, “no existe”. “Yo no mezclo mi familia [con] mis cosas”, manifestó.

Por otra parte, Marset dijo que no confía “en nada” en los poderes judiciales de Bolivia y de Paraguay. “Si confiara te diría para solucionar el tema de mi hermano y de mi cuñado, que se presentaran, pero no confío”, señaló. En cambio, sostuvo que Uruguay es el país “menos corrupto de América Latina”. “¿Por qué dicen que es un narcoestado? Eso no lo sé. De mi parte nunca fue dinero para ningún político en Uruguay. Yo en 2018 salí de Uruguay y nunca lo pisé. No entiendo por qué Uruguay a veces me busca o quiere molestarme”, sostuvo.

Respecto de esto, a fines de octubre se entregó ante la Jefatura de Policía de San José el cuñado de Marset, Sebastián Alberti Rossi, que alcanzó un acuerdo con la fiscal de San José Serrana Corsino. Asimismo, según supo la diaria, el Ministerio del Interior uruguayo está negociando junto con la Fiscalía la posibilidad de que Marset y su familia regresen a Uruguay.

Marset sostuvo que espera que se “haga justicia” con ellos y que Uruguay “sepa que no hay delito”. “Si quieren ponerles una tobillera electrónica o un policía a domicilio hasta que se termine el caso, pero no estoy de acuerdo [con] que vayan presos, siendo personas que no tienen un solo antecedente y no cometieron un delito”, expresó.

Viceministro de Seguridad Interna: “Padrinazgo de Paraguay”

Horas antes de la entrevista, el ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, dijo a la prensa que tenía “la certeza” de que el encuentro entre la periodista uruguaya y Marset fue en Paraguay y estimó que el narcotraficante accedió a la entrevista para preparar su entrega a la Justicia.

“Este sujeto ha accedido a la entrevista porque se siente acorralado por todas las policías de la región y está buscando algún móvil para poder entregarse los días siguientes”, expresó el jerarca boliviano, y aseguró que fue el trabajo conjunto de “las policías de la región” lo que obligó al narcotraficante a “contar su verdad”. No obstante, afirmó que Marset “está acostumbrado a mentir” y advirtió, previo a la entrevista, que “la gran mayoría de las cosas que vaya a manifestar van a faltar completamente a la verdad”.

Marset le respondió minutos después a través de un audio difundido por el canal local Unitel. Calificó a Del Castillo de “cínico”, “burro” y “mentiroso” y aseguró que el ministro de Gobierno “está con miedo”. “Tiene miedo, por algo lo tiene, su semblante es de puro miedo, se le nota en la cara”, afirmó el narcotraficante, y le preguntó: “¿A usted le parece que me puedo sentir acorralado y traer a una periodista a hacerme una entrevista?”. También cuestionó que “esté diciendo que estoy en Paraguay”.

Al respecto, en entrevista con ABC TV, el ministro del Interior paraguayo, Enrique Riera, sostuvo que “hasta el momento no podemos confirmar nada” en referencia al paradero de Marset. No obstante, dijo que se contactó con su par boliviano, quien “la verdad que no me pudo dar ni un solo elemento objetivo” sobre la ubicación del narcotraficante, al margen de que “ellos presumen que está acá porque en la entrevista dicen que se hizo acá”.

Por su parte, el viceministro de Seguridad Interna paraguayo, Óscar Pereira, dijo a la prensa que la reciente entrevista “alertó aún más a todas las unidades de la Policía” paraguaya y manifestó: “No podemos dejar de sospechar que [Marset] tenga algún tipo de padrinazgo político” en Paraguay.

Ministro de Gobierno de Bolivia: “Está acostumbrado a mentir”

Según consignó El Deber, previo a la entrevista, Del Castillo preguntó en conferencia de prensa: “¿Quién ha financiado esa entrevista? ¿Quiénes son los interesados en que salga una entrevista? ¿A quiénes va a lavar la cara esa entrevista?”.

“No esperemos que un narcotraficante que está acostumbrado a cambiar la identidad de sus propios hijos vaya a decir la verdad. Esta persona, que está acostumbrada a mentir no sólo al pueblo boliviano, es una persona que en su momento ya generó una serie de insultos en contra del expresidente del Uruguay”, afirmó el ministro de Gobierno boliviano en referencia a José Mujica.

En agosto del año pasado, pocos días antes de la interpelación del Frente Amplio a Heber y Bustillo en el Senado, Marset envió varios videos al canal 4 en los que defendió el accionar de su abogado, Alejandro Balbi, y cuestionó que “meten a los presidentes [Horacio] Cartes, Mario Abdo, [Luis] Lacalle, ya se fueron al tema político”.

A su vez, MVD Noticias difundió un audio en el que Marset criticó directamente a Mujica: “Legalizó la marihuana, muy lindo. Yo en 2013 fui procesado por un cargamento de marihuana, en 2014 la marihuana fue legalizada. Ahora la venden en la farmacia [...]. Maldito el viejo este, lo pasan en todos los medios, le dieron el premio nobel de la paz, les entró a todos por los oídos”.

Presidente de la Asociación de Magistrados Fiscales: “Posible legitimación”

En diálogo con la diaria, el senador frenteamplista Enrique Rubio opinó que la exposición de la figura de Marset supone “un juego peligrosísimo” porque, a su entender, “se está entrando en el juego de promover la figura del antihéroe para la mayoría de la sociedad” sin tener en cuenta que, para algunos sectores de la sociedad, también “opera como estrella”.

Por su parte, Willian Rosa, presidente de la Asociación de Magistrados Fiscales del Uruguay, dijo a la diaria que en torno a la divulgación de un reportaje a un narcotraficante existen “dos aristas que corren en distinta sintonía”: la investigación judicial y “la función del periodismo”.

Al margen del caso puntual de la entrevista a Marset, Rosa dijo que siente “absoluta congoja” al escuchar a “figuras que están relacionadas con estas situaciones decir lo suyo no ante los tribunales, sino en el ámbito mediático”. A título personal, expresó que “es difícil tolerarlo en cuanto a una posible legitimación”.

Rosa recordó que a mitad del año pasado viajó a Paraguay “para acompañar a mis colegas fiscales porque habían asesinado a un colega paraguayo mientras estaba en su luna de miel en Colombia”, en referencia al homicidio del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, del cual Marset ha sido señalado como el presunto autor intelectual.

Según Rosa, “estamos viviendo una época sumamente complicada para los ministerios públicos en toda Latinoamérica”. Mencionó que a principios de este año estuvo en Medellín, Colombia, donde “se hace una retrospectiva del daño terrible que ocasionó ahí el clan Escobar”, pero al mismo tiempo “uno tiene que ver con absoluto estupor que esa figura es vanagloriada con una especie de turismo narco”. “Creo que el crimen organizado es un tema para tomárselo en serio y nosotros como sociedad [tenemos que] tomar conciencia del absoluto daño que eso causa”, subrayó.

Los inicios de Marset

En otro momento de la entrevista, Marset se autodefinió como “correcto” y “profesional en lo que hago”. Contó que “de chico” probó “alguna cosa” cuando iba a “los boliches”, porque “siempre [había] algún amigo en la vuelta que consumía”. “Y me metí a vender, así comencé”, confesó.

Pero esto cambió. Actualmente “no me gusta la joda, no me gusta usar drogas, soy de familia, tranquilo, mi casa, mis cosas”, aseguró Marset, y señaló que durante los cuatro años que estuvo preso en Uruguay aprendió “mucho”, “el tiempo que me comí preso me sirvió”. “Yo era muy bueno y aprendí cosas que me llevaron a llegar a donde estoy ahora, no por el tema de delincuencia, sino por el tema de cuidarme. El negocio que elegí no es muy bueno, es de mucha traición, aprendí cómo cuidarme”, afirmó.

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